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Peugeot 308 GT 1.6 THP. Como un GTI pero sin la 'i'

Basta con echar la vista atrás unos años para comprender cómo ha evolucionado el sector del automóvil. El 309, un antecesor lejano del actual 308, contó a partir de 1987 con una versión GTI cuyo motor 1.9 rendía 130 caballos. Hoy, ese valor de potencia lo encontramos ya en el tricilíndrico 1.2 PureTech con turbo, usado en el 308 como mecánica de enfoque ahorrador y turístico. Y para que un 308 del año 2015 merezca el apellido 'GTI' -esa nueva versión llega en breve-, Peugeot le dotará del motor 1.6 THP de 270 CV empleado en el RCZ-R. Más del doble de potencia que aquel 309 GTI pionero.

De hecho, la casa francesa ha establecido un escalón intermedio para aquellos que busquen un coche brioso y de imagen deportiva pero no necesiten pilotar un 'cazarrecords'. Y ese escalón viene representado por las versiones GT, disponibles con el motor diésel BlueHDi 180 -cambio automático EAT6- y con el 1.6 THP de gasolina aquí probado, que para la ocasión rinde 205 CV y se combina, exclusivamente, con una caja manual de seis marchas. Son 65 CV menos que el inminente 308 GTI, pero hay energía más que suficiente para disfrutar al volante, como demuestran sus cifras básicas: 235 km/h de velocidad punta y 7,5 segundos para alcanzar 100 km/h desde parado. Y con un gasto medio oficial de sólo 5,6 litros. Meritorio.

Deportividad e imagen diferenciada

Y hay otro dato que pone de manifiesto la carga de deportividad del 308 GT de gasolina, y es que no dista tanto de todo un Volkswagen Golf GTI, que rinde 220 CV, alcanza 246 km/h y homologa 6,0 l/100 km. En proporción, sus tarifas distan más -29.250 euros el francés y 32.655 el alemán-, y esa distancia se agranda en la práctica, pues una vez aplicados los respectivos descuentos vigentes, el 308 GT 1.6 THP 205 de 5 puertas -no hay carrocería de tres en el modelo galo- cuesta 5.875 euros menos que el Golf GTI 2.0 TSI 220 con caja manual -también hay DSG- y cinco puertas -Volkswagen sí ofrece de tres-. Casi un millón de las antiguas pesetas es una diferencia como para reflexionar.

Además, el 308 GT propone una imagen suficientemente diferenciada de sus 'hermanos' de gama, destacando en el exterior las llantas de 18 pulgadas -a nuestro juicio, los 225/40 R18 de serie resultan algo extremos, pues su bajísimo perfil resta confort sobre mal firme-. Sumemos a ello la doble salida de escape sobre un difusor aerodinámico también específico, el rediseño de los paragolpes, los faldones laterales y los intermitentes activos -se encienden secuencialmente en el sentido del giro- y obtendremos ese aire de coche 'gordo' que a tantos atrae.

Pack específico deportivo

Pero no es sólo una cuestión de aspecto, pues al margen del motor 1.6 THP 205 -rinde esa potencia a 6.000 rpm y entrega 29,1 mkg de par máximo a sólo 1.750 vueltas- la versión GT adopta un chasis con una puesta a punto enfocada al dinamismo: amortiguadores más firmes, muelles más cortos -7 mm delante y 10 detrás-, discos de frenos de mayor diámetro… Y las gomas citadas, unas Michelin Pilot Sport 3 que optimizan el agarre. Y no queda ahí la cosa, pues el 308 GT monta de serie el Driver Sport Pack, opcional en otras versiones y que permite al conductor, pulsando un botón, tornar más viva la respuesta del acelerador, variar la asistencia de la dirección para que tenga un tacto más deportivo e incrementar la musicalidad del motor al amplificarlo mediante los altavoces del equipo del sonido.

Metidos en una carretera de montaña, el 308 GT permite disfruta de lo lindo, porque combina estabilidad, frenada consistente -52,3 metros para detenernos desde 120 km/h- y dirección precisa, aunque hay tres vueltas de volante entre topes y las sensaciones mejorarían con media vuelta menos.

Potencia y seguridad

Y andar, anda. Le hemos medido 7,7 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h, que no está nada mal por más que al Golf GTI le cronometrásemos en su día 6,4 en dicha maniobra. Y el 308 GT cubre el primer kilómetro en 27,9 segundos -26,4 el Golf GTI- y pasa por el mojón de los 1.000 metros a 193 km/h -a 203 el Golf-, cifras que también le definen como un compacto brioso, más próximo a un 'GTI' puro y duro que a un compacto convencional. Además, ser tan ágil tiene ventajas, incluso al viajar con la familia, pues potencia es sinónimo de seguridad, lo que se ve en la facilidad de nuestro protagonista para solventar adelantamientos: pasa de 80 a 120 km/h en 5,1 segundos cuando usamos cuarta, en 6,4 si lo hacemos en quinta y en 7,9 al recuperar empleando la sexta, cuyo desarrollo -37,9 km/h cada 1.000 rpm- es acertado para una versión con carácter como ésta. Aunque, una vez más, el Golf GTI le supera: 4,5 segundos para pasar de 80 a 120 km/h en cuarta, 5,6 en quinta y 6,9 en sexta.

En cuanto al consumo, durante nuestro test el 308 GT se ha ido a 8,5 l/100 km, valor alejado de la cifra oficial pero en línea con sus rivales directos. Con una salvedad: si conducimos a ritmo tranquilo, el modelo de Peugeot sí gasta poco -de 6 a 7 litros-, y eso no siempre es posible entre sus competidores, como el citado Golf GTI.

Un buen acabado o una postura de conducción que acaba convenciendo a casi todos -volante pequeño e instrumentación sobreelevada- son otros de los argumentos del 308 GT, cuyo equipo de serie se refuerza con elementos como los sensores de parking delante y detrás, los asientos deportivos o un sistema multimedia con pantalla táctil de 9,7 pulgadas que incluye navegador.