comscore

Opel Grandland GSe contra Kia Sportage PHEV: correr sin derrochar

El último escalón para disfrutar de la electrificación, pero sin depender exclusivamente de ella, es la tecnología híbrida enchufable. No es una solución apta para todos los públicos, pero si te mueves por ciudad y sus alrededores, quizás sí te interese. El motivo es que lo harás con un coste de uso de apenas tres euros cada 100 kilómetros –depende de la tarifa eléctrica contratada–. Este es el caso del enfrentamiento que nos ocupa, entre el Opel Grandland y el Kia Sportage en sus variantes PHEV.

De este modo tan polivalente tendrás un eléctrico puro para los desplazamientos diarios que no superen los 60 kilómetros, y llegado el fin de semana, en desplazamiento ya más largos, el impulso térmico nos asegura llegar al fin del mundo sin necesidad de cargar la batería, algo que todavía agobia a muchos conductores a la hora de decantarse por un eléctrico.

Opel Grandland GSe y Kia Sportage PHEV

En el segmento SUV compacto hay varias opciones muy competitivas. Nos decantamos por el Kia Sportage, uno de los primeros en llegar, y por el Opel Grandland, que en su versión GSe de 300 caballos se convierte en un familiar casi de ‘carreras’.

Autonomía eléctrica real

El principio es el mismo. Una batería de iones de litio alimenta el generador eléctrico –dos en el caso del Opel–. Si forzamos el modo exclusivamente eléctrico, con el Grandland GSe recorrimos 58 kilómetros, por los 62 del Sportage PHEV. El coreano tiene algo menos de capacidad en la pila (13,8 kWh frente a 14,6 kWh), pero también menos caballería EV y térmica que impulsar. Al final suma 265 CV en total.

La transmisión es similar en ambos modelos. Es automática con convertidor de par, de ocho velocidades en el Grandland y de seis en el Sportage.

MOTORES TÉRMICOS  Grandland GSe  Sportage PHEV  
Disposición  Delantero transversal  Delantero transversal  
Nº de cilindros/válvulas  4, en línea / 16  4, en línea / 16  
Cilindrada (c.c.)  1.598  1.598  
Alimentación   Inyección directa de gasolina, turbo e intercooler   Inyección directa de gasolina, turbo e intercooler  
Potencia máxima/rpm  200 CV / 6.000  179 CV / 5.500  
Par máximo/rpm  300 Nm / 3.000  265 Nm / 1.500 – 4.500  
MOTORES ELÉCTRICOS   
Potencia máxima (delantero/trasero)  110 CV /113 CV  91 CV / –  
Par máximo (delantero/trasero)  320 Nm  / 166 Nm  304 Nm  / –  
Autonomía máxima modo eléctrico  63 km (a 135  km/h máx.)  70 km  
BATERÍA 
Tipo – Capacidad  Iones de litio- 14,6  kWh  Iones de litio- 13,8  kWh  
sistema híbrido   
Potencia conjunta / Par máximo  300 CV / 520 Nm  265 CV / 350 Nm  
TRANSMISIÓN   
Tracción  A las cuatro ruedas  A las cuatro ruedas  
Caja de cambios  Automática, 8 velocidades  Automática, 6 velocidades  
DIRECCIÓN Y FRENOS   
Dirección  De cremallera, asistencia eléctricaDe cremallera, asistencia eléctrica
Vueltas de volante  (entre topes)  3,0  2,4  
Diámetro de giro (m)  10,7  10,9  
Frenos. Sistema (Del./Tras.)  Discos vent. /Discos vent.  Discos vent. /Discos  
SUSPENSIÓN   
Delantera:  Independiente.  Independiente.  
Trasera:  Independiente.  Independiente.  
RUEDAS   
Neumáticos – Llantas  255/55 R19 – 7,5 x19’’  235/50 R19 – 7,5 x19’’  
Marca  Michelin  Michelin  
DIMENSIONES Y CAPACIDADES   
Peso en orden de marcha (kg)  1.876  1.905  
Largo/Ancho/Alto (mm)  4.447 / 1.856 / 1.630  4.515 / 1.865 / 1.650  
Capacidad del maletero (l)  390-1.528  540-1.715  
Capacidad del depósito (l)  43  42  

