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Volvo V60 T6 AWD Inscription. Un familiar de altos vuelos

Hace años, cuando veía un familiar de Volvo, reconozco que se me atragantaba visualmente porque eran prácticos… pero algo 'armarios'. Sin embargo, en un país como Suecia, donde el diseño es virtud, era cuestión de tiempo que esas formas acabaran dulcificándose, y ahora soy fiel seguidor de las sagas 'V'.

A un familiar se le pide espacio, y a un Volvo se le exige seguridad. El V60 no defrauda en este sentido. Ha crecido hasta los 4,76 metros y ofrece una habitabilidad en las plazas posteriores parecida a la que encontramos en rivales similares con sello premium. Sin embargo, su gran baza es el maletero, que dispone de 529 litros, un volumen superior al de sus enemigos alemanes. Desde el compartimento de carga se abaten los respaldos y queda un espacio plano y diáfano que alcanza los 1.441 litros.

La puesta en escena interior no difiere de la de otros modelos, como el V90, a nivel del salpicadero o la consola central, aunque con menos centímetros, como es lógico. El cuadro de mandos digital cambia de aspecto según sea el programa elegido, y la pantalla táctil de 9 pulgadas del salpicadero se maneja como una tablet, pasando páginas de asistentes de conduccion, conectividad, telefonía…

Destacar las magníficas butacas delanteras, por sujeción y confort -las de nuestra unidad de prueba eran opcionales-; mientras que detrás, sin tanto glamour, habrá que evitar la plaza central por el voluminoso túnel de transmisión.

La nueva plataforma SPA desde la que nace nuestro protagonista le permite heredar las tecnologías más avanzadas de sus hermanos mayores -el mencionado V90 o el XC90-, como la frenada de emergencia City Safety, que añade ahora un aviso de colisión frontal, o el avanzado Pilot Assist, que se hace cargo de dirección, acelerador y frenos hasta 130 km/h, tornando más cómoda una conducción semiautónoma, aunque habrá que sujetar el volante con fuerza para evitar que se desconecte.

La dotación de serie es generosa, aunque hay algunas lagunas, como tener que pagar por el control del ángulo muerto o unos faros antiniebla, algo estándar en muchos modelos generalistas.

Con 310 CV de potencia

El alma de esta versión T6 es un propulsor de sólo dos litros construido en aluminio que eroga 310 CV gracias al trabajo conjunto de un compresor y un turbo. El primero actúa hasta las 3.000 rpm, momento en que se desconecta y da paso al turbo, ya eficaz por la fuerza de los gases de escape. El motor suena bonito y se asocia a un cambio automático Geartronic con convertidor de par de ocho relaciones y a un sistema de tracción de total. El primero es suave y rápido al cambiar de marcha, y el segundo es un plus en dinámica. En condiciones normales el par actúa sobre el eje delantero, pero en caso de necesidad puede enviar hasta un 50 por ciento a la ruedas traseras.

Analicemos ahora su rendimiento y comportamiento. El motor empuja con fuerza en las tres primeras relaciones, aunque la aceleración de 0 a 100 km/h no ha sido tan brillante como la oficial: 6,3 segundos frente a los 5,8 que homologa. En su lado más rebelde sube hasta 6.300 rpm, y no tendremos problemas para adelantar porque pasar de 70 a 100 km/h se traduce en 3,7 segundos y en 100 metros de pista libre, cifras de mérito si tenemos en cuenta que pesa 1.824 kilos en vacío.

El chasis es todo un aval. En autopista lo borda por su gran confort, lo mismo que en carreteras de buen firme. Tampoco se pone de perfil cuando aparecen las curvas, aunque nuestra unidad jugaba con ventaja pues montaba el chasis adaptativo Four-C, que gestiona los amortiguadores de manera adaptativa. Presenta cuatro modos de conducción: Eco, Comfort, Dynamic e Individual. Desde este último se gestiona al gusto el motor, el cambio, la dirección o el control de estabilidad. No son diferencias drásticas, pero sí evidentes.

Nos hubiera gustado una dirección algo más directa y rápida -2,8 vueltas de volante entre topes- y unas levas -sólo se ofrecen, por 169 euros, en los V60 R-Design- para cambiar de manera secuencial, pero en general convence. También los frenos, con unas distancias registradas dentro de lo razonable, apoyadas por unos generosos neumáticos 235/40 R19.

Si buscamos una opción confortable, el V60 es ideal; si queremos más vivencias dinámicas, digamos que hay opciones más 'divertidas'. Eso sí, nos ha sorprendido gratamente el consumo, pues en el modo Eco, y siendo 'cuidadosos', ha firmado 8,1 litros de media. Por las bravas, se dispara por encima de los 13.

El acabado Inscription se sitúa entre el Momentum y el R-Design. Destacamos dos opciones que apreciarán nuestra vista y el oído: los faros Full LED matriciales y el equipo de sonido Bowers & Wilkins con 1.100 vatios, y con el que apetece escuchar fuerte hasta las noticias…

LA CLAVE

Ya constituye una clara alternativa a sus rivales premium alemanes. El V60 es amplio, confortable, seguro y se remata con calidad, y esta variante T6 ofrece buenas prestaciones, un consumo muy asumible y una dinámica más que correcta. La atractiva vía escandinava gana presencia día a día.