La última generación del Skoda Fabia ha dado un salto cualitativo considerable. Ahora es un vehículo más amplio, se rodea de una mayor carga tecnológica y resulta más confortable. La versión TSI de 95 CV que probamos ofrece un rendimiento y un consumo muy atractivos para moverse por ciudad y sus alrededores. Resulta sumamente equilibrado en todos los frentes.
Skoda Fabia, un ‘tapado’ del segmento
El Skoda Fabia siempre ha sido un ‘tapado’ dentro del segmento utilitario. Es uno de esos coches que, sin hacer ruido, resulta tremendamente competitivo y superequilibrado en todos los frentes. Quizás el diseño no ‘ayudaba’ demasiado hace años, pero en esta cuarta generación es coqueto, muy aerodinámico, amplio, eficiente, bien dotado tecnológicamente… Pues eso, un rival de cuidado para cualquiera que se precie.
En esta cuarta generación la nueva plataforma MQB-A0 del Grupo Volkswagen le sienta maravilla porque incorpora nuevos asistentes de conducción, pero sigue siendo insuficiente a la hora de poder contar con alguna versión ‘hibridizada’, aunque en este segmento se mira con lupa el precio y no resulta tan determinante presumir de una etiqueta ECO que, por otra parte, sí portan algunos de sus rivales.
En cualquier caso su nueva imagen convence, se estira hasta los 4,11 metros y lucha contra el viento con más eficacia. Para ello incorpora detalles como unas llantas optimizadas y soluciones de ‘coche grande’, como una rejilla frontal activa que se abre o cierra en función de las necesidades de la refrigeración.
Interior del Skoda Fabia
Asimismo el interior aumenta su atractivo. Totalmente digitalizado, es más actual y vistoso. El cuadro de mandos contempla hasta cinco configuraciones diferentes, y la pantalla táctil del salpicadero de 9,2 pulgadas ofrece una magnífica resolución.
Además, no es de las más conflictivas en cuanto a su manejo. Los mandos de la climatización quedan fuera y, por cierto, por primera vez ofrece una solución bizona a la hora de ajustar la temperatura.
Eso sí los plásticos que rematan el interior no dan una sensación de gran calidad, son todos duros, aunque bien ensamblados, y el freno de estacionamiento recurre a la tradicional palanca.
Soluciones prácticas Simply Clever
A cambio presume de las prácticas ideas Simply Clever con las que la marca checa facilita mucho las cosas, como un rascador de hielo en la trampilla del depósito de combustible, o un paraguas introducido en un hueco de la puerta del conductor.
Nada que objetar a su ergonomía, y menos aún a su habitabilidad. Se notan los casi 10 centímetros de incremento en su distancia entre ejes y los cinco en su cota de anchura en esta última puesta en escena con respecto al modelo anterior.
Si buscamos espacio no cabe duda de que estamos ante una de las mejoras alternativas del segmento, sin duda. Y todo esto se complementa con un maletero que también aumenta su capacidad hasta los 380 litros (50 más que antes), situándose casi en la órbita de algunos modelos compactos de mayor tamaño.
Motor 1.0 TSI con 95 CV
Bajo el capó, sin opciones diésel ni de hibridación ligera, la oferta es exclusivamente de motores de gasolina. Nuestro protagonista 1.0 TSI no es la versión de acceso (hay un 1.0 MPI con 80 CV), pero sí el mínimo recomendable porque incorpora un turbo e incrementa la potencia hasta los 95 CV (hay versiones de 110 y un 1.5 TSI con 150 CV asociado al acabado Monte Carlo).
Este propulsor, de sobra conocido, ofrece un buen rendimiento en ciudad y alrededores, donde convencerá pese a no ser un prodigio en cuanto a refinamiento por su condición tricilíndrica. Ojo, no es que sea molesto o desagradable; simplemente suena diferente al acelerar, y al ralentí sí que llega alguna vibración ‘extra’ al interior.
En cualquier caso está asociado a un cambio manual de cinco relaciones (no hay opción DSG), con unos desarrollos finales algo largos para contribuir a un consumo que, como veremos luego, es algo bipolar.
Este bloque responde bien a partir de 2.000 rpm y estira hasta las 6.500 de una manera solvente. Quizás una sexta relación sería ideal (por 500 euros más la ofrece el TSI de 110 CV), pero convence en un tipo de conducción sosegada y un tanto urbanita.
Prestaciones y consumo del Skoda Fabia TSI 95 CV
En autopista, a 120 km/h iremos plácidamente a 2.800 vueltas de tacómetro y con apenas 5,4 litros de media, y si afrontamos tramos en carretera tampoco es mayor problema. Habrá que reducir en algunas situaciones si vamos con el vehículo cargado, y será obligado hacerlo al adelantar para firmar unos tiempos modestos, pero aceptables. Pasar de 80 a 120 km/h en cuarta velocidad se traduce en 9,9 segundos.
En marcha ofrece un tacto bastante agradable, el chasis va sobrado para su nivel de potencia, la dirección resulta comunicativa y frena muy bien (37,9 metros necesitó para detenerse por completo desde 100 km/h). Da la sensación de ir algo más confortable a nivel de suspensión que un Seat Ibiza, con el que comparte motor y plataforma.
En cuanto al consumo, resulta muy atractivo si nos lo tomamos con calma. De hecho firmar una media de 5,3 litros durante la prueba es un dato a tener en cuenta. Sin embargo, si se le exige, el pequeño bloque tricilíndrico incrementa su sed considerablemente y más de lo esperado, hasta rondar los 8,0 litros.
Equipamiento del Skoda Fabia
Otro aspecto mejorado es el que salpica a su dotación. De serie con el acabado Style contempla el cuadro Virtual Cockpit, frenada de emergencia en ciudad Front Assist, asistentes de arranque en pendiente y de fatiga, faros LED, alerta de cambio de carril y una completa oferta multimedia.
Por primera vez introduce elementos como el Travel Assist con control de velocidad adaptativo y mantenimiento de trayectoria (cuesta 555 euros en la carta de opciones), o el estacionamiento automatizado Park Assist, por el que hay que desembolsar 915 euros. Similar precio tiene el completo sistema de navegación Amundsen (930 euros), y mucho más accesible, apenas 15 euros, es el práctico control por voz. El precio del Skoda Fabia 1.0 TSI 95 CV con acabado Style es de 21.920 euros.
En definitiva, más grande, seguro y confortable. El Skoda Fabia es una de las opciones más equilibradas del segmento. Quizás no sea el mejor en aspectos concretos, pero sumados todos se convierte en un rival temible para cualquiera. La nueva plataforma repercute en una mayor habitabilidad y maletero, y el propulsor TSI de 95 CV ofrece un rendimiento y un consumo que convencen a cualquiera.