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martes, 20 mayo 2025

Prueba del Toyota Proace City Verso L1 1.5D 130 CV: La paradoja del Toyota gallego

Normalmente empezaría esta prueba poniendo un poco de contexto sobre el Toyota Proace City: dimensiones, fechas, gama… pero hoy vamos a empezar por otro sitio, por el momento en el que, volviendo de un viaje desde El Bierzo a Madrid, nos detenemos a la altura de Palacios de la Valduerna, en el páramo leonés, para hacer unas pocas fotos con las que documentar esta prueba.

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Allí compruebo que, con poco más de un cuarto de depósito, el ordenador de a bordo estima que me queda gasóleo suficiente para recorrer 250 kilómetros. Esa distancia es, aproximadamente, la que lograría recorrer si en este momento condujera la versión eléctrica y partiera desde este mismo punto hacia Madrid con la batería completamente cargada. No deja de ser un dato que da que pensar.

El Toyota proace City Verso es un extraordinario vehículo familiar

Todo esto me sirve para intentar transmitir la practicidad de un vehículo con múltiples caras. Si superas el complejo de conducir una “furgo”, este Toyota Proace City Verso es uno de los automóviles más prácticos que vas a encontrar en el mercado tanto si lo comparas con sus alternativas por su longitud como si lo comparas por su precio. Y, ahora sí, vamos a ordenar un poco mejor el relato.

El Toyota Proace City Verso es la interpretación de Toyota de la furgoneta en versión de pasajeros que Stellantis fabrica en Vigo (y hasta en cuatro factorías más localizadas en tres continentes), comercializada como Citroën Berlingo, Peugeot Rifter, Opel Combo, Vauxhall Combo Life y Fiat Doblò. Su actual generación comenzó a fabricarse en 2018, si bien Toyota no lanzó su versión hasta mayo de 2020.

Prueba del Toyota Proace City Verso L1 1.5D 130 CV: Práctico

Tras una actualización lanzada en junio de 2024, este Toyota “gallego” llega a los concesionarios con una atractiva gama en la que podemos elegir dos batallas, dos sistemas de propulsión, dos acabados y cambio manual o automático.

Con la batalla más corta (que no es realmente corta, ya que alcanza los 2,79 metros), renunciamos a la tercera fila de asientos, pero disponemos de un vehículo de cinco amplias plazas y 4,40 metros de longitud que nos ofrece 597 litros de capacidad bajo la bandeja trasera, volumen que se multiplica por 3,5 si abatimos la segunda fila de asientos y transformamos nuestro familiar alternativo en la furgoneta que realmente es.

La vida a bordo del Toyota Proace City Verso

Atrás quedaron los tiempos en los que conducir una “furgo” suponía renunciar al confort, las prestaciones o la seguridad que ofrecía un turismo. De entrada, la postura erguida, con la cadera alejada del suelo y la espalda recta es mucho más adecuada para largos desplazamientos que la postura tendida que adoptamos en una berlina o un familiar –SUVs aparte–.

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Nuestro Toyota ProAce City Verso cuenta con unos asientos de calidad, de mullido más bien firme, cierta sujeción lateral y apoyabrazos individuales. Las plazas traseras son también individuales, con fijaciones IsoFix en los tres asientos, una testimonial sujeción lateral y el piso plano. Además, su accesibilidad, a través de amplísimas puertas correderas, resulta magnífica, e incluso podemos disponer de elevalunas eléctricos también en estas puertas.

Casi todas las superficies que se encuentran a la vista están convenientemente guarnecidas, con ajustes de razonable calidad. No vamos a negar que muchos de los plásticos que tenemos a nuestro alcance son rígidos, que el equipo de sonido no es precisamente de gama alta, que la insonorización tampoco es la de un monovolumen y que no hay ornamentos como superficies revestidas de tejido, pespuntes, molduras en contraste o pantallas absurdamente grandes.