Opel Grandland GSe y Kia Sportage PHEV: ambos 4×4

Ambas versiones contemplan, asimismo, tracción total, pero por caminos diferentes. En la marca coreana es más tradicional, ya que cuenta con una conexión física por medio de embragues que activa el tren trasero en caso de necesidad.

Opel Grandland GSe y Kia Sportage PHEV

También el Opel se impulsa la mayor parte del tiempo con las ruedas delanteras, pero llegado el caso –pérdida de adherencia o necesidad de más potencia, por ejemplo– será un segundo motor eléctrico situado en el eje trasero el que dé vida a las ruedas traseras. En cualquier caso esta variante GSe es la única que presume de tracción total en la gama Grandland. En el Sportage sí que contempla versiones 4×4 con otras posibilidades mecánicas.

Los dos modelos tienen ciertas similitudes, como la tecnología y el enfoque familiar. Sin embargo, el público es diferente. El Sportage PHEV es un vehículo más neutro, sin aristas, más ‘electrodoméstico’ en el buen sentido de la palabra porque resulta confortable, transmite calidad y está muy bien equipado. Es una delicia en ciudad y su entorno, donde podemos tener un coste de uso dario de apenas 3 euros cada 100 kilómetros aprovechando su generosa autonomía eléctrica.

El mismo coste tendremos si nos impulsamos de manera exclusivamente eléctrica con el Opel. La diferencia es que las siglas GSe nos dan más en el aspecto dinámico y prestacional. El Sportage PHEV resulta brillante en su rendimiento, pero no llega a las cifras en aceleración y recuperación de su rival –tampoco lo pretende–. Por tanto, en carretera el Opel Grandland hace valer su mayor potencia para firmar adelantamiento bastantes más solventes.

Velocidad máxima  Grandland 235 km/h  Sportage 191 km/h  
Aceleración (en segundos)   
400 m salida parada  13,9  15,6  
1.000 m salida parada  25,5  27,3  
De 0 a 50 km/h  2,4  2,8  
De 0 a 100 km/h (oficial)  5,7 (6,1)  7,1 (8,2)  
Recorriendo (metros)  83  110  
Recuperación (en segundos)   
400 m desde 40 km/h en D  12,15  13,21  
1.000 m desde 40 km/h en D  23,58  25,25  
De 80 a 120 km/h en D  3,21  4,45  
Recorriendo (metros)  90  123  
Error de velocímetro a 100 km/h  + 2%  + 2%  
Frenadas (en metros)   
Desde 60 / 100 / 120 km/h  13,4/37,8/54,8  13,1/37,2/55,8  
Sonoridad (en decibelios)   
A 60 / A 100 / A 120 km/h  56,9/61,4/65,8  56,2/61,5/66,1  

Asimismo, la dinámica del alemán resulta más ágil y algo menos confortable. El chasis ofrece una configuración más deportiva, en parte gracias a los amortiguadores KONI que monta. Curiosamente la dirección es más lenta. Se nota que va más asentado cuando aparecen las curvas, convence más en los cambios de apoyo y resulta más inmediato en todo.

Opel Grandland GSe y Kia Sportage PHEV

Los dos frenan bien, pero el tacto del pedal…

A cambio cede puntos en cuanto a confort de marcha, aunque en largos desplazamientos los asientos firmados por el especialista AGR cuidan mejor la espalda. El tacto de freno es similar en los dos modelos. Los dos frenan bien si tenemos en cuenta que son vehículos que superan los 1.900 kilos con lo puesto, pero al pisar el pedal, en su primer recorrido, están más preocupados de regenerar energía que de otra cosa. Por eso luego llega la frenada real de golpe. No son precisamente progresivos.

