Fabricado por la compañía suiza Micro Mobility Systems y comercializado en España por Astara, el Microlino es un cuadriciclo eléctrico pesado (L7e) cuyo diseño replica el de la Isetta creada en 1952 por el entonces fabricante de frigoríficos Iso. Spoiler: no lo conduzcas si no quieres que te miren.
Las ciudades se están llenando de todo tipo de cachivaches eléctricos: patinetes, bicicletas, escúters, microcoches… La cosa va tan deprisa que algunos ya han pasado incluso de moda, como los Segway –con sus dos ruedas en paralelo y un palitroque con manillar para agarrarse–, mientras que otros nos sorprenden con audaces diseños como la evocadora silueta del Microlino.
Detrás de esta vanguardista recreación de la Isetta se encuentra el empresario suizo Wim Ouboter, que decidió expandir su negocio de cachivaches de movilidad eléctrica con un cuadriciclo, y encontró en el diseño de la clásica Isetta el soporte perfecto.


Aunque el Mircolino es relativamente ágil, la estrecha vía trasera y la falta de un volumen frontal deformable en caso de impacto recomiendan practicar una conducción cautelosa
El Microlino copia el diseño de la Isetta
A los más veteranos, el Microlino les recordará a aquellos populares microcoches de los años 50 del pasado siglo, mientras las nuevas generaciones los identificarán por sus mediáticas y frecuentemente cómicas apariciones en diversas producciones audiovisuales. Lo cierto es que las Isettas, fabricadas en el distrito madrileño de Carabanchel bajo licencia por Iso Motor Italia S. A., fueron especialmente populares en nuestro país, por lo que el Microlino rápidamente conecta con ese subconsciente que nos provoca una irracional simpatía, como ya nos ha ocurrido con los Mini, VW New Beetle, Fiat 500, Alpine A110, Renault 5 E-Tech, etc.
El Microlino se basa en una carrocería autoportante que da acceso al habitáculo por una única puerta frontal, al igual que ocurría con la Isetta, inspirada en el diseño de los frigoríficos de Iso. En su interior caben dos personas no muy corpulentas y bien avenidas, ya que el contacto físico es inevitable. Una vez dentro, iniciamos la marcha como en cualquier microcoche eléctrico. La dirección no tiene asistencia, por lo que conviene acelerar un poco antes de girar el volante para evitar mover las ruedas en parado. Maniobrando, la sensación es parecida a la de conducir un coche de choque, y una vez en marcha no hay grandes sorpresas.
Microlino: Ágil en ciudad pero escaso en carretera
El Microlino es suficientemente ágil para desenvolverse sin problemas en entornos urbanos, pero si tenemos que salir a carretera se queda bastante corto –especialmente cuando aparece una cuesta–, si bien legalmente puede circular incluso por autopistas.

Un pulsador en el centro del selector del cambio activa el modo Sport, que deslimita la máxima potencia. Es recomendable accionarlo y cerciorarse de vez en cuando de que sigue activado, ya que tiende a desconectarse solo.
Más allá de la estética, nos gusta que disponga de un buen maletero y que se aparque en huecos minúsculos, además, por supuesto, de ofrecernos las ventajas de la etiqueta Cero. Sí echamos de menos el aire acondicionado, la mencionada asistencia de la dirección y algo más de potencia para mantener la velocidad en terreno desfavorable. Ah, sí, también echamos de menos un precio razonable, pero ya sabemos que la movilidad eléctrica paga estos peajes.
Así que la etiqueta Cero y sus compactas dimensiones hacen que el Microlino sea una interesante propuesta de movilidad urbana en ciudades como Madrid o Barcelona. En su contra juegan la falta de equipamientos de confort y un precio muy elevado.

Nos gusta
- Se aparca en cualquier lado.
- Se beneficia de la etiqueta Cero.
- Tiene un maletero relativamente amplio y accesible.
Debe mejorar
- Ausencia de servodirección.
- No hay aire acondicionado.
- Su precio impide que el Microlino sea una compra racional.
Ficha técnica del Microlino
Motor | Eléctrico |
Disposición | Trasero, transversal |
Potencia máxima | 12,5 kW (17 CV) |
Par máximo | 89 Nm |
Batería | |
Tipo de batería | Iones de litio |
Capacidad de la batería (total) | 6, 10,5 o 14 kWh |
Potencia máx. carga (CC-CA) | 1,35 – 2,6 kW |
Tiempo de recarga | 3,5 – 4,5 horas (hasta 80 %) |
Cargador embarcado | 1,35 – 2,6 kW |
Transmisión | |
Tracción | Trasera |
Dirección | |
Dirección | Cremallera, sin asistencia |
Diámetro de giro (m) | 7,4 |
Frenos. Sistema (Del./Tras.) | Discos / Discos |
Suspensión | |
Delantera y trasera: Independiente McPherson | |
Ruedas | |
Neumáticos del./tras. | 145/70 R13 71T |
Marca | Continental EcoContact 3 |
Dimensiones y capacidades | |
Peso en orden de marcha (kg) | 671 – 705 |
Largo/Ancho/Alto (mm) | 2.519 / 1.473 / 1.501 |
Capacidad maletero (l) | 230 |
Prestaciones del Microlino
Velocidad máxima | 90 km/h |
Aceleración (en segundos) | |
De 0 a 50 km/h (oficial) | 5,0 |
Consumos del Microlino
kWh/100 km | |
Kilómetros recorridos | 91 – 230 km |
Consumos oficiales | |
Ciclo mixto | 6,59 – 5,93 – 6,09 |
Los rivales del Microlino
Silence S04 Nanocar L7e (2 baterías)

Fabricado en Zona Franca (Barcelona), el cuadriciclo de Acciona cuenta con aire acondicionado y baterías extraíbles.
Precio | 16.800 euros |
Potencia pico | 22 kW / 30 CV |
Autonomía | 149 km |
Vel. máx. | 85 km/h |
Invicta Pony

Cuenta con un interior moderno y bien equipado, promete una buena autonomía y prestaciones adecuadas para salir a carretera.
Precio | 12.745 euros |
Potencia pico | 20 kW / 27 CV |
Autonomía | 170 km |
Vel. máx. | 100 km/h |
Fotos de la prueba del Microlino



























