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Un mes con el Seat León de gas. Vía libre para el gas

Llegan a su fin los 30 días durante los que hemos compartido experiencias y kilómetros a bordo del Seat León ST 1.4 TGI de gas natural comprimido. Y tenemos que decir que hemos ido de grata sorpresa en grata sorpresa, y que al final el modelo de la marca española nos ha conquistado con su funcionamiento dual gas/gasolina. Y lo ha hecho por tres razones fundamentales: consumo y autonomía, ventajas de utilización gracias a su etiqueta ECO y normalidad de funcionamiento.

Respecto a la primera ventaja, el León TGI de GNC ha hecho historia en nuestra tabla de mediciones al gastar en un exigente recorrido programado -que repetimos al milímetro desde hace años- una media de 4,2 kilos de GNC cada 100 kilómetros, que equivalen ahora a 3,80 euros, un coste más bajo que el que nunca antes habíamos logrado con ningún otro modelo de gasolina, diésel o, incluso, con un híbrido enchufable. Este asombroso dato se combina con una excelente autonomía, pues suma la utilización de los dos depósitos de gas GNC, con una capacidad total de 15 kilogramos -ligeramente más de 16 en la práctica-, y los 50 litros del depósito de gasolina. En total, la autonomía calculada teniendo en cuenta el consumo medio ponderado que hemos medido tanto con gas como con gasolina es de 1.235 kilómetros sin pasar por la estación de servicio, un aspecto muy valorado por muchos compradores a los que les resulta especialmente incómodo parar c frecuencia a repostar.

Si nos centramos en la segunda razón por la que el León de gas ha entusiasmado a todo el que lo ha probado en esta casa, la respuesta es más que obvia ya que la etiqueta ECO del León ST 1.4 TGI le permite equipararse a cualquier modelo híbrido en el logro de ventajas muy interesantes, que tienen mucho que ver con la cada día más agresiva acción de los ayuntamientos de las grandes ciudades frente al tráfico rodado.

Por último, tenemos que destacar también otra de las características estrella de esta versión del Seat León. Se trata de la normalidad de funcionamiento, es decir, todo lo que tiene que ver con una utilización exenta de sorpresas, que no requiere más experiencia que la de conducir y que no pone límites en cuanto a autonomía como, por ejemplo, puede ocurrir en un eléctrico. Y es que el León 1.4 TGI siempre comienza a funcionar tirando del depósito de gas hasta que éste se agota, pero cuando el gas se termina el coche no se detiene si no que sigue funcionando, pues de forma automática el motor comienza a operar con gasolina sin que el conductor ni nadie a bordo aprecie un solo cambio en el rendimiento o el sonido del coche. Entonces, el León TGI -si el depósito de gasolina está lleno- aún tiene bastante más de 800 kilómetros de autonomía, lo que permite buscar tranquilamente una 'gasinera' -el navegador tiene una función de navegación específica hasta la más cercana- o circular siempre en modo gasolina hasta que tengamos una estación de gas más a mano. En la actualidad existen en España 50 estaciones públicas de gas natural vehicular, pero en los próximos años se prevé un crecimiento importante de vehículos domésticos particulares que funcionen con gas natural, por lo que el número de estaciones crece mes a mes a lo largo de todo el país. De hecho, Seat y Gas Natural Fenosa han firmado un acuerdo para impulsar el gas natural como combustible de vehículos, lo que se traducirá en un importante aumento de la red, y se habla de más de 200 estaciones repartidas por el territorio en un futuro no tan lejano.

Hemos hablado de las ventajas más destacables del León de GNC, pero por supuesto no son las únicas. Un León de gas es más silencioso, tal y como hemos podido comprobar en nuestras pruebas; ofrece las mismas prestaciones tanto en modo gas como en modo de gasolina; es tan seguro como cualquier otro Seat León porque se somete a las mismas pruebas -incluido el crash test-; aunque su peso aumenta considerablemente respecto a un León de gasolina equivalente ofrece un comportamiento más aplomado al ofrecer un mejor reparto de masas; cuenta con un equipamiento igual e incluso algo mejor que un León de gasolina de idéntico acabado; puede llevar cambio automático DSG de doble embrague; y, por último, como 'gancho' Seat vende su León de gas al mismo precio que su equivalente en gasolina, el 1.2 TSI de 110 caballos.

Por si todas estas ventajas adicionales fuesen pocas, el León 1.4 TGI bifuel tiene una garantía de 24 meses que se puede ampliar opcionalmente hasta 4 años y/o 80.000 kilómetros.

El Seat León 1.4 TGI es un desconocido aún entre el gran público, pero a su vez una magnífica alternativa para ahorrar dinero, ser más ecológico y obtener numerosas ventajas de utilización cotidiana en episodios de alta contaminación.

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Correvit. Todo bajo supervisión

El Seat León de gas GNC no se ha librado de pasar por las pistas del INTA para someterse al examen de nuestro infalible Correvit. Y ha habido sorpresas, ya que nuestra unidad de pruebas, con la que llevamos ya un mes de recorridos y ensayos exhaustivos, ha mejorado ligeramente el dato oficial de aceleración, que pasa de los 11,0 segundos oficiales empleados en acelerar de 0 a 100 km/h a los 10,8 que hemos conseguido en nuestro test. Eso le sitúa casi a la altura de un León de gasolina 1.2 TSI de 110 caballos con cambio manual y 174 kilogramos menos de peso. También nos hemos llevado una grata sorpresa al comparar la sonoridad, pues hemos medido un menor número de decibelios en el León de GNC que en la versión de gasolina.

