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Toyota RAV4 Plug-in Hybrid. El paso intermedio

El año que viene Toyota promete lanzar su primer SUV eléctrico. Pero mientras ese día llega, la opción perfecta para todos aquéllos que no quieran renunciar a nada en un vehículo es este RAV4 Plug-In Hybrid, una versión que para comenzar, requiere un desembolso extra de unos 13.000 euros respecto a un RAV4 con el mismo acabado y mecánica híbrida 'a secas' 4×4.

Hay que reconocer que es una 'pasta' -cierto es que se puede reducir en 5.000 euros gracias al MOVES III-, pero detrás de esa diferencia económica hay mucho más que el pasar del distintivo medioambiental ECO al Cero. En esa diferencia también hay que tener en cuenta algún que otro detalle en su dotación de serie -este Plug-In además tiene un acabado superior Style Plus-, además de esconder una mecánica mucho más avanzada, potente y eficiente.

El punto clave es una batería de iones de litio con 18,1 kWh -la del híbrido tiene 1,59 kWh y es de níquel-, que admite recargas de hasta 6,6 kW, lo que permite tenerla al máximo en tres horas. Se agradece esa rapidez y un punto de carga iluminado, además de los 174 kW (236 CV) que erogan sus motores eléctricos, los cuales le permiten ofrecer unas brillantes prestaciones en modo EV, en el que arranca por defecto cuando tenemos energía en su batería. Este modo EV se puede combinar con los programas ECO, Normal y Sport, además de con la posición secuencial de su cambio e-CVT, que simula seis velocidades. Y esto permite tener un eléctrico que se puede conducir como un híbrido convencional.

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Toyota homologa 75 kilómetros de autonomía eléctrica, que incluso pocos parecen. Era habitual ver autonomías superiores a los 80 kilómetros, que en ciudad son sencillos de conseguir, e incluso superar, porque su gasto urbano ha sido de 17,1 kWh/100 km. Como otros híbridos enchufables, a medida que se incrementa el ritmo, la autonomía eléctrica desciende a pasos de gigante, pero este RAV4 cumple tus necesidades diarias sin arrancar su 2.5 Dynamic Force. En el caso de suceder tampoco pasa nada, porque en modo híbrido -HEV- se muestra realmente eficiente, sin pulverizar la economía familiar a la hora de afrontar largos desplazamientos. Y es que los 6,7 l/100 km de media obtenidos sin una gota de energía en sus baterías son sensacionales. Y son solo dos décimas más que lo que medimos a un RAV4 Hybrid 220H 4×2, 245 kilos más ligero y con 88 CV menos.

A todos esos modos hay que añadir el Charge que incrementa la carga de la batería en marcha, solo para usar en momentos puntuales. Y el Trail, que optimiza la entrega de potencia para conducción off-road, donde sus Dunlop no son su mejor aliado, como en curvas.

LA CLAVE

Si puedes permitirte esa diferencia económica con el RAV4 híbrido ésta es la opción perfecta. No solo por sus brillantes prestaciones ni por su etiqueta '0 emisiones', sino porque de lunes a viernes no escucharás su motor térmico. Y es que Toyota ha creado una parte eléctrica que es sencillamente brillante.