Por norma general, apostar por un vehículo de aire Coupé conlleva ciertos sacrificios, comenzando por el económico. Dar el salto de un Audi Q4 e-tron a un Audi Q4 Sportback e-tron implica sumar 1.650 euros a la factura de arranque. Pero esa cuantía escala hasta los 2.385 euros si decidimos pasar de un Volkswagen ID.4 a un Volkswagen ID.5. Todo ello teniendo en cuenta la igualdad mecánica.
Estos dos SUV eléctricos son ‘almas gemelas’ de nuestro protagonista, que curiosamente la firma checa te cobra al mismo precio que un Enyaq iV ‘sin Coupé’. Cosa que es de agradecer. Aunque también es verdad que cuesta más de 10 millones de las antiguas pesetas (estamos hablando de 61.100 euros) cuando hablamos de una versión iV 80 y con el deportivo acabado Sportline, en el que no le falta detalle en cuanto a equipamiento.
Skoda Enyaq iV y Skoda Enyaq Coupé iV tienen el mismo precio
Hace años apostar por un Coupé también se traducía en sacrificar espacio y funcionalidad. Pues eso a este Skoda Enyaq Coupé iV no le sucede, porque aun con una marcada caida del techo, el acceso a las plazas posteriores es perfecto. Plazas que además gozan de una brillante altura libre al techo, sin olvidar el gran hueco para las piernas, la climatización independiente… Y aunque pierde 15 litros de capacidad de maletero, los 570 que ofrece son extraordinarios. Además, su bandeja rígida resulta más práctica que el estor utilizado por el resto de los Enyaq iV.
Lejos de encontrar algún ‘pero’ al apostar por este Coupé, lo cierto es que todo parecen ser ventajas, que se acentúan cuando se combinan con una mecánica eléctrica como la de nuestro protagonista. Su llamativa silueta (personalmente me gusta más que uno normal) se traduce en una aerodinámica que pasa de 0,27 a 0,24. Si seguimos con los números, eso le permite homologar un gasto de 15,5 kWh/100 km, cuando uno normal se va hasta los 16,1 kWh/100 km. Y lo que es mejor aún, su autonomía media en ciclo WLTP se estira de 533 a 553 kilómetros.
Su mejor aerodinámica reduce el consumo y alarga la autonomía
Lo cierto es que sobre el papel todo es de color de rosa con este Skoda Enyaq Coupé iV Sportline 80. Pero, ¿en la práctica?
Aunque nace sobre la plataforma MEB del Grupo Volkswagen, se nota la mano de la compañía checa a la hora de afinarlo. De ahí que tenga un extra de ergonomía, y de lógica, con sus cuatro botones para los elevalunas, con una pantalla para controlar en todo momento la climatización, con más botones físicos, con levas para variar la capacidad de retención… Cosas que parecen insignificantes a primera vista, pero que en el día a día se agradecen.
El Skoda Enyaq tiene una ergonomía superior a sus hermanos
También los Enyaq iV sorprenden por sus acabados y ajustes, más cuidados que los de sus hermanos directos.
Como su nombre indica, los Sportline suman detalles deportivos. Entre ellos unos sensacionales asientos y un volante con tres radios. Y tras acomodarnos, nos ponemos en marcha en su modo ECO, perfecto para estirar su autonomía a base de limitar el trabajo de elementos de confort o suavizar la entrega de potencia de su motor trasero. Aunque a la gama han llegado versiones con doble motor que erogan 265 y 299 CV. Este último para el deportivo RS, que cuesta 3.500 euros más que nuestro protagonista. Para pensarlo.
Ofrece unas prestaciones muy convincentes
Como es tónica habitual en los eléctricos, la suavidad y la instantánea respuesta al acelerador son sus cartas de presentación. Esto último se acentúa en los otros modos de conducción: Normal, Sport e Individual.
Los eléctricos nacidos de la MEB lucen particularidades como los frenos traseros de tambor, un detalle más de estética que efectivo, porque este Enyaq Coupé iV frena de maravilla aun con un tacto y un recorrido del pedal de freno algo mejorables. Pero es verdad que quedan ‘raros’ tras las llantas de 21 pulgadas de nuestro protagonista. Opcionales por 605 euros. También acusan una suspensión algo artificial, que filtra bien, pero que cuando el firme no es perfecto se torna seca. Y aunque he probado otros Enyaq iV con suspensión activa, este que no la tenía casi me ha gustado más.
Este Skoda Enyaq no le tiene miedo a los largos viajes
El motor le pone ganas en cuanto a prestaciones, pero recuerda que pesa 2.149 kilos. A baja velocidad gana ritmo rápido, pero en carretera conviene no animarse. No en vano tiene una relación peso/potencia de 10,53 kg/CV, la misma que un Kodiaq TSI 150 CV.
Como todo eléctrico, la autonomía varía de forma considerable en función de la conducción, la temperatura exterior, el uso del climatizador… Pero los 16,2 kWh/100 km son los mismos que medimos en su día a un Enyaq iV 60 y suficientes para hacer más de 470 kilómetros entre carga y carga.