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Más allá de esto, en el interior del Proace City encontramos abundantes huecos para depositar objetos, incluidas la siempre práctica bandeja sobre el parabrisas, una pequeña guantera con tapa justo encima del cuadro de instrumentos, un cofre bajo una persiana en la consola central y un práctico hueco debajo del selector del cambio.

No obstante, la ergonomía no es perfecta. La pantalla central dificulta el acceso al hueco que se encuentra tras ella, los portabebidas son innecesariamente estrechos, y varios mandos quedan ocultos a la vista tras la zona izquierda del volante, un error que no por habitual deja de ser error.

Así va el Toyota Proace City Verso

Más allá de esos pecadillos ergonómicos, este Toyota Proace City Verso es un vehículo enormemente satisfactorio, y lo es porque su incuestionable habitabilidad se suma a una cadena cinemática impecable. El punto de partida es la plataforma EMP2, estrenada en 2013 por el Citroën C4 Picasso II (fabricado en Vigo), así como por los Peugeot 308 II y 408 II. Concebida para albergar sistemas de propulsión tanto térmicos como eléctricos y todo lo que queda de camino, fue rebautizada como STLA Medium.

Este punto de partida permite ofrecer versiones puramente eléctricas que, en el caso de este Toyota Proace City Verso solamente son recomendables si no empleas el vehículo para viajar, ya que la autonomía en autopista se queda muy lejos de lo que sería deseable.

prueba toyota proace city verso diesel aut 8 vel 11 Motor16

Así que, sí o sí, las versiones diésel son preferibles. En este caso hay tres posibilidades sobre la misma base mecánica, compuesta por un moderno 1.5 turbodiésel: 100 CV y cambio manual o 130 CV y cambio manual o automático. En nuestro caso, conducimos precisamente esta última.

Elegir entre la versión menos potente y la de 130 CV no plantea dudas. Sólo si vamos muy ajustados de presupuesto tendrá sentido descartar la variante más potente, ya que vamos a tener que lidiar con cerca de una tonelada y media en orden de marcha, una masa que, a plena carga, es fácil que llegue a las dos toneladas, que en el caso del motor de 100 CV arrojaría una desfavorable relación peso/potencia de 20 kg/CV.

No tan sencilla es la elección entre cambio manual de seis relaciones o automático, de ocho. Los consumos, en ciclo de homologación, son idénticos. En ciudad, yendo muy finos, podemos sacar cierta ventaja al embrague frente al convertidor de par del cambio automático, pero en autopista el desarrollo final más desahogado juega claramente a favor del automático.

Ahora bien, a igualdad de equipamiento, hay 2.000 euros de ventaja para la caja manual, que aporta un extra de confort en ciudad, aleja potencialmente las averías de un embrague que puede sufrir mucho en un vehículo comercial de tracción delantera, pero encarece excesivamente el producto.

prueba toyota proace city verso diesel aut 8 vel 12 Motor16

Pero independientemente del cambio elegido, el Toyota Proace City Verso es un vehículo muy satisfactorio dinámicamente. Dada su arquitectura, hay inercias en los apoyos fuertes, los neumáticos se estresan si apuramos las frenadas o tratamos de traccionar en curva cerrada en una marcha corta, a la dirección se le acumula el trabajo y, en general, el vehículo impone un ritmo tranquilo para que la conducción no sea antinatural.

Más allá de eso, las suspensiones trabajan adecuadamente, el freno se dosifica bien, y la lógica del cambio automático no admite reproches. Además, el convertidor de par no da sensación de resbalamiento, y hace muy fáciles las maniobras a velocidad extremadamente baja, algo que no suele ocurrir con los cambios automáticos acoplados por embragues alternos o doble embrague.

Así que desde 27.700 euros puedes hacerte con un Toyota Proace City Verso en versión Combi (industrial, de pasajeros), acabado GX (básico pero suficiente) y motor diésel de 100 CV, mientras que el diésel de 130 CV con cambio automático y acabado Active se ofrece a partir de 30.250 euros. Merece la pena.

Fotos de la prueba del Toyota Proace City Verso L1 1.5D 130 CV

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