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Probamos el Peugeot 3008 BlueHDi. Trasplante ganador

Con el diésel cada día más acorralado por razones ecológicas y también 'políticas', no hay que obsesionarse y salir corriendo porque este tipo de motores todavía resultan muy atractivos en su relación prestaciones-consumo. Es el caso del nuevo propulsor 1.5 BlueHDi de 130 caballos, mecánica que Peugeot está incorporando a sus modelos. Hace unas semanas la probamos sobre el 308, y ahora queremos saber qué tal le sienta al 3008, el SUV compacto de la marca del león.

Las primeras dudas son razonables. El nuevo motor no sustituye a cualquiera. Llega para ocupar el puesto del atractivo 1.6 BlueHDi de 120 CV. Con menos cilindrada y más potencia -se conserva el par máximo-, y diferencias mínimas en consumo, presume de un refinamiento y una progresividad más evidentes, que hacen que sea más agradable en marcha que su predecesor.

Si lo ponemos en valor, las dudas llegan con la variante de gasolina tricilíndrica PureTech de 130 CV -1.800 euros más asequible-, que con la misma potencia registra mejores aceleraciones y hasta recupera en las relaciones finales de forma más expeditiva, aunque no puede combatir, lógicamente, en consumo.

Buenas cifras de consumo

Nuestro protagonista, asociado a un cambio manual de seis relaciones, es tan progresivo que no parece que 'corra', pero basta mirar los datos del correvit para despejar dudas. Lo cierto es que apenas llegan vibraciones al interior, y sólo cuando aceleramos sin contemplaciones es palpable su naturaleza diésel.

A pesar de los largos desarrollos del cambio, no le importa moverse por la zona baja del cuentarrevoluciones, ya que desde apenas 1.500 rpm comienza a trabajar de verdad. Sube hasta acariciar las 4.800 vueltas, pero por encima de las 4.000 encontraremos más ruido que nueces.

Son destacables sus buenas cifras de consumo si nos tomamos las cosas con calma. Nos explicamos: a 90 km/h nos movemos en 4,0 litros, pero a 140 km/h prácticamente se duplica esa cifra. A pesar de todo, el consumo medio durante la prueba registró unos atractivos 5,5 litros.

Nada que objetar a la dinámica de esta nueva versión del 3008. El tacto general es muy agradable, la dirección y el cambio son precisos, el chasis se muestra sumamente equilibrado y frena de maravilla. De hecho, sólo necesita 35,5 metros para detenerse por completo desde 100 km/h.

Y si a todo este atractivo cóctel añadimos una dotación de serie muy completa con el acabado Allure que nos ocupa -navegador 3D, pantalla táctil de 8 pulgadas, alerta de cambio de carril y de fatiga del conductor, climatizador bizona, Peugeot Connect, cámara trasera, sensores de luces, lluvia y de aparcamiento…- estaríamos hablando de uno de los SUV más completos y agradables que encontramos hoy en su segmento.

La clave

Me gusta el 3008 en su concepto general. Por su buena dinámica, por un tacto general muy agradable y por su puesto de conducción que, reconozco, no gusta a todo el mundo. El nuevo motor BlueHDI de 130 CV añade nuevas dosis de refinamiento y es más progresivo, pero no más económico en consumo.