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Audi A1 Sportback 30 TFSI S Tronic Black Line. El primero de la clase

Hace 23 años que la firma de Ingolstadt se adelantó a sus rivales cuando lanzó el A3, el primer compacto 'premium', al que todos -BMW, Mercedes, Infiniti, Lexus, Volvo…- han imitado. Pero es que hace nueve años que campa también a sus anchas el A1, utilitario al que BMW intenta hacer sombra con el Mini, mientras Mercedes-Benz recurre al Smart ForFour, más pequeño y que poco tiene de premium, ubicándose a años luz de quien pone sus ojos en este segundo A1, que ahora se acompaña siempre del apellido Sportback.

Audi se escuda en que menos del 20 por ciento de los A1 vendidos -y han sido más de 830.000- tenían tres puertas. Por eso prescinden de esa carrocería en favor de la practicidad de este Sportback, que nace desde la plataforma MQB A0. ¿Te suena? Debería, pues la usan Ibiza, Arona, Scala, Polo, T-Cross… Y lo que vendrá.

La estética es un tema muy personal, pero creo que da cien vueltas al anterior A1. ¿No te parece? Y además, ahora ofrece muchas opciones de personalización, que se resumen en 10 colores para la carrocería, techo o retrovisores en contraste, llantas de 15 a 18 pulgadas, emblemas en negro brillante… Y no te olvides de los diferentes acabados, como este Black Line de la unidad probada, que requiere desembolsar 3.900 euros extra.

Es cierto que suma paquete S line, llantas de 17 pulgadas, la opción de este color Azul turbo y algo más, pero si lo quieres a tu gusto prepara la cartera, pues la lista de opciones es casi tan extensa como la de un A8, y el resultado final -más de 38.000 euros en nuestro caso- te podría dar para comprar un Audi Q3 35 TFSI S tronic o un Seat León Cupra DSG7 con 290 CV… y aún tener más de 3.000 euros para gasolina. Ninguno tiene mucho que ver con este A1, pero…

No está al alcance de todos los bolsillos

La mencionada MQB A0 permite a aportar sensación de desahogo en el interior, ayudado por una distancia entre ejes que ha crecido 94 milímetros respecto a su antecesor. Y eso también son 50 más que la primera generación del A3.

Es por ello que las plazas traseras son mucho más amplias que antes, incluso en altura, un apartado donde su antecesor no salía muy bien parado. Es cierto que el túnel central molesta en exceso, algo incomprensible en un modelo que, aseguran, no ofrecerá tracción quattro.

En cuestión de segundos te acomodas a su puesto de conducción, muy centrado en el conductor y con materiales de calidad, como no podría ser de otra manera en un Audi. Pero sí es cierto que este utilitario 'premium' no debería compartir llave con un Ibiza y que un día nos quedamos con los enganches de la bandeja trasera en la mano. ¿Fallos de juventud? Tiene toda la pinta, pues incluso la factoría de Martorell donde se fabrica es una de las más avanzadas del grupo.

30 TFSI y 35 TFSI son las opciones mecánicas disponibles por ahora, y la primera de ellas no es nada descabellada. Recurre al conocido 1.0 TFSI de tres cilindros que emplean más de una veintena de modelos del grupo Volkswagen, entre los que nos encontramos con Audi A3 Sedán, Skoda Octavia, VW Golf Sportsvan…

Y si sus 116 caballos -34 menos que en el 35 TFSI, que cuesta 1.600 euros más- mueven con soltura a coches que superan los 1.360 kilos, como es el caso de un Skoda Karoq, con 160 menos va mucho más alegre; y además apenas transmite ruidos o vibraciones al interior -en aislamiento se han dejado una fortuna-.

Ofrece unas prestaciones más que decentes para un utilitario que presume de mayor confort aún si desembolsamos los 1.870 euros -suma 225 más por las levas en el volante- que cuesta el cambio S tronic, con siete velocidades y que hemos notado algo más áspero que en otras ocasiones. Porque con el 1.0 TFSI, este cambio con embragues en seco genera algún tirón molesto a baja velocidad y también al reanudar la marcha. Nada alarmante, en cualquier caso.

El Audi drive select cuesta 200 euros y permite elegir entre los modos Efficiency, Auto, Dynamic e Individual. Todos varían la gestión del motor -sólo en Efficiency activa el modo inercia-, la dirección, el sonido y, en este caso, la suspensión, pues nuestro A1 equipaba el sistema ajustable, con dos tarados diferentes.

En marcha sorprende su aplomo, con un rodar de coche grande. Pisa con contundencia y afrontar largos viajes no le asusta. Tanto, que a 120 km/h su motor gira a sólo 2.625 rpm; y los 40 litros de su depósito nos darán para recorrer más de 630 kilómetros sin parar.

Pero de mantener los neumáticos de serie 215/40 R17 en vez de apostar por los opcionales 215/40 R18 de nuestra unidad podría haberse aminorado el gasto de carburante, aunque tampoco ha sido excesivo, pues la media durante nuestro test se quedó sólo 0,6 l/100 por encima de la homologada en el nuevo ciclo WLTP.

También prescindir de esas gomas habría ayudado a mejorar las prestaciones obtenidas. Ojo, no decimos que no corra, ni mucho menos, pero con menos 'zapato' iría más alegre.

No todo es malo si te decantas por las llantas de 18 pulgadas, pues ayudan a ofrecer un paso por curva verdaderamente efectivo, ayudado por una dirección con 2,6 vueltas entre topes y sus suspensiones -detrás mantiene una barra de torsión-. Y para mas inri, mejoran la frenada, aunque hay que decir que esta unidad, al equipar el paquete Performance, suma discos delanteros de 312 milímetros y traseros de 272. Sin olvidarnos de unas pinzas pintadas en color rojo.

Sorprende por su nivel tecnológico

Por cierto, a nivel tecnológico el A1 Sportback sorprende, lo que ayuda a justificar parcialmente la 'dolorosa'. Y lo hace equipando de serie pantalla táctil de cinco pulgadas y el Audi Virtual Cockpit de 10,25 pulgadas tras el volante. No obstante, se ofrecen como alternativa pantallas centrales con 8,8 o 10,1 pulgadas heredadas directamente de sus hermanos mayores, de los que también recibe sistemas como el navegador MMI Plus, y otras tecnologías como el sistema de sonido Bang & Olufsen.

Y es que este nuevo Audi A1 Sportback parece más un Audi A8 en miniatura que un utilitario al uso.

LA CLAVE

Solo comparte el nombre con su antecesor, pues el salto experimentado por el A1 es sorprendente a todos los niveles. Esta versión cumple con su cometido, es agradable y gasta lo justo, pero es cierto que para dejarlo a tu gusto deberás tener una cuenta corriente bastante saneada. Esta versión es cara, pero tienes un A1 desde 21.910 euros y contarás con un utilitario de primera.