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Mitsubishi Space Star 120 MPI. Más de lo que ves

Cinco plazas, 80 caballos de potencia, un equipamiento que contempla de serie climatizador automático, sistema de monitorización de presión de los neumáticos, apertura y arranque sin llave, faros antiniebla, cuatro elevalunas eléctricos, cristales traseros tintados, radio CD con mandos en el volante, Bluetooth, llantas de aleación, sensores de luces y lluvia, control de velocidad de crucero… y todo por un precio que, con el descuento vigente, se sitúa en 10.650 euros.

No está mal esa relación, pero no hay que catalogar al Mitsubishi Space Star en la categoría 'low cost'. Tiene algo más de caché. Tampoco hay que confundirlo con el práctico monovolumen que llevaba ese nombre en 1998. Ahora es un utilitario sin grandes 'alardes', agradable en el día a día por la ciudad y sus alrededores, y una atractiva alternativa a un numeroso grupo de rivales que surgen en ese mismo segmento.

El Space Star mide 3,71 metros de longitud y se presenta con carrocería de cinco puertas. Las traseras hay que cerrarlas con fuerza porque son muy ligeras. Todo en él resulta superliviano, como corresponde a un vehículo que en la báscula y en orden de marcha pesa 920 kilos.

Interior aparente

El interior es aparente, pese a que se remata con los inevitables plásticos duros. Delante ofrece una buena visibilidad debido a que la posición al volante es relativamente elevada para lo que estila en este tipo de vehículos, y dispone de soluciones prácticas y huecos muy útiles.

Detrás no hay detalles. Sólo tres plazas, muy justas en cota de anchura, pero 'peleonas' en espacio para las piernas y altura al techo. El maletero, con 235 litros, se queda en la media.

Bajo el capó sólo hay cabida para motores de gasolina tricilíndricos. Apostamos por la versión 120 MPI de 80 CV (hay un 1.0 de 71). Al ralentí suena poco, pero llegan vibraciones al interior. Asociado a un cambio manual de cinco relaciones, 'cumple' sin grandes hazañas a bajo régimen. Los largos desarrollos finales del cambio y modesto par máximo le privan de hacer mejores números.

Ideal para circular por la ciudad

Si queremos que dé lo mejor de sí mismo hay que situar el régimen de giro por encima de las 4.000 vueltas. En ese instante saca más genio, pero incrementa los decibelios y el consumo. Este último resulta comedido si no buscamos llegar los primeros al destino.

En ciudad y sus alredores el Space Star 120 MPI se desenvuelve de maravilla. Es agradable y confortable en ese tipo de trayectos. Si salimos a carretera la cosa cambia. Los suaves tarados de la suspensión provocan evidentes balanceos de la carrocería, mientras que la dirección, muy suave y poco directa (3,5 vueltas entre topes) no ayuda en la dinámica. Ojo, que no queremos decir que sea torpe, ni mucho menos, sólo que ésa no es su guerra. En la 'suya', de corte más plácido, sí que es un rival peligroso…

La clave

El Space Star es ideal para los que se mueven por la ciudad y sus alrededores. Ahí gasta poco, resulta muy agradable en su tacto general, es de los más amplios y ofrece cinco plazas de serie. Además, esta versión Emotion de 80 CV está bien equipada y su precio es muy atractivo. No se le puede pedir mucho más.