Opel Grandland GSe: más deportivo

Ambos presentan sendos asistentes de conducción. En el Grandland GSe se puede elegir entre los perfiles eléctrico, híbrido, sport y 4WD. El coreano comparte los tres primeros, pero añade los modos nieve, barro y arena. Los has adivinado: el Kia es menos deportivo, pero ofrece más garantías fuera del asfalto, por tecnología y neumáticos, también asfálticos, pero menos deportivos.

Consumos del Opel Grandland GSe y el Kia Sportage PHEV

CONSUMOSGrandland GSe l/100 km  Sportage PHEV l/100 km  
Ciudad a 23 km/h de promedio  4,5  5,0  
Carretera a 90 km/h de crucero  5,6  5,4  
Autopista a 120 km/h de crucero  7,0  6,5  
Consumo medio (Porcentaje de uso 30% urbano; 50% autovía; 20% carretera)  6,0  5,8  
Autonomía media    
Kilómetros recorridos  716   724  
Consumos oficiales    
Ciclo combinado (litros-kWh)  1,3-18,5  1,4-16,9  

Ya hemos destacado la personalidad eléctrica y respectivas autonomías. A partir de ahí el consumo es un montaña rusa. Con energía en la batería y en modo híbrido nos podemos mover entre los 4,0 y 5,4 litros –según el ritmo– y con la pila totalmente descargada entre los 6,5 y los 7,5 litros. El Sportage rebaja prácticamente la media en 0,4 litros cuando la batería está ‘tiritando’.

El modelo germano dispone de una función e-Save que permite reservar la energía de la batería o, incluso, cargarla en marcha por el trabajo directo del motor térmico. Es una opción más, pero sinceramente el consumo se dispara por encima de los 10 litros y compensa lo justo. El Kia no la contempla.

Tiempos de carga de las baterías

A la hora de cargar la pila, ambos admiten hasta 7,4 kW de capacidad con corriente alterna. Y eso se traduce en un tiempo que ronda las dos horas para una reposición completa. Si no queremos instalar una wallbox, en una toma doméstica el tiempo se iría hasta las 5 horas y media.

En otro orden de cosas, si lo que nos preocupa es la habitabilidad, el Kia ofrece bastante más espacio para las piernas detrás, el Opel es más ancho en esas plazas y el maletero sufre en ambos un considerable recorte por la ‘intrusión’ de la batería, más si cabe en el alemán, que añade el segundo generador eléctrico y se queda en 390 litros, por los 540 de su rival.

Similar es la presentación, la calidad y ergonomía al volante, muy SUV, como corresponde, con una posición más elevada de lo normal para gozar de una buena visibilidad, algo que se agradece en ciudad.

Los acabados más deportivos de sus gamas

También resulta muy pareja su dotación tecnológica en materia de seguridad, confort y conectividad. Resulta muy completa en ambos modelos, aunque no hay que olvidar que estamos ante dos vehículos que no son precisamente baratos para todos los bolsillos. No en vano son la máxima expresión tecnológica de sus respectivas gamas y se visten con los acabados más completos y exigentes a nivel de equipamiento, y decorados con sus galas más deportivas, GSe en el Opel y GT Line en el Kia.

En resumen, más allá de la ‘deseada’ etiqueta medioambiental ‘0 Emisiones’, estos dos modelos ofrecen lo mejor de dos mundos. Por un lado una economía de uso imbatible cuando los trayectos diarios ronden los 60 kilómetros, ya que disfrutaremos de un eléctrico puro. Por otro, el impulso térmico nos asegura llegar al fin del mundo sin necesidad de cables de carga. Dos SUV familiares amplios y de gran rendimiento, más en el caso del Grandland GSe. Eléctricos si se desea… pero sin depender siempre de cables. También ofrecen otras posibilidades híbridas sin cable (aquí el nuevo Grandland Hybrid).