Mazda suma ya quince trimestres consecutivos de crecimiento en Europa. Y en el segundo trimestre de este año el avance en España ha sido de más del 30 por ciento, un éxito que en parte hay que atribuírselo a los SUV, ya que casi la mitad de las ventas de la marca japonesa se han ido a parar a este tipo de vehículos. De hecho, el SUV urbano CX-3 ha sido el modelo de mayores ventas en Europa, seguido muy de cerca por su hermano mayor, el CX-5.
Y dentro de esa estrategia, puesta en escena con argumentos tan sólidos como el diseño, la calidad o la tecnología SkyActiv, el sistema de tracción total de Mazda i-ACTIV AWD aporta ese plus que buscan los compradores más exigentes o simplemente los que van a hacer uso de este sistema porque son amantes de los deportes de invierno, realizan alguna escapada ocasional fuera del asfalto o reconocen la eficacia de la tracción a las cuatro ruedas en carretera cuando las condiciones de adherencia no son las más adecuadas. Y en este aspecto entra también en escena un Mazda6 Wagon disponible con este eficaz sistema de tracción, y que puede ser una alternativa interesantísima a los todocamino.
La tracción total, puesta a punto por un equipo puntero de ingenieros de la marca, utiliza 27 sensores que monitorizan 200 veces por segundo aspectos como el ángulo del volante, la presión sobre el acelerador o el freno, la marcha engranada, la tracción disponible en las ruedas delanteras, la temperatura exterior o si los limpiaparabrisas están funcionando. Esto permite que el sistema tenga una imagen muy exacta de la escena de conducción, incluyendo condiciones de la carretera o las intenciones del conductor. Entonces el i-ACTIV calcula y ajusta la cantidad de par motor que envía a las ruedas traseras. Esto permite la salida desde parado en piso deslizante, la aceleración, el trazado de las curvas más cerradas o una frenada eficaz sin dejar que los neumáticos pierdan adherencia. Y lo mejor de todo es que en situaciones normales el coche actúa como un tracción delantera, ya que el sistema, al reconocer la buena tracción, minimiza la fuerza que envía al eje trasero con las ventajas en consumo que aporta esta decisión.
Pero el sistema i-ACTIV aporta más ventajas, como el sistema de detección y alerta de deslizamiento de las ruedas delanteras, que permite anticiparse en milésimas de segundo y con precisión absoluta a las variaciones en las condiciones de conducción.
La tracción total de Mazda está disponible en combinación con cinco motorizaciones utilizadas por los CX-3, CX-5 y Mazda6 Wagon. Se trata de los 2.0 de gasolina con 150 y 160 caballos, el 2.5 de 192 y los 2.2 diésel de 150 y 175 caballos. Y entre todos destaca el consumo medio homologado por el CