Quien esté en proceso de búsqueda de un vehículo con buenas aptitudes todoterreno, o simplemente sea aficionado al mundillo, se habrá dado cuenta de la escasa oferta que existe actualmente en el mercado español. Siendo justos, opciones hay, pero ninguna que se ajuste a un presupuesto en torno a los 50.000 euros. De hecho, de los seis que hay a la venta (Ford Bronco, Jeep Wrangler, Ineos Grenadier, JLR Defender, Mercedes Clase G y Toyota Land Cruiser), ninguno baja de los 80.000 euros. Así de crudo.
La alternativa, sin recurrir al mercado de ocasión (donde también tienen gran demanda y precios altos) está en fijarse en el segmento de las pick-up, donde la oferta es más amplia y razonable, con modelos muy interesantes como el Maxus T60 Max o clásicos como el Isuzu D-Max. Ahora bien, si hay uno que represente una apuesta segura, no es otro que el Toyota Hilux, el que más tradición tiene en esta categoría de los que se venden actualmente.
No en vano, el Hilux existe desde 1968, aunque a España no llegaría hasta bien entrados los 90. En todos estos años se ha convertido en un referente en lo que a solidez y fiabilidad se refiere, con una evolución constante por parte de la marca japonesa que le ha llevado hasta ahora, con la inclusión de un sistema de hibridación ligera que, entre otras ventajas, le otorga la etiqueta Eco.

El Toyota Hilux híbrido 48V aguanta lo que le eches
Demos un repaso a la ficha técnica del Hilux. El sistema de hibridación ligera, que este año llegará también al Land Cruiser, aporta 16 CV, de modo que la potencia máxima del Hilux híbrido se sitúa en 220 CV. Cabe destacar que la presencia de dicho sistema no resta aptitudes 4×4: 700 milímetros de profundidad de vadeo y 310 mm de altura libre al suelo, unos datos espectaculares. Por otra parte, la capacidad de carga se mantiene por encima de una tonelada, como la versión sin hibridación.
Obviamente, a la hora de aventurarnos en terrenos ‘trialeros’, el Hilux prsenta alguna limitaciones respecto, por ejemplo, a un Land Cruiser, que principalmente tienen que ver con su tamaño: 5,32 metros de longitud, 3,08 metros de distancia entre ejes y un generoso voladizo trasero. Si la cosa se pone muy complicada, es posible bloquear el diferencial trasero.
Cabe destacar que esta versión del Hilux incorpora, por primera vez, el selector de modos de conducción Multi-Terrain Select, que adapta los diferentes elementos del vehículo al terreno sobre el que se vaya a circular. Ofrece seis opciones: Sand (arena), Mud (barro), Rock (piedras), Dirt (tierra), Snow (nieve) y Auto (automático).

En carretera no brilla por comodidad
Para viajes por carretera es cuando más salen a relucir las diferencias entre un todoterreno, como el mencionado Land Cruiser y otro de carácter más industrial como el Hilux. Este último sigue confiando en un esquema de suspensión trasero con ballestas como elemento flexible, en lugar de muelles, por lo que el confort es notablemente menor, especialmente cuando se viaja sin carga. Esta menor comodidad de siente especialmente en las plazas traseras, que ya de por sí son menos amplias que las de un TT de los que se venden en la actualidad.
También hay que tener en cuenta que el sistema de tracción del Hilux únicamente permite activar el 4×4 (modo 4H) sobre superficies deslizantes, ya que carece de diferencial central y llevarlo accionado sobre asfalto seco puede provocar desgaste prematuro e incluso averías. Por lo demás, el motor 2.8 diésel da unas prestaciones holgadas y el consumo no es excesivo, en torno a 10,5 litros cada 100 kilómetros en una conducción normal por autopista (el depósito tiene 80 litros de capacidad).

No obstante, el principal problema que le hemos encontrado al Hilux está en la ausencia de regulación de altura del asiento ni de profundidad en la columna de dirección, que condiciona bastante la ergonomía. El puesto de conducción está muy alto, de modo que para acceder al habitáculo se requiere de un mínimo de agilidad.
Por último, falta hablar del precio. La nueva mecánica de turbodiésel de 48 voltios únicamente está disponible con el acabado más completo, denominado VXL, que tiene una tarifa de 51.250 euros. Su principal alternativa es el Ford Ranger Wildtrack 2.0 EcoBlue 205 CV, que cuesta prácticamente lo mismo y es algo más refinado de cara a un uso lúdico.
Galería de imágenes de la prueba del Toyota Hilux 48V
Fotos: Motor 16














