comscore
martes, 15 julio 2025

Prueba del Microlino: La Isetta ha vuelto en formato eléctrico

Fabricado por la compañía suiza Micro Mobility Systems y comercializado en España por Astara, el Microlino es un cuadriciclo eléctrico pesado (L7e) cuyo diseño replica el de la Isetta creada en 1952 por el entonces fabricante de frigoríficos Iso. Spoiler: no lo conduzcas si no quieres que te miren.

Publicidad

Las ciudades se están llenando de todo tipo de cachivaches eléctricos: patinetes, bicicletas, escúters, microcoches… La cosa va tan deprisa que algunos ya han pasado incluso de moda, como los Segway –con sus dos ruedas en paralelo y un palitroque con manillar para agarrarse–, mientras que otros nos sorprenden con audaces diseños como la evocadora silueta del Microlino.

Detrás de esta vanguardista recreación de la Isetta se encuentra el empresario suizo Wim Ouboter, que decidió expandir su negocio de cachivaches de movilidad eléctrica con un cuadriciclo, y encontró en el diseño de la clásica Isetta el soporte perfecto.

Aunque el Mircolino es relativamente ágil, la estrecha vía trasera y la falta de un volumen frontal deformable en caso de impacto recomiendan practicar una conducción cautelosa

El Microlino copia el diseño de la Isetta

A los más veteranos, el Microlino les recordará a aquellos populares microcoches de los años 50 del pasado siglo, mientras las nuevas generaciones los identificarán por sus mediáticas y frecuentemente cómicas apariciones en diversas producciones audiovisuales. Lo cierto es que las Isettas, fabricadas en el distrito madrileño de Carabanchel bajo licencia por Iso Motor Italia S. A., fueron especialmente populares en nuestro país, por lo que el Microlino rápidamente conecta con ese subconsciente que nos provoca una irracional simpatía, como ya nos ha ocurrido con los Mini, VW New Beetle, Fiat 500, Alpine A110, Renault 5 E-Tech, etc.

El Microlino se basa en una carrocería autoportante que da acceso al habitáculo por una única puerta frontal, al igual que ocurría con la Isetta, inspirada en el diseño de los frigoríficos de Iso. En su interior caben dos personas no muy corpulentas y bien avenidas, ya que el contacto físico es inevitable. Una vez dentro, iniciamos la marcha como en cualquier microcoche eléctrico. La dirección no tiene asistencia, por lo que conviene acelerar un poco antes de girar el volante para evitar mover las ruedas en parado. Maniobrando, la sensación es parecida a la de conducir un coche de choque, y una vez en marcha no hay grandes sorpresas.

Microlino: Ágil en ciudad pero escaso en carretera

El Microlino es suficientemente ágil para desenvolverse sin problemas en entornos urbanos, pero si tenemos que salir a carretera se queda bastante corto –especialmente cuando aparece una cuesta–, si bien legalmente puede circular incluso por autopistas.

Publicidad
prueba Microlino motor 16 18 Motor16
Minimalista y funcional, el interior ofrece dos plazas a las que se accede por delante. No olvides usar el modo Sport.

Un pulsador en el centro del selector del cambio activa el modo Sport, que deslimita la máxima potencia. Es recomendable accionarlo y cerciorarse de vez en cuando de que sigue activado, ya que tiende a desconectarse solo.

Más allá de la estética, nos gusta que disponga de un buen maletero y que se aparque en huecos minúsculos, además, por supuesto, de ofrecernos las ventajas de la etiqueta Cero. Sí echamos de menos el aire acondicionado, la mencionada asistencia de la dirección y algo más de potencia para mantener la velocidad en terreno desfavorable. Ah, sí, también echamos de menos un precio razonable, pero ya sabemos que la movilidad eléctrica paga estos peajes.

Publicidad

Así que la etiqueta Cero y sus compactas dimensiones hacen que el Microlino sea una interesante propuesta de movilidad urbana en ciudades como Madrid o Barcelona. En su contra juegan la falta de equipamientos de confort y un precio muy elevado.

prueba Microlino motor 16 20 Motor16
Velocidad máxima, carga de la batería y poco más; la instrumentación ni siquiera informa sobre el consumo. Eso sí; hay un soporte para el teléfono móvil y un altavoz Bluetooth.

Nos gusta

  • Se aparca en cualquier lado.
  • Se beneficia de la etiqueta Cero.
  • Tiene un maletero relativamente amplio y accesible.

Debe mejorar

  • Ausencia de servodirección.
  • No hay aire acondicionado.
  • Su precio impide que el Microlino sea una compra racional.

Ficha técnica del Microlino

Motor  Eléctrico  
Disposición  Trasero, transversal  
Potencia máxima  12,5 kW (17 CV)  
Par máximo  89 Nm  
Batería  
Tipo de batería  Iones de litio  
Capacidad de la batería (total)6, 10,5 o 14  kWh  
Potencia máx. carga (CC-CA)  1,35 – 2,6 kW  
Tiempo de recarga  3,5 – 4,5 horas
(hasta 80 %)  
Cargador embarcado  1,35 – 2,6 kW  
Transmisión  
Tracción  Trasera  
Dirección                            
Dirección  Cremallera, sin asistencia  
Diámetro de giro (m)  7,4  
Frenos. Sistema (Del./Tras.)  Discos / Discos  
Suspensión  
Delantera y trasera: Independiente McPherson  
Ruedas  
Neumáticos del./tras.  145/70 R13 71T   
Marca  Continental EcoContact 3  
Dimensiones y capacidades  
Peso en orden de marcha (kg)671 – 705  
Largo/Ancho/Alto (mm)  2.519 / 1.473 / 1.501  
Capacidad maletero  (l)  230  
Precio: 22.990 €

Prestaciones del Microlino

Velocidad máxima  90 km/h  
Aceleración (en segundos)  
De 0 a 50 km/h (oficial)  5,0  

Consumos del Microlino

 kWh/100 km  
Kilómetros recorridos  91 – 230 km  
Consumos oficiales   
Ciclo mixto  6,59 – 5,93 – 6,09  

Los rivales del Microlino

Silence S04 Nanocar L7e (2 baterías)

rival prueba microlino 2 Motor16

Fabricado en Zona Franca (Barcelona), el cuadriciclo de Acciona cuenta con aire acondicionado y baterías extraíbles.

Precio  16.800 euros  
Potencia pico  22 kW / 30 CV  
Autonomía  149 km  
Vel. máx.  85 km/h  

Invicta Pony

rival prueba microlino 1 Motor16

Cuenta con un interior moderno y bien equipado, promete una buena autonomía y prestaciones adecuadas para salir a carretera.

Precio  12.745 euros 
Potencia pico  20 kW / 27 CV  
Autonomía  170 km  
Vel. máx.  100 km/h  

Fotos de la prueba del Microlino

Publicidad