A veces los sueños se convierten en realidad y un prototipo puede subastarse como una obra de arte. En 1950, Bertone se asoció con un jovencísimo Franco Scaglione para desarrollar visiones sobre lo que podría llegar a ser el automóvil deportivo del futuro, bajo los auspicios del ‘Biscione’. La marca cedió al proyecto la base técnica del Alfa Romeo 1900, para que los equipos de diseño pudiesen plasmar sus ideas más atrevidas.
Tres modelos muy avanzados

Este esfuerzo creativo se concretó en el proyecto Berlinetta Aerodinamica Tecnica (BAT), que, entre 1953 y 1957, dio vida a tres vehículos tan atractivos e irreales como diferentes: los Alfa Romeo BAT 3, BAT 5 y BAT 9. La numeración seguía el orden de las propuestas a tamaño real presentadas por Scaglione. Cada modelo representaba un avance significativo en términos de diseño aerodinámico y estética automovilística, consolidando la reputación de Bertone y Scaglione como visionarios del diseño.
El Alfa Romeo BAT 3, presentado en 1953, causó un gran revuelo por su diseño futurista y rompedor. Este primer modelo estableció las bases del lenguaje de diseño que seguirían los futuros BAT, con un enfoque marcado en la aerodinámica y la eficiencia.
Alfa Romeo BAT 7, amigo del viento
El siguiente año, en 1954, llegó el turno del BAT 7. Presentado en el prestigioso Salón de Turín, el BAT 7 no solo continuó con la tradición de innovación de su predecesor, sino que elevó el nivel de la aerodinámica a nuevas alturas. Sus líneas audaces y formas futuristas dejaron una impresión duradera en el público y en la industria automovilística.
El Alfa Romeo BAT 7 puso un énfasis particular en la aerodinámica. Su elegante silueta en forma de gota de agua, la carrocería completamente plana, el frontal bajo y el techo plano no solo buscaban enamorar al público, sino también ofrecer la mínima resistencia al aire. Este enfoque en la eficiencia aerodinámica era revolucionario para la época y contribuyó a un coeficiente aerodinámico asombrosamente bajo de 0,19.

Características distintivas como las suaves curvas del capó, los pasos de rueda integrados en la carrocería, los faros incorporados en los paragolpes delanteros y las sorprendentes aletas traseras, grandes y afiladas, inclinadas hacia el centro, definieron su estilo espectacular. Estas aletas traseras no solo añadían un elemento estético impresionante, sino que también jugaban un papel crucial en la estabilidad y el manejo del vehículo a altas velocidades.
Construido en fibra de vidrio
El Alfa Romeo BAT 7 no solo fue un ejemplo de diseño avanzado, sino también un auténtico laboratorio en el estudio de nuevos materiales. Para la carrocería, se eligió la fibra de vidrio, un material que ofrecía una combinación ideal de ligereza y resistencia. Esta elección permitía al vehículo mantener un peso bajo, mejorando así su rendimiento y maniobrabilidad.
Además de la innovadora carrocería, el BAT 7 aseguraba un alto nivel de estabilidad y maniobrabilidad, lo cual era crucial para aprovechar al máximo las prestaciones del motor de 90 CV del Alfa Romeo 1900. Este motor, aunque modesto en comparación con los estándares modernos, ofrecía un rendimiento suficiente para destacar las ventajas aerodinámicas y estructurales del diseño del BAT 7.

El proyecto BAT de Bertone y Scaglione sigue siendo uno de los hitos más importantes en la historia del diseño automovilístico. Los BAT 3, BAT 5 y BAT 7 no solo son recordados por su estética única y su enfoque pionero en la aerodinámica, sino también por su influencia duradera en la industria. Estos vehículos demostraron que los coches podían ser algo más que simples medios de transporte; podían ser obras de arte rodantes que desafiaban las convenciones y exploraban nuevas fronteras de la ingeniería y el diseño. Y contribuyeron al legado deportivo de la marca.
Alfa Romeo BAT, objetivo de coleccionistas
Hoy en día, los modelos BAT de la marca italiana son altamente valorados por coleccionistas y entusiastas del automóvil. Su rareza y su importancia histórica los convierten en piezas de museo y en ejemplos icónicos de lo que la colaboración entre la innovación técnica y la creatividad artística puede lograr. La subasta de estos prototipos como obras de arte es un testimonio de su impacto perdurable y de la visión adelantada de sus creadores.
En definitiva, el proyecto BAT es un brillante ejemplo de cómo la sinergia entre diseño y tecnología puede dar lugar a vehículos que no solo cumplen una función, sino que también inspiran y maravillan a generaciones.






