Una de las cosas que ha convertido al Puma en el modelo más vendido de Ford en la actualidad es, sin duda, su carácter… en todos los sentidos. Desde su estilo llamativo y juvenil, hasta su dinamismo y comportamiento divertido al volante. Características que para los ingenieros de la marca del óvalo eran irrenunciables a la hora de convertirlo en eléctrico. El Puma Gen-E debía ser eléctrico, sí. Pero debía ser Puma.
Y ese reto se ha conseguido. Para empezar, desde el punto de vista del estilo, conserva el diseño exterior que lo ha convertido en un éxito entre los conductores europeos, pero lo lleva un paso más allá con detalles que lo hacen inconfundiblemente eléctrico. El diseño exterior del Puma Gen-E se ha retocado con un frontal en el que el tradicional se ha sustituido por un diseño tipo «escudo» inspirado en el Ford Mustang Mach-E, eso es lo más llamativo. Pero suma detalles como el alerón trasero deportivo y las llantas exclusivas que no solo realzan su estética eléctrica, sino que también mejoran la eficiencia aerodinámica.

Su maletero sigue sorprendiendo
También conserva otras características clásicas del SUV más pequeño de la marca, como su increíble capacidad de maletero en un GigaBox, que es una evolución del ya conocido MegaBox que llega a los 523 litros más los 45 que ofrece bajo el capó delantero. No es el coche más amplio del segmento, pero si las cotas interiores para ocupantes no son sobresalientes, no ocurre lo mismo con el maletero, que además sigue contando con un tapón de desagüe en el fondo, un elemento ideal cuando el coche se utiliza para excursiones o para la vida al aire libre.
El personal diseño exterior también se traslada al interior que se caracteriza por un estilo moderno y tecnológico, con dos pantallas de alta definición que ofrecen al conductor una sensación de control total. Además dispone de la última evolución del sistema de infoentretenimiento sistema SYNC 4 que incorpora navegación conectada a la nube o compatibilidad inalámbrica con Apple CarPlay y Android Auto para sincronizar el smartphone con el coche sin necesidad de cables. O con Alexa integrada para controlar diversas funciones mediante comandos de voz.

Y está pensado para ofrecer practicidad y versatilidad en el interior, donde estrena una nueva consola central elevada que ofrece un espacio de almacenamiento práctico para guardar objetos personales. Suma otros detalles como un reposabrazos deslizante o el cargador inalámbrico.
Dinámismo y eficiencia en perfecta combinación
Bajo el capó nos encontramos un sistema de propulsión con la misma filosofía que impera en todos los Puma… aunque cien por cien eléctrico. Porque esa exigencia de que el Puma Gen-E sea ágil, dinámico, deportivo se consigue en este caso con la utilización de un sistema de propulsión eléctrico formado por un motor de 168 CV y 290 Nm de par y una batería de 43 kWh de capacidad. Un conjunto que permite unas prestaciones muy interesantes, como los 8 segundos que tarda en pasar de 0 a 100 km/h.

A cambio, ese dinamismo se combina con una eficiencia excepcional, pues homologa un consumo de 13,1 kWh/100 km que le permite contar con una autonomía de hasta 376 km en ciclo combinado o en ciudad de 523 kilómetros. Y remata con unas características de recarga también sobresalientes, como los 23 minutos que se necesitan para pasar del 10% al 80% en aproximadamente 23 minutos utilizando un cargador rápido gracias a que puede cargar en puntos de hasta 100 kW.
El Puma Gen-E incorpora tecnologías de asistencia a la conducción que hacen más sencilla la movilidad eléctrica, como la conducción con un solo pedal. Además suma los más avanzados sistemas de asistencia a la conducción y de seguridad, como el control de crucero adaptativo inteligente con Stop & Go o el asistente de velocidad predictiva que adapta la velocidad en curvas, rotondas y al entrar o salir de autopistas. Y en ciudad, el sistema de cámara de visión envolvente de 360 grados facilita las maniobras en espacios reducidos.
Así va el Ford Puma Gen-E

En marcha, por carreteras de Guipúzcoa, por las que hemos puesto a prueba al más reciente de los eléctricos de la marca del óvalo, el Puma Gen-E nos ha demostrado la misma ‘genética’ que el Puma que conocíamos, aunque ahora con un corazón ‘limpio’ del todo. Máxima agilidad y máxima viveza en cada reacción, este Puma es un juguete que te hace disfrutar de cada kilómetro. Y más con ese silencio de marcha que caracteriza a la propulsión eléctrica.
Pero todo eso mezclado con esas virtudes clásicas que han hecho al Puma un ejemplo de dinamismo y diversión al volante. Una dirección perfecta en dureza, que transmite a la perfección lo que hay bajo las ruedas; un esquema de suspensiones firmes, pero no incómodas, que garantizan la sensación de estabilidad; el aplomo que da el peso de las baterías en la parte inferior de la carrocería o unos frenos con la mordiente exacta que además recuperan mucha energía.

El recorrido, con todo esto se hace en un pis pas, ya sea por autovía, en ciudad o en carreteras de montaña, donde el Puma Gen-E se encuentra en su salsa en las reviradas curvas y también en las subidas y bajadas propias de la zona. Un recorrido que hacemos sin mirar el gasto, al ritmo que nos marca el coche y la carretera. Y la sorpresa viene al ver el gasto que hemos conseguido. Porque solo hemos gastado 1 kWh más de lo que homologa el coche. Son 14 kWh/100 km el consumo que nos ha dado, lo que refuerza aún más, las virtudes de este modelo.
La última virtud viene de la mano de un precio razonable para lo que ofrece el coche. Está disponible con dos niveles de acabado, que parten de 30.135 euros, con campañas del fabricante incluidas y que descontando las ayudas del Plan Moves III puede quedarse en 23.150 euros. En el caso de la versión más equipada, el precio de partida de 32.450 euros se puede rebajar hasta los 25.450 euros.
Lo que no se rebaja, en ningún caso, es el carácter 100% Puma del nuevo eléctrico de la marca del óvalo azul.
Imágenes Ford Puma Gen-E
Fotos: Ford






































































