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Nissan Qashqai 1.3 TCE 160 CV DCT Tekna+. Nuevos alicientes

El fenómeno Qashqai es digno de estudio. En su día sorprendió al abrir una nueva vía y desde entonces ha dominado con mano de hierro el segmento en lo que a ventas se refiere. Una legión de rivales surgió a su estela, pero el modelo japonés se defiende como ninguno, hasta el punto de que el pasado mes de febrero se ha convertido en el vehículo más vendido en el mercado español.

Y seguro que algo tienen que ver en ello los nuevos motores de gasolina introducidos recientemente en la gama, entre ellos esta variante DIG-T de 160 caballos con transmisión automática que nos ocupa.

Hasta ahora, el gran caladero para conseguir clientes se basaba en las mecánicas diésel, pero con la gasolina ganando adeptos día a día había que ofrecer algo más atractivo que lo que había.

Se pusieron a ello en colaboración con Daimler

El resultado ha sido este nuevo bloque de cuatro cilindros y 1,3 litros que hemos probado en su máxima expresión. Si tuviéramos que destacar algo de este binomio formado por el motor DIG-T y la caja DCT sería lo agradable que resulta. El nuevo cambio de doble embrague con siete marchas, desarrollado por Getrag, nada tiene que ver, afortunadamente, con la CVT de variador continuo que se contemplaba hasta ahora. Y hasta ofrece 1 mkg más de par máximo que la caja manual…

El motor da lo mejor de sí mismo a 2.000 rpm, una cifra algo elevada para lo que ahora se estila -la versión de 140 CV lo hace a 1.600 vueltas-, pero la transmisión automática convierte cualquier recuperación en una simple aceleración al hundir el pie en el acelerador por el efecto 'kick-down'; por lo tanto, salen los números en cuanto a rendimiento y prestaciones.

Y como mejor se entenderá es con un ejemplo práctico. Imaginemos que necesitamos adelantar, y debemos pasar de 70 a 110 km/h para realizar la maniobra. Pues en ese escenario, esta versión necesita sólo 5,1 segundos y 130 metros de distancia para cubrirla, unos números atractivos para un conjunto que, con lo puesto, acaricia los 1.500 kilos.

Para lograr los mejores registros debemos girar la palanca del cambio hacia la izquierda, con el fin de activar el programa deportivo y la función secuencial de las siete relaciones -no hay levas en el volante-. Cuando lo hacemos, el régimen de giro subirá hasta las 6.300 rpm, momento en el que cambiará si no lo hacemos nosotros para preservar la mecánica. El cambio DCT es rápido en su actuación, pero apenas retiene cuando reducimos, de manera que los frenos tienen trabajo extra cuando vamos rapiditos.

En el otro lado de la balanza encontramos la función ECO, que dulcifica la sensibilidad del acelerador para limitar el gasto. El mando está un tanto escondido, pero si lo activamos y nos lo tomamos con calma, el consumo en autopista ronda los 7 litros exactos, y en carretera se conformará con apenas 5, unas cifras muy asumibles teniendo en cuenta la talla y el peso de nuestro protagonista. Esta función ECO se desactiva automáticamente cuando utilizamos el programa secuencial.

El resto de argumentos son ya de sobra conocidos en el Qashqai, incluida su atractiva relación entre equipamiento y precio, aunque en este caso hablamos de la versión más potente y dotada de la gama de gasolina, y el coste se dispara hasta los 34.950 euros.

En marcha es más confortable que dinámico

Su condición de tracción delantera -no se contemplan variantes 4×4 en gasolina- y una dirección no demasiado directa -3,2 vueltas de volante entre topes- provocan alguna tendencia subviradora, pero nada preocupante porque la electrónica es quizás demasiado intrusiva, así que a la mínima entrará en acción y no nos dejará ser 'malos'.

La suspensión filtra con agrado las irregularidades del firme, y puestos a pedir, con este nivel de potencia quizás un eje multibrazo trasero -que sí portan algunos de sus rivales directos- sería una opción más 'asentada' y recomendable. En cualquier caso, el compromiso entre confort y dinámica es elevado.

Mejores aún son las distancias de frenado que ha registrado. No todos los modelos de este segmento pueden presumir de detenerse por completo en 34,7 metros desde 100 km/h, un dato realmente llamativo, aunque con cierta ventaja porque el acabado Tekna+ de nuestra unidad de prueba lleva asociados unos neumáticos 225/45 ZR19 que benefician este aspecto por su generosa pisada.

El Qashqai no es de los modelos más grandes y habitables de su segmento, pero curiosamente sí transmite sensación de amplitud. También la sensación de calidad sale fortalecida por el acabado Tekna+, que conlleva detalles como los asientos monoforma rematados en piel Nappa.

En el lado contrario, la pantalla táctil de 7 pulgadas quizás se haya quedado ya algo pequeña, además de ubicarse en una posición algo baja, y las luces de cortesía delanteras son algo 'arcaicas'.

Donde vuelve a sacar pecho, a lo grande, es en la dotación de serie que porta nuestra unidad. Destacamos el nuevo NissanConnect, con navegación 3D, servicio Traffic Premium por TomTom, reconocimiento por voz…

Tampoco defrauda en aspectos como el confort o la seguridad, al incorporar el conocido Chasis Control, con controles inteligentes de la calzada y la trazada, o el escudo de protección inteligente, que contempla un sistema anticolisión frontal, alerta de cambio de carril, luces de carretera inteligente y reconocimiento de señales de tráfico.

Habrá que esperar hasta mayo para disfrutar, también de serie, del avanzado sistema ProPilot de asistencia a la conducción autónoma.

LA CLAVE

El salto cualitativo dado con el nuevo motor TCe de 160 CV y el cambio DCT ha sido abismal, porque resulta más prestacional, más eficiente y, sobre todo, sumamente agradable. Con el acabado Tekna+ el precio se dispara, pero podemos disfrutar de ese tándem con el nivel Acenta desde 23.150 euros con descuentos.