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Seat León X-Perience 2.0 TDI 150 CV. Divertido y práctico

El abuelo de mi buen amigo Pablo Cofán utiliza una frase memorable para definir en pocas palabras la calidad y empaque de un coche de los buenos. Su expresión, «es un coche de una vez», en una clara alusión a que te lo compras y ya tienes coche para toda la vida, le va al pelo al Seat León X-Perience 2.0 TDI 150 CV, una versión tuneada del ST 4Drive, dirigida a los seguidores de la marca española que no pueden esperar los más de 12 meses que quedan hasta la llegada del tan esperado SUV, al que de momento conocemos como IBX.

Apostamos por el 2.0 TDI de 150 CV

Y el X-Perience es un «coche de una vez» porque tiene prácticamente todo lo que uno puede desear por menos de 30.000 euros. Uno de los diseños más convincentes con carrocería familiar, espacio para dar y tomar, un motor turbodiésel potente pero de bajo consumo, un sistema de tracción total de última generación, un chasis moderno con esquemas de suspensión muy eficaces y un equipamiento interesante de serie que se puede completar con opciones hasta unos niveles que para sí quisieran muchos modelos de segmentos superiores.

Estética off-road

El X-Perience se diferencia de un ST 4Drive en las llantas específicas de 17 pulgadas, las molduras de protección en las taloneras de las puertas y pasos de rueda, en los nuevos paragolpes rematados en plástico plateado simulando aluminio o en los tubos de escape cromados. Un disfraz de chico duro que resulta no obstante bastante discreto de cara a dejarle margen a un IBX que, cuando llegue, debería ser todavía más corpulento, agresivo y aparente.

Un nuevo sistema de navegación opcional

Por dentro, tres cuartos de lo mismo. Costuras color naranja en asientos, volante y pomo de cambio, y logotipo X-Perience en pomo de la palanca, taloneras y volante. Sólo eso, aunque el León más aventurero también estrena el Navi System High, (opción de 1.725 euros), un sistema con pantalla táctil de 6,5 pulgadas en color que lleva entre otras «delicatessen», reconocimiento de voz para radio, teléfono y navegador, Mirror Link, Wifi, SMS, Navegación en 3D, Disco duro de 10 GB o dos nuevas características de ayuda a la conducción. Por un lado el Seat Ecotrainer app que evalúa la eficiencia del modo de conducir en tiempo real y en una escala de color, mostrándolo en un monitor, además de un resumen de los últimos tres minutos de conducción. Por otro, el menú «Off road», que muestra una pantalla con brújula, un indicador de altura sobre el nivel del mar y el ángulo de dirección de las ruedas delanteras en el más puro estilo de una marca tan especialista en el campo como Land Rover. Y ya que tocamos el tema campo, hay que decir que el nuevo León ha aumentado su distancia libre al suelo en 27 mm respecto a la versión ST y ST 4Drive. Son 172 mm en total desde la parte más baja del vehículo al suelo, una cifra superior a la de un Mercedes GLA (134 mm), un Nissan Juke (170 mm) o un Skoda Scout (171 mm), pero inferior a la de modelos como el Altea Freetrack (225 mm), VW Tiguan (200 mm) o Skoda Yeti (180 mm). Esta mayor altura le permite escaparse con ciertas garantías por caminos perdidos y en ese entorno defenderse con muy buenas maneras. Allí nos ha gustado la forma en la que las suspensiones absorben los baches y, sobre todo, la solidez que transmite el conjunto de chasis y carrocería al pasar por las zonas más quebradas.

Sistema Haldex de quinta generación

Pero no nos engañemos. Aunque el León X-Perience se porte de maravilla en caminos que asustarían a muchos urbanitas, lo suyo no es el campo. El entorno ideal para el nuevo integrante de la familia León, que por cierto ya cuenta con una gama de nada menos que 89 modelos, es el asfalto, da igual que esté mojado o cubierto de nieve. El X-Perience en carretera muestra un equilibrio sorprendente a pesar de su mayor altura y peso. Los casi 3 centímetros más de alto no provocan más balanceos y los 124 kilos más que pesa respecto a un León ST de tracción delantera (18 más que el ST 4Drive), tampoco suponen un obstáculo que afecte al comportamiento de nuestro protagonista. Para comprobarlo afrontamos un tramo de rally con abundantes curvas; virajes, muchos de ellos en subida, que hay que tomar en 2ª velocidad. Realizamos una conducción deportiva porque el X-Perience nos lo permite e incluso nos lo pide a gritos y comprobamos sorprendidos que el Haldex que reparte el par entre los ejes efectúa tan bien su trabajo que incluso acelerando a fondo en 2ª a la salida de cualquiera de esas «paellas» el X-Perience tracciona de maravilla sin patinar ni perder rueda y manteniendo la trayectoria sin inmutarse. Y lo más llamativo, sin que se encienda ni una luz en el cuadro avisando que ha entrado en acción cualquiera de los controles de tracción o estabilidad.

En el Centro Técnico de Seat en Martorell han conseguido un compromiso excepcional de chasis, con un eje trasero multibrazo que no llevan los ST de tracción delantera, de forma que es posible un comportamiento deportivo sin sacrificar especialmente la comodidad.

Gasta 6,1 l/100 km de media real

Y sobre la respuesta del motor 2.0 TDI de 150 caballos, que hemos probado en numerosas ocasiones, sólo se pueden hablar maravillas. Estira de forma contundente hasta pasadas las 4.500 rpm, no le falta fuerza a bajo régimen lo que permite mantener las marchas largas sin que decaiga la respuesta, permite tirar de un remolque o caravana y viajar con toda la familia y su equipaje sin que se eche de menos más potencia ni en los adelantamientos más delicados. Y todo ello con un consumo que va a oscilar generalmente entre los 6 y los 7 l/100 km y que en el peor de los casos nunca va a subir de 8 l/100 km.  Anda más que de sobra, ya que alcanza una velocidad máxima de 208 km/h, acelera de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos y es capaz de recuperar de 80 a 120 km/h en cuarta velocidad en sólo 6,4 segundos.

El equipamiento del X-Perience 2.0 TDI de 150 caballos es específico y muy completo aunque echamos en falta elementos que la marca cobra aparte, como los sensores de lluvia y luces (125 euros). Tampoco nos ha gustado que para disponer del menú «Off road» en la pantalla táctil, haya que gastarse casi 2.000 euros en el Sistema de Navegación más alto de gama. Sin embargo el precio final es muy competitivo y sin duda mucho más atractivo que el que anunciará el VW Golf Alltrack que llegue la próxima primavera. Y no dejan de ser el mismo coche con marcas diferentes.