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Seat León Cupra R 310 CV. Sólo hay 799 en todo el mundo

Hace ocho años, Seat vendía oficialmente en Suiza una edición limitada de su León Cupra R con 310 caballos, y ahora mismo el país helvético pone a disposición de sus clientes, desde la web oficial de la marca española, un León Cupra ST de 370 CV… preparado por ABT. No es lo normal, sobre todo que Seat venda un coche potenciado por un preparador ajeno a la marca -y además, con cuatro años de garantía-; pero Suiza, junto a Alemania, es el país del mundo donde Seat vende más unidades de las versiones deportivas del León, y la firma de Martorell hace muchas excepciones con la vista y sus intereses puestos en un comprador de cartera bien repleta y amante del tuning de marca de calidad. Sirva este inicio para demostrar que aunque Seat asegure que su nuevo León Cupra R de 310 CV es el más potente en la historia de la marca, esta afirmación tiene mucho de verdad 'a medias' y muchas dosis de márketing. Otra curiosidad de este modelo es que se han construído sólo 799 unidades numeradas -499 con cambio manual y 300 con cambio automático DSG de doble embrague-, de las cuales sólo 40 se han quedado en España: 20 con cambio manual y otras 20 con el DSG. ¿Pero por qué 799 y no 800? Y es que esa extraña cifra no se ajusta a ningún criterio lógico ni tiene que ver con un número que conmemore nada de nada. Simplemente le ha gustado al que toma la última decisión… y no se habla más del tema. Y por último, otra aclaración: ¿por qué el Cupra R con cambio manual tiene 310 CV y el DSG sólo 300? Pues desde Seat aseguran que ha sido un obstáculo de homologación y de tiempo. Pero no nos extraña nada que no hayan puesto demasiado interés en homologar un Cupra R DSG con 10 caballos más, porque tampoco hay muchas diferencias en consumo o prestaciones con su gemelo manual. Es más, el Cupra R con cambio DSG y 300 caballos acelera oficialmente de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos, una décima menos de lo que tarda el Cupra R de 310 caballos con caja manual. Y el León con este cambio automático también gasta menos, en concreto casi medio litro cada 100 kilómetros, una reducción no muy grande pero que vuelve a romper con el mito de que los coches automáticos gastan más que los manuales. Y ojo al dato: elegir el cambio DSG en este modelo lleva un coste adicional de 1.790 euros, aunque será el dinero mejor invertido de tu vida.

Pero analicemos nuestra unidad de pruebas, dotada de un cambio manual de seis marchas con un tacto y una precisión que en momentos puntuales hace que nos olvidemos de casi todas las ventajas del DSG. Y no sólo precisión; los desarrollos son cortos -con una sexta de 42 km/h a 1.000 rpm- y atienden a una respuesta casi inmediata aunque se circule en marchas largas. Lo comprobamos en sexta a 70 km/h, con el motor girando a 1.700 rpm, porque pisamos el acelerador sin reducir y la respuesta y el empuje son similares a los de cualquier compacto de 120 CV acelerando a esa velocidad… pero en tercera.

El motor se mantiene invariado respecto al Cupra 'sin la R', y lo que cambia, gracias a modificaciones en la programación de la centralita, es la curva de potencia, con su valor máximo 300 rpm más arriba, entre 5.800 y 6.500 rpm, lo que permite apurar algo más las marchas sacando el máximo partido en la conducción más deportiva. En cualquier caso, prestaciones sobradas para apagar la sed de aceleración y velocidad del más 'quemado', acompañadas siempre por una combinación que raya la perfección en velocidad de paso por curva y efectividad de frenos -unos Brembo de carreras- y dirección.

Pero el que paga el plus de un Cupra R se va a aprovechar de una preparación específica de los trenes rodantes realizada por el Centro Técnico de Martorell. Las llantas aumentan el ancho de vía. Las ruedas tienen 2 grados de caída negativa, las delanteras gracias a unas manguetas modificadas. Los amortiguadores reciben un tarado específico formando parte de la suspensión adaptativa DCC de serie, y los neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 ponen la puntilla para lograr un comportamiento que sorprende por dos cosas: su decidido agarre en modo Sport y Cupra, y su agrado y cómodo mullido en Comfort. Son tres de los cinco modos de conducción, que se completan con el Individual y el Eco, programable desde el Individual.

Es la primera vez que Seat usa una pintura mate, y también la primera que recurre a la fibra de carbono para alguna de las piezas claves del coche, como spoilers, difusor trasero o faldones laterales. Y dentro, el tejido Alcantara es la nota predominante para un coche exclusivo en apariencia y eficacia. Aunque tanta exclusividad y equipamiento tiene un precio que supera, incluso, al del Volkswagen Golf R DSG de tracción total.

LA CLAVE

Es uno de los 499 Cupra R fabricados con cambio manual. Pero con todo lo que nos ha gustado, pagaríamos 1.790 euros más por un cambio DSG, que remata la faena y que por razones obvias se agradece cuando el coche se va a utilizar a diario y en recorridos urbanos. Se adorna con uno de los mejores tuning de marca.