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Carburantes BP con tecnología Active. Motor limpio, motor ahorrador

El bolsillo no lo nota al pagar el repostaje, porque las gasolinas y gasóleos que se expenden en las estaciones de servicio de BP mantienen el precio de los combustibles que han sustituido, pero el menor consumo que propicia la nueva formulación (hasta -7%) aporta ahorro a corto y medio plazo. Todo gracias a la tecnología Active, capaz, según la petrolera, de limpiar la suciedad acumulada en inyectores, válvulas y otros componentes metálicos del motor. A eso se une, una vez que el trabajo está hecho, evitar que se formen nuevos residuos, lo que también repercute positivamente en prestaciones, suavidad de marcha, emisiones y averías.

Lo consiguen las moléculas Active, que primero se adhieren a los sedimentos para acabar con ella y luego forman una capa protectora para mantener limpios los elementos mecánicos. Dos llenados con la nueva formulación son suficientes para que el motor quede limpio, asegura BP. 

Más kilómetros de recorrido

También asegura que, con independencia del tipo o edad del vehículo, se recorren hasta 56 kilómetros más con un deposito de BP Ultimate Diesel con tecnología Active que con un gasoil de automoción que sólo cumple las especificaciones mínimas que exige la legislación española (los conocidos como 'low cost'); en el caso de gasolina la diferencia está en 44 kilómetros y si se trata de camiones o furgonetas la reducción del consumo puede llegar al 4,7% (-3,8% en ciclo mixto los vehículos pesados), calcula el estudio sobre los efectos de la suciedad en el motor realizado por la petrolera.

La diferencia es posible porque un motor rinde menos cuando los sistemas claves como inyectores, válvulas, turbocompresor o filtro de partículas se van atascando. A eso se añade las costosas reparaciones de piezas clave que una acumulación de sedimentos puede acarrear, como el daño en los inyectores cuyo cambio en un diésel cuesta más de 1.500 euros por unidad.

Investigación y pruebas

Cinco años de investigación, más de doscientas personas, 110 ensayos de todo tipo y más de 50.000 horas de banco de pruebas, que equivalen a más de 1,6 millones de kilómetros recorridos, con todo tipo de motores y vehículos han sido necesarios para conseguir esas moléculas que se adhieren a la suciedad y la arrastran fuera sin que aumenten las emisiones. 

Por ser un campo de pruebas perfecto BP ha elegido España para el lanzamiento mundial de sus carburantes Active, tecnología que considera su mayor innovación en la lucha contra la suciedad y las partículas que se acumulan en el motor. Cualidades que lo convierten en una excelente alternativa para uno de los parques más viejos de Europa (17 millones de  vehículos superan los diez años) en el que no cesa de incrementarse la utilización de los productos 'low cost', que han irrumpido con fuerza rompiendo el dominio de las grandes petroleras. Un cambio propiciado por la crisis, como se desprende de ese 70 por ciento de los conductores conscientes de que el tipo de carburante incide directamente en el rendimiento del motor y el casi 90 por ciento que coloca la suciedad por encima de la antigüedad del vehículo cuando se trata de influir negativamente en el funcionamiento. Pese a ello, uno de cada cuatro de los encuestados por la petrolera desconoce que los combustibles con aditivos pueden mejorar  el rendimiento, ayudar a limpiar el motor o permitir recorrer más distancia con cada llenado. 

Hábitos de repostaje

El estudio sobre los hábitos de repostaje en nuestro mercado también revela que, a pesar de ese conocimiento, el 52,5 por ciento del censo son consumidores exclusivos de productos mejorados o con aditivos. Del 47,5 % restante, que utiliza carburantes de baso coste, el 21% lo hace habitualmente, proporción que sube al 56% entre los más jóvenes. 

Al cotejar las cifras con el promedio de kilometros que los conductores 'low cost' declaran hacer al año (11.908) la diferencia de recorrido con los mismos litros de combustible está en 833 kilómetros. Y si extrapolamos los datos al censo de conductores, el kilometraje perdido sería la distancia entre el Sol y Neptuno (4.500 millones de km). Son datos muy a tener en cuenta cuando para algo más de la mitad de los usuarios la posibilidad de recorrer mayor distancia es uno de los tres aspectos más valorados, junto al precio y la limpieza del motor.