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Volkswagen Passat Variant GTE. Prácticamente todo

Volkswagen acaba de renovar el Passat, y aunque las modificaciones estéticas son de detalle tanto fuera como dentro, sí hay importantes mejoras en cuestión de tecnología, especialmente en la oferta de asistentes de conducción o de conectividad, lo que le convierte en una de las berlinas más avanzadas del momento. Bien es cierto que la mayoría de los sistemas innovadores se apagan aparte, pero el usuario puede disponer de lo último en seguridad a precios razonables si opta por dos paquetes: Hola Seguridad, que cuesta 1.665 euros e incluye aparcamiento asistido, asistente de cambio de carril Side Assist, asistente de salida del aparcamiento, asistente manos libres para atascos, Emergency Assist y seguridad proactiva de los ocupantes, y Hola Tecnología, ya por 3.100 euros y con faros Matrix LED con Dynamic Light Assist, Head-up Display, portón eléctrico, cubierta del maletero automatizada o pilotos traseros LED con intermitentes dinámicos.

En cualquier caso, para la versión GTE probada la marca alemana reserva una dotación de serie algo más completa, pues lleva instrumentación configurable Volkswagen Digital Cockpit -muestra incluso el mapa de navegación- y el sistema multimedia más completo -el Discover Pro con pantalla de 9,2 pulgadas-, así como llantas de 18 pulgadas con unos neumáticos 235/45 que, a nuestro juicio, son excesivos para un coche de planteamiento ecológico. Por ejemplo, las versiones básicas del Skoda Superb iV -comparte la arquitectura 'plug-in hybrid' con el Passat GTE- llevan unos 215/55 R17 más racionales.

Amplía su autonomía

Y la mecánica de esta variante GTE también evoluciona algo en relación a la anterior. No en cuestión de motores, pues conserva el 1.4 TSI de gasolina de 156 CV que asocia a uno eléctrico de 116 CV para totalizar 218 CV de potencia y 40,8 mkg de par, pero sí cambia la batería de iones de litio, pues la de 9,9 kWh -8,7 útiles- y 26 Ah usada antes cede el sitio a una de 13,0 kWh -útiles son sólo 10,4- y 37 Ah, lo que amplía la autonomía en modo eléctrico.

Alguien podría pensar también en aumento de peso, pero nuestro protagonista sólo arroja sobre la báscula 8 kilos más que su antecesor: 1.760, que no son pocos si pensamos en los 1.560 de un Passat Variant con motor diésel 2.0 TDI de 190 CV y caja DSG7.

Esa abultada masa no pasa factura a las prestaciones, pues el Passat híbrido enchufable hace honor a las deportivas siglas 'GTE' porque anda más que bien. En la práctica cumple al dedillo los 7,6 segundos que anuncia para la aceleración de 0 a 100 km/h, y le bastan 4,4 segundos -mejor registro que algunos deportivos- para recuperar de 80 a 120 km/h, lo que asegura adelantamientos fugaces. Y es que nos beneficiamos de lo que podríamos llamar 'doble turbo': el turbo del motor de gasolina, que por sí mismo determina que el par máximo empiece a sólo 1.500 vueltas, y el aporte del motor eléctrico. Motor, por cierto, que está siempre presente de uno u otro modo con independencia del programa de conducción elegido: e-Mode -solo eléctrico si hay carga de batería suficiente-, Hybrid -combina ambos propulsores para lograr la máxima eficiencia- y GTE -el motor eléctrico actúa como una función 'boost' que aviva las reacciones al acelerar-. Y aunque parezca que sólo hay tres modos, en realidad -cuesta encontrarlos- son más, pues en Hybrid podemos optar por las funciones Battery Hold -mantiene la carga de la batería en el nivel que tenga- y Battery Charge -recarga la batería en marcha, e incluso podemos elegir el nivel de carga que deseamos alcanzar-.

Al disfrutar de una batería mayor, ahora se anuncian 54 kilómetros de alcance WLTP -la marca afirma que serían unos 70 bajo el ciclo NEDC precedente-; pero de nuestra experiencia se desprenden conclusiones menos optimistas, pues partiendo con la batería cargada a tope y circulando con electricidad lo normal es cubrir, en función del ritmo y el tipo de uso, de 35 a 45 kilómetros. Sólo. Y es que en ciudad le hemos medido 27,2 kWh/100 km de gasto, mientras que en autovía, a velocidad legal, consume 23,7 kWh/100 km. Es muchísimo más de lo que necesita un eléctrico puro, pues al e-Golf -motor de 136 CV- le medimos en su día 11,3 kWh/100 km en ciudad y 17,1 en autovía.

Será justo aclarar que un híbrido enchufable siempre gasta bastante en conducción exclusivamente eléctrica, y que su razón de ser está más en la polivalencia de uso: puede ser usado como eléctrico pero también como vehículo convencional de gasolina. La homologación habla de 1,4 l/100 km de media, pero en la práctica todo dependerá del recorrido o de si recargamos la batería con frecuencia. Porque el gasto medio puede ser de 0 litros de gasolina -uso sólo eléctrico- o, circulando siempre con la batería descargada, de 7,9 l/100 km -es nuestra medición-. Mejor será considerar un promedio real de 5,5 l/100 km, que es lo que consumió nuestro protagonista en un recorrido mixto ciudad-carretera-autovía de 100 kilómetros -a buen ritmo- partiendo con la batería a tope. Y habrá quien piense que para eso mejor adquirir un Passat diésel -con la versión 2.0 TDI de 190 CV ahorraríamos más de 6.000 euros-, pero el Passat GTE disfruta de una etiqueta '0 Emisiones' que hoy por hoy da muchas satisfacciones en la gran ciudad. Entre ellas, poder circular sin emitir gases.

Sea como fuere, conviene recordar también que el GTE pierde maletero respecto a los Passat Variant normales -pasa de 650 a 483 litros- por la presencia de la batería bajo la zona de carga, o que el agrado de conducción se ve algo comprometido, pues el peso extra genera más sensación de inercia en curvas y rotondas -por más que el coche siga yendo por su sitio, incluso al límite-, y el tacto del pedal de freno es peor, ya que debemos pisar el pedal con más fuerza al actuar poco en la primera parte de su recorrido. En cualquier caso, las distancias de detención son correctas -56,4 metros a 120 km/h- y acabaremos moviéndonos a buen ritmo con absoluta seguridad y, muy importante, gastando lo justo.

LA CLAVE

La reedición del Passat GTE equipa una batería de más capacidad que alarga un poquito la autonomía, más justa en la práctica de lo esperado. Puede que no sea el 'plug-in hybrid' más eficiente, pero si valoramos todo lo que nos ofrece, etiqueta '0 Emisiones' incluida, dan ganas de firmar el pedido en el concesionario.