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Probamos el Peugeot 308 BlueHDI 130 CV EAT8 GT. Con los deberes hechos

Con este nuevo Peugeot 308 BlueHDI la firma del león perpetúa una saga de exitosos vehículos compactos que han marcado la historia del automovilismo. Y lo hace rizando el rizo en un segmento disputado al máximo y para el que se ha preparado a conciencia. No busca ser uno más, quiere diferenciarse de sus adversarios y para ello juega unas bazas que él solo domina. En la casa francesat han hecho los deberes.

Con más de siete millones de vehículos vendidos desde 2007 y con 42 premios internacionales entre los que se incluye el ‘Car of the Year’ de 2014, el 308 se ha convertido en toda una institución para la firma francesa, pero también en un hueso duro dentro del segmento compacto y en un quebradero de cabeza para sus principales competidores. que además incorporara un modelo eléctrico puro para el 2023, el e-308

Tercera generación del Peugeot 308

Este importante papel que el Puegeot 308 BlueHDI juega dentro de la marca del león es motivo de peso para que no envidie ni un ápice a los ingenieros que tenían por delante el reto de desarrollar esta nueva y tercera generación, a los que sinceramente he de felicitar por el trabajo realizado. Si sus antecesores han marcado parte de la historia, este 308 se merece ser el protagonista de un libro… o de una trilogía. Y sólo lo entenderás cuando te pongas al volante; aunque igual basta con que te cruces con uno por la calle, porque llama la atención.

Durante nuestra semana de convivencia, el Peugeot 308 BlueHDI, nuestro protagonista ha sido objetivo de miles de miradas. Los diseñadores han creado un compacto atractivo a más no poder; y aunque la belleza es algo extremadamente subjetivo, no me podrás decir que este Peugeot 308 BlueHDI no te gusta. ¿Ni un poco? Si me dices que no, mientes. Y lo sabes.

Peugeot 308 BlueHDI 130 CV EAT8 GT.

No hay duda de que entra por los ojos

A diferencia de la inmensa mayoría de las marcas que te cobran una pasta por ese color con el que publicitan sus vehículos, Peugeot ofrece sin coste alguno este Verde Olivine, que sienta de maravilla al deportivo acabado GT de ‘nuestro’ 308. Ahora bien, la marcada parrilla delantera agradecerá que no aparques detrás de un coche con bola de remolque o sin sensores de aparcamiento, pues está demasiada expuesta, al igual que los pilotos traseros que han colocado en los extremos del paragolpes, con las funciones de luz de marcha atrás y antiniebla posterior.

Ya es hora de que la llave ‘manos libres’ nos detecte, nos dé la bienvenida con la coreografía de sus grupos ópticos Full LED -tienen tecnología matricial e iluminan de maravilla- y se abra para dejar que nos adentremos en un interior propio de ciencia ficción. Pagaría con gusto por ver la cara del propietario de un Peugeot 306 con un cuarto de siglo al subirse a este nuevo Peugeot 308. Sería como si yo me sentara al mando de la New Shepard, la nave espacial con la que Jeff Bezos ha viajado al espacio. Para flipar.

Peugeot 308 BlueHDI 130 CV EAT8 GT.

i-Cockpit 3d. Su seña de identidad

El particular i-Cockpit del Peugeot 308 BlueHDI sigue siendo el corazón de su puesto de conducción, que al estar también más próximo al asfalto para reducir el centro de gravedad -es dos centímetros más bajo que antes-, saca a relucir los primeros ‘peros’. Compañeros han criticado anteriores i-Cockpit; pero a mí particularmente me sentaban como un guante, pues el diminuto volante no entorpecía mi visión del cuadro, cosa que ahora sí ocurre. Para solventarlo deberás llevar éste en una posición más baja de lo deseado. Pero tampoco te alarmes, porque ese cuadro digital de 10 pulgadas, que en este acabado GT es 3D -hay una función para cambiar a 2D-, se puede configurar al gusto para que todo esté dentro de tu campo de visión.

