El fabricante de neumáticos Bridgestone lleva desarrollando desde 1982 neumáticos Run Flat que permiten seguir rodando durante unos kilómetros aunque se produzca un pinchazo. Son neumáticos que montan de serie muchos modelos deportivos para ahorrarse el peso de una rueda de repuesto o de un kit de reparación. Sin embargo hasta ahora el montaje de este tipo de ruedas, fuera cual fuera el fabricante, se ajustaba a una cantidad limitada de medidas, requería un estudio específico de los reglajes de suspensión, un desembolso mayor por cada neumático y acostumbrarse a una mayor dureza y sequedad en las reacciones además de unas prestaciones en mojado algo más limitadas. Unos flancos reforzados para soportar el peso sin aire y una estructura en general más rígida limitaban su utilización a un número limitado de marcas, modelos y medidas. Pero la que tendría que ser la cuarta evolución del Run Flat en Bridgestone, les ha salido tan bien que se ha convertido en una novedad que va a revolucionar la industria de los neumáticos y que recibe hasta otro nombre.
Se trata del Bridgestone DriveGuard, un neumático que combina las características y prestaciones del mejor neumático tradicional con una nueva tecnología que elimina los peligros asociados a un pinchazo inoportuno y a toda la incomodidad y pérdida de tiempo que ello implica. Porque con el DriveGuard se puede seguir circulando, aun pinchado y sin nada de presión, durante un máximo de 80 kilómetros a una velocidad máxima de 80 km/h. Y todo gracias a un diseño y a unas características que, respetando las prestaciones del mejor neumático convencional, permiten redistribuir el calor y la fricción tras sufrir un pinchazo, manteniendo la rigidez de la estructura el tiempo suficiente como para seguir rodando manteniendo el control del coche, como así lo pudimos comprobar por las retorcidas y deterioradas carreteras de los alrededores de Niza. En concreto nos referimos a unas paredes laterales reforzadas, a una carcasa de poliester que ofrece la máxima disipación del calor y aumenta la resistencia, a la tecnología Nano Pro-Tech que reduce la fricción y la generación de calor cuando el neumático rueda desinchado y por último a un diseño de aletas de refrigeración en los costados que disipan el calor hacia el exterior y permiten mantener la estructura a salvo y mejorar la seguridad y resistencia.
Se puede montar en casi todos los coches
En ensayos comparativos realizados por la multinacional de estudios de mercado GFK, el DriveGuard es el mejor de su clase, tanto en su versión de verano como en la de invierno, en adherencia sobre mojado, en distancia de frenado y en economía de combustible gracias esto último a su baja resistencia a la rodadura.
El DriveGuard no está limitado a fabricantes o modelos de vehículos concretos, sino que se puede montar en la práctica totalidad de los coches siempre que vayan equipados con un Sistema de Control de Presión de Neumáticos TPMS (obligatorio en Europa para los coches nuevos desde noviembre de 2014). Eso significa que existe un parque potencial de 32 millones de vehículos que podrían equiparse con la tecnología DriveGuard en 2016. El DriveGuard, que se puede reparar como un neumático normal, estará disponible desde abril en las medidas habituales de neumáticos de verano entre 185/65 R15 y 245/45 R18, y a partir de junio en neumáticos de invierno y medidas entre 185/65 R15 y 225/40 R18.
Los precios, que no aumentan mucho respecto a una goma tradicional, oscilaran dependiendo de la medida, entre los 80 y los 200 euros con tasas y montaje incluidos.
Tres preguntas a Stefano Modena. Ex piloto de F-1 y piloto de pruebas de Bridgestone
Motor 16.- Dígame las tres ventajas más claras del Bridgestone DriveGuard.
Stefano Modena.- Pues desde luego son muy claras: no tener que parar cuando pinchas, poder recorrer 80 kilómetros a un máximo de 80 km/h hasta un taller y la seguridad que te otorga todo esto, seguridad para todo el mundo y en cualquier condición respecto a un neumático convencional.
M16.- Y un conductor que realice una conducción ágil y deportiva, ¿va a echar de menos algún aspecto respecto al neumático tradicional al que está acostumbrado?
S.M.- Un coche con los nuevos neumáticos DriveGuard y con las presiones correctas, sin pinchazos, va mejor que un coche dotado de neumáticos convencionales. Se agarran mejor y además son igual de confortables porque amortiguan mejor las desigualdades del piso.
M16.- Entonces ante una posible diferencia al alza en el coste de este neumático, ¿usted recomendaría pagar algo más?
S.M.- Para mí la seguridad no tiene precio y desde luego que pagaría un poquito más por evitar una mala experiencia. Porque nunca viene bien pinchar un neumático.