La opción más prestacional de la gama Kadjar recae sobre esta versión de gasolina TCe de 160 caballos. No es un tiro, vale, pero ofrece unas prestaciones y un rendimiento general que colmará a la mayoría de los conductores. Disponible con caja manual -nuestro protagonista- o automática EDC, si le apretamos alcanza los 210 km/h de velocidad máxima. Además, resulta solvente a la hora de acelerar y recupera también con determinación desde bajo régimen.
En este sentido, quizás no sea tan 'alegre' como el TCe de 140 CV, pero es más contundente de cara al cronómetro y resulta igual de refinado en marcha. De hecho, al ralentí cuesta en ocasiones saber si está arrancado porque apenas suena y no vibra. Por abajo comienza a empujar con fuerza desde 1.500 rpm y por arriba corta a 6.300 -a 5.000 vueltas ya lo da todo-. En autopista, circulando a 120 km/h apenas gira a 2.600 rpm en sexta velocidad, con un consumo de apenas 7,0 litros. Eso sí, si queremos adelantar en carretera habrá que reducir dos marchas para tomar carrerilla. Si lo hacemos, pasar de 70 a 110 km/h en cuarta se traduce en 6,3 segundos y 159 metros para firmar la maniobra. Lo dicho, no bate récords, pero resulta solvente.
Confortable debido a una suspensión que filtra bien las irregularidades, dinámicamente es una garantía cuando aparecen las curvas. No es la opción más dinámica del segmento, pero se defiende con maestría. En cualquier caso, la electrónica es demasiado intrusiva y nos dejará 'jugar' más bien lo justo en zonas serpenteantes.
La dirección es suave y no demasiado directa -3,2 vueltas de volante entre topes-, aunque lo menos atractivo son las distancias de frenado -59,4 metros desde 120 km/h-, justificadas en parte por los neumáticos M+S que portab nuestra unidad. Esas gomas forman parte del opcional Extended Grip -162 euros-, un asistente electrónico que gestiona de manera inteligente el control de tracción. Se regula con tres modos: Normal, Baja Adherencia y Experto. Está activo hasta los 40 km/h, y resulta más efectivo de lo que pueda parecer.
El habitáculo resulta cómodo delante y ofrece un espacio considerable detrás; y el maletero cubica 472.
Este propulsor está disponible desde el acabado Zen, y eso implica en su dotación de serie faros Full LED, cámara trasera, pantalla táctil central de 7 pulgadas con R-Link, tarjeta manos libres, climatizador bizona, alerta de cambio involuntario de carril, control de ángulos muertos, luces de carretera inteligentes, sensores de aparcamiento y ayuda a la frenada de emergencia, entre otros elementos.
LA CLAVE
El Kadjar ofrece un gran equilibrio entre confort y dinamismo de marcha, es amplio y está bien equipado. El propulsor TCe 160 CV es refinado y solvente a nivel de prestaciones, y convierte a este vehículo en un gran rodador sobre asfalto. Fuera de él, el práctico asistente Extended Grip da más juego de lo que podría pensarse.