¿Requieren revisiones especiales?. No, pero las tienen antes

Una de las preguntas que más se plantea el futuro comprador de un coche de gas natural es si este tipo de vehículo requiere un nivel de mantenimiento especial en comparación con un León de gasolina sin GNC. Pero desde Seat nos comunican lo siguiente: todos los vehículos GNC tienen un intervalo de mantenimiento fijo de cambio de aceite y filtro de aceite a los 15.000 km o 1 año, lo que primero ocurra. Exceptuando el Seat Mii, el resto de nuestra gama tienen un intervalo flexible de hasta 30.000 km o 2 años. El resto de pautas de mantenimiento son iguales que las de un León de gasolina sin GNC. En el Seat Mii GNC no hay diferencia, ya que en todas sus versiones, sean de gas o no, tienen la pauta de mantenimiento fija a los 15.000 km o un año, lo que primero ocurra.

¿Es complicado repostar?. No, es rápido y seguro

Cuando pensamos en el gas vehicular pueden parecernos 'un mundo' operaciones que en otros modelos realizamos casi de forma instintiva. Una de ellas es el repostaje, porque cuando hablamos de gas parece que se activa en nuestra mente un instinto de supervivencia que, curiosamente, no despierta cuando paramos ante un surtidor normal de gasolina, siendo seguramente éste mucho más peligroso que uno de GNC. Repostar gas natural comprimido no requiere experiencia, ni ayuda, ni ser particularmente hábil con la manguera de inyectar el gas en los depósitos. La cosa es bien fácil: introduces la tarjeta de crédito, eliges los kilos de gas que quieres repostar, colocas la manguera, la bloqueas, oprimes el botón verde, esperas un par de minutos a que entre el gas… y ya está. Así de fácil es.

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El León TGi con las mismas ventajas que algunos híbridos enchufables

Desde marzo de 2015, la Dirección General de Tráfico está clasificando y etiquetando los vehículos por su nivel de contaminación. La clasificación de los vehículos deriva del Plan Nacional de Calidad del Aire y Protección de la Atmósfera 2013-2016 (Plan Aire), en el que se afirma que tanto las partículas como el dióxido de nitrógeno tienen en el tráfico rodado la principal fuente de emisión en las grandes ciudades, y propone la clasificación de los vehículos en función de los niveles de contaminación que emiten. Esta medida tiene como objetivo discriminar positivamente a los vehículos más respetuosos con el medio ambiente y ser un instrumento eficaz para establecer políticas municipales que resulten útiles en episodios de alta contaminación, permita establecer zonas de bajas emisiones en los centros urbanos y contribuya, al mismo tiempo, a la promoción de vehículos propulsados por energías alternativas como este Seat León de gas. Los titulares de los vehículos más antiguos y contaminantes no recibirán distintivo ambiental.

Etiqueta 0 Emisiones: Vehículo eléctrico de batería (BEV), vehículo eléctrico de autonomía extendida (REEV), vehículo eléctrico híbrido enchufable (PHEV) con una autonomía de más de 40 kilómetros o vehículos de pila de combustible.

Etiqueta ECO: Vehículos híbridos enchufables con autonomía de hasta 40 kilómetros, vehículos híbridos no enchufables y vehículos propulsados por gas natural (GNC y GNL) o gas licuado del petróleo (GLP). En todo caso, deberán cumplir los criterios de la etiqueta C.

Etiqueta C: Turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculadas a partir de enero de 2006 y diésel a partir de 2014.Vehículos de más de ocho plazas y pesados, gasolina y diésel, matriculados desde 2014. Por tanto, los de gasolina deben cumplir la norma Euro 4,5 y 6, y en diésel, la Euro 6.

Etiqueta B: Turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculadas a partir de enero del año 2000, y diésel a partir de enero de 2006. Vehículos de más de ocho plazas y pesados, tanto de gasolina como diésel, matriculados a desde 2005. Por tanto, los de gasolina deben cumplir la norma Euro 3; y en diésel, la Euro 4 y 5.

El Seat León TGI se puede aprovechar de las ventajas de la etiqueta ECO, que consisten en la bonificación de hasta el 75% del impuesto sobre vehículos de tracción mecánica en Madrid y Barcelona, ayuda que varía en otras comunidades autónomas. También nos libra del impuesto de matriculación. Y regalo de tarjeta de combustible de Gas Natural valorada en 200 euros. Los beneficios específicos en Madrid se traducen en el libre acceso al interior de la M-30 en los episodios de restricciones al tráfico por contaminación y en el ahorro del 50% al aparcar en zonas de estacionamiento regulado. Y las ventajas en Cataluña son un descuento de 750 euros al adquirir un vehículo GNC en la zona ZEPA, descuento en los peajes dependientes de la Generalitat y libre acceso al carril VAO C-58 de esa comunidad autónoma.