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Mahindra XUV 500 FWD W8. El poder del dinero

No es Mahindra un fabricante demasiado conocido en España, y su modesta gama de vehículos tiene el precio como mejor argumento. No es el único, pero hay que decir que se trata de modelos enfocados a un conductor práctico, sin grandes pretensiones en lo que se refiere a calidad o dinámica.

Y su producto estrella es este XUV500 que traemos a nuestras páginas. Tiene mérito, porque en sólo 4,59 metros de longitud ofrece siete plazas. No hay nadie que ofrezca el metro cuadrado a un precio tan asequible. Porque desde 20.985 euros ya tenemos uno bien equipado.

Lo que más nos ha gustado es el motor. Se trata de un diésel de garantías, muy rumoroso en parado y que suena 'raro' desde 1.500 y hasta 2.500 revoluciones por minuto. Luego ya va redondo y sube hasta 4.500 vueltas. Empuja con voluntad, aunque el excesivo peso del conjunto -casi 1.900 kilos con lo puesto- lastra un tanto sus prestaciones.

El cambio manual, de seis relaciones, está bien dosificado a nivel de desarrollos, pero el tacto de la palanca no es el idóneo precisamente. Tampoco el funcionamiento del sistema de ahorro Start/Stop, lento y algo brusco en su funcionamiento.

Nuestra unidad presenta tracción delantera, pero también dispone de variante 4×4. La suspensión es independiente en ambos ejes, pero el tarado es demasiado suave. Es un gran rodador en tramos sin complicaciones, pero cuando aparecen las curvas no puede evitar los balanceos y cabeceos de la carrocería.

Además, la dirección es lenta -3,2 vueltas de volante entre topes- y los frenos penalizan por el peso y por los neumáticos mixtos M+S que monta -necesita 63,1 metros para parar desde 120 km/h-. Dicho así todo de golpe no parece la mejor elección, pero insistimos en que analizamos con el mismo rasero todos los vehículos que pasan por nuestras manos, y no todos los conductores mantienen el mismo nivel de exigencia.

Los hay que buscan confort, habitabilidad, un consumo comedido, precio y que esté bien 'alicatado' a nivel de equipamiento. Ahí el XUV500 saca pecho, aunque renuncie a la última hornada de asistentes en seguridad.

Cuenta con tercera fila

Es espacioso delante y también en la segunda fila -es fija, pero con un piso prácticamente plano-, y hasta la tercera resulta razonable y cuenta con climatización propia.

Sin exquisiteces tecnológicas en su dotación de serie, sí disfrutaremos de un control de descensos, otro de arranque en rampa, el control de velocidad de crucero, la pantalla táctil de 7 pulgadas, el navegador, cámara trasera, sensores de luces, lluvia y de aparcamiento traseros, llantas de 17 pulgadas, control por voz…

LA CLAVE

Si buscamos exquisiteces, mejor abstenerse. Si nos conformamos con espacio, siete plazas, un motor voluntarioso, un generoso equipamiento y un precio imbatible, la cosa cambia. Es más confortable que otra cosa, y un buen rodador; pero por dinámica, calidad y tecnología está por detrás de sus rivales.