La digitalización no acaba aquí. Ni mucho menos. Peugeot i-Connect es como llaman a su nuevo sistema de infoentretenimiento, que en cierta medida abruma. Esa pantalla táctil de 10 pulgadas se convierte en el centro neurálgico, porque absolutamente todo se controla a través de ella. No hay mandos físicos para el climatizador o para la radio -sólo los del volante o el mando del volumen- y debajo aparecen seis ‘ventanas’ llamadas i-toggles que sirven de accesos directos. Y los puedes personalizar según tus preferencias. Pero lo dicho, paciencia, porque algunas funciones no se encuentran a la primera de cambio y es mejor que nuestro acompañante nos eche una mano.

Peugeot 308 BlueHDI 130 CV EAT8 GT.

El Peugeot 308 es un compacto espacioso y capaz

Materiales de calidad, buenos ajustes… su interior no desentona delante, que viajas en business y donde hay hasta iluminación ambiental con ocho colores a elegir. Pero es que este detalle desaparece en las plazas traseras, donde además los plásticos de tacto acolchado ni se han barajado, dando un aspecto de clase turista. Ahora bien, ahí detrás hay tanto espacio como en un Golf o en un i30 -se nota que ha ganado 55 milímetros de distancia entre ejes-, además con la ventaja de un piso casi plano, puertos USB, salidas de ventilación propias. Y si la banqueta fuera algo más larga, la cosa rozaría la perfección.

Peugeot mide el volumen del maletero en litros de agua, un dato más optimista que la habitual norma VDA. Así saca pecho con esos 412 litros, que se antojan demasiados si lo comparamos con la competencia. Y es que el nuevo Opel Astra, que mide lo mismo que este peugeot 308 BlueHDI y que nace de la misma EMP2 anuncia 372 litros, que tampoco están nada mal.

ficha Motor16

4,7 l/100 km. Se merece una etiqueta ECO

Para acceder a ese maletero luce un portón fabricado en material compuesto, un detalle que junto a otros muchos, permite mantener el peso a raya, porque se conforma con 1.361 kilos. Son 57 kilos menos que un Ceed y 87 menos que un León con mecánicas equivalentes.

Si no dispones de un punto de carga en casa o si la etiqueta ‘0 emisiones’ no es una cosa que te desvele por las noches. ¿Por qué no elegir un diésel? Pierde el miedo a este carburante ahora estigmatizado, pero que hace años Gobierno y fabricantes anunciaban como la panacea… y que lo sigue siendo. Y es que no hay motor de gasolina; que por cierto tiene el mismo distintivo medioambiental que este BlueHDI, que iguale estos consumos. Tanto es así que es injusto no darle una etiqueta ECO, cuando híbridos suaves con 600 CV la consiguen y gastan lo mismo con sólo arrancar sus V8 Biturbos que para hacer 100 kilómetros en el Peugeot 308 BlueHDI -4,7 litros- .

Si viajas jamás te arrepentirás de haber elegido este 1.5 BlueHDI, un motor que lo estrenó hace un par de años la generación anterior del 308 -lo probamos con carrocería SW y cambio EAT8 en el número 1.791 de Motor16-. Cierto es que en frío suena algo más de lo deseado, pero también es cierto que nos estamos malacostumbrando a silenciosos eléctricos. Y dile tú al del 306 con 25 años que este 308 vibra. Igual cobras.

Peugeot 308 BlueHDI 130 CV EAT8 GT.

Cambio automático EAT8

El acabado GT nos obliga al cambio EAT8, que luce un selector que no me convenció en otros modelos del grupo Stellantis porque obligaba a dejarlo sujeto durante varios segundos para seleccionar la marcha. Eso aquí no sucede. Es instantáneo y se agradece. Aún así, los botones para los modos ‘Parking’ o ‘Manual’ son pequeños.

