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Jaguar E-Pace 2.0D MHEV AWD 163 CV. Muy cerca y muy lejos

Los pequeños retoques de que fue objeto el pasado año el Jaguar E-Pace le han sentado bien al SUV compacto de la marca ingelsa con sede en Whitley. Incluyendo esta versión diésel, perfecta para moverse en carretera y hacer kilómetros, pero a la vez con etiqueta ECO para circular en ciudad con pocas restricciones.

A principios del pasado año, el SUV más compacto de Jaguar el Jaguar E-Pace fue objeto de una actualización. Además de ligeros cambios estéticos y de equipamiento, varió la gama de motores para conformar una oferta bien estructurada, eficiente y acorde con el carácter dinámico de la marca, incluyendo su variante híbrida enchufable.

Jaguar E-Pace 2.0D MHEV AWD 163 CV

Motorizaciones con etiqueta ECO

Así, sobre el motor Ingenium 2.0 dispone de dos variantes diésel y tres gasolina, todas con un sistema de hibridación ligera de 48 voltios a excepción de la versión manual del 2.0D de 163 CV. Y el más moderno 1.5 de gasolina que marca el escalón de entrada y motoriza la versión PHEV.
Un equilibrado abanico de opciones, entre las que la unidad de pruebas el Jaguar E-Pace, supone una interesante opción si vamos a hacer kilómetros por carretera, con las ventajas urbanas de la etiqueta ECO.

Jaguar E-Pace 2.0D MHEV AWD 163 CV, en datos

Un buen comportamiento

Su compacto tamaño y la elevada posición de conducción –la banqueta tiene mucho recorrido vertical– le permiten al Jaguar E-Pace acoplarse con naturalidad al tráfico urbano, con una cifra de consumo algo elevada. El motor 2.0 no destaca especialmente en este apartado tampoco en carretera, donde sí muestra una respuesta decidida a la hora de acelerar, a pesar de un peso elevado.
Las pequeñas mejoras en el tren delantero refuerzan el tacto de la rápida dirección, para apoyar un buen comportamiento, ligeramente subvirador en curva, pero con reacciones muy predecibles y transmitiendo mucha confianza al conductor, sin pérdidas de motricidad. La tracción a las cuatro ruedas de esta versión del Jaguar E-Pace, AWD –Standard Driveline; la otra variante sólo está disponible para la versión más potente–, cuya central de gestión ha sido optimizada, hace el reparto de par entre ambos ejes, a través de un embrague multidisco, el doble de rápido que en la serie anterior. Pero eso sólo lo notaremos cuando el firme se hace resbaladizo, pues en condiciones normales funciona con el cien por cien del par sobre el tren delantero. Kilos extras para este Jaguar E-Pace un coche ya pesado frente a sus rivales, pero que si vamos a viajar regularmente a la nieve o zonas de pistas, alejándonos de la ciudad, toma todo el sentido.

Jaguar E-Pace 2.0D MHEV AWD 163 CV

Interiores con sello «premium»

El respaldo posterior se divide en tres mitades, dejando el hueco central para esquís u otros objetos largos para nuestro tiempo de ocio. Un maletero con buen volumen, de formas muy aprovechables, con mucha altura, aunque menos capaz que rivales como el Q3 o el X1, pero por encima de un GLA. El sistema multimedia del Jaguar E-Pace, es novedoso, controlado a través de una pantalla muy visible (11,4 »), con un menú muy directo a todas las funciones, casi sin botones fuera. Y en un ambiente muy cuidado por materiales y presencia.

Jaguar E-Pace 2.0D MHEV AWD 163 CV

LA CLAVE.- SUV compacto con el sello ‘premium’ que se transmite en la calidad y atmósfera interior, además de su precio. Y con el sellola personalidad de marca en su dinámico tacto. Pero una versión para hacer km apoyándose en su motor diésel a la hora de escapar de la ciudad, donde se mueve con las ventajas de su etiqueta ECO.