ECO, Normal y Sport son los modos de conducción que propone y ahora la función ‘inercia’ que engrana punto muerto al dejar de acelerar funciona en los dos primeros sin que apenas lo percibas. Eso y otro sinfín de mejoras permiten ahorrar hasta la última gota de carburante.

Cuando alcanza temperatura saca lo mejor de sí, porque este motor es tan suave como agradable. El EAT8 pone también mucho de su parte ensalzando esas dos virtudes, hasta el punto de que si lo pruebas, jamás querrás un coche manual. Son 130 CV de potencia, de forma que tampoco esperes unas prestaciones como si fuera un GTI. Pero tampoco es lento.

Peugeot 308 BlueHDI 130 CV EAT8 GT.

Rodando en la pista

En ‘nuestra’ pista de pruebas del INTA hemos registrado interesantes datos, como que ha mejorado en una décima la cifra homologada a la hora de acelerar de 0 a 100 km/h. Pero aún así, hay que decir que ha demandado seis décimas más que lo que medimos en su día a un 308 SW BlueHDI 130 EAT8, que además era 33 kilos más pesado que nuestro protagonista. Ahora bien, para recuperar de 80 a 120 km/h ha requerido de 7,8 segundos, una décima menos que aquel 308 SW antes mencionado.

Estos datos, digamos que ‘discretos’ pueden deberse a la juventud de nuestra unidad, que aún no había cubierto sus primeros 1.000 kilómetros. Si bien, eso no ha sido ningún hándicap a la hora de frenar, con unas distancias de detención más que notables.

Un 2.0 BlueHDI con extra de potencia le vendría de maravilla, pero para eso tienen sus interesantes versiones Hybrid.

Este Peugeot 308 BlueHDI se sustenta sobre la plataforma EMP2, que aun apostando por un eje trasero semi-independiente sorprende por su eficaz dinámica. En marcha se muestra ligero, algo que se agradece cuando aparecen las curvas. Ese chasis aguantaría sin problema mucho más potencial, siempre y cuando Peugeot le dotara de una dirección un punto más directa, porque tiene 2,8 vueltas entre topes. Directa, que no precisa, porque este elemento te permite guiar con facilidad el morro de este sensacional compacto, que además en el modo Sport endurece ligeramente las suspensiones para eliminar cualquier balanceo de su carrocería -lo hace de forma muy sutil y nos gustaría que tuviera un modo personalizable-, transmitiendo seguridad en todo momento. También varía la entrega de potencia, el tacto de la dirección o el sonido artificial que emiten sus altavoces. También la gestión de su EAT8, que debido a dicho selector carece de modo secuencial, que si es operativo desde las levas que hay en el volante. Este cambio también ha recibido importantes mejoras y ahora a apenas 80 km/h permite circular en octava, cuando antes era imposible engranarla -ni forzando con la leva- antes de llegar a 100 km/h. Y eso se agradece tanto en rumorosidad, como en eficiencia, porque ¿te he dicho que este 308 es un verdadero ‘mechero’?

Y es que hacía mucho tiempo que un vehículo no superaba la barrera de los 1.000 kilómetros reales de autonomía, algo que con los actuales depósitos, convertidos en cantimploras, es una proeza.

Mención aparte merecen sus avanzados sistemas de ayuda a la conducción, eficaces y con una gran gestión electrónica detrás, los cuales son de serie y rematan un equipamiento donde no hay lagunas. Faltaría más por el precio de este 308, que sin ser barato, no se va a convertir en un inconveniente a la hora de dejar en evidencia a sus adversarios.

LA CLAVE.-Me atrevería a decir que tenemos el futuro ‘Car of the Year 2022’ frente a nosotros. Este 308 es una auténtica joya que ha llegado para marcar un antes y un después en su segmento. Atractivo, bien acabado, espacioso, dinámico… y además ofrece una oferta mecánica extensa a la que llegará un eléctrico puro. Si haces kilómetros este BlueHDI es lo que buscas, un verdadero ‘mechero’ para viajar sin preocupaciones rodeado de la última tecnología a todos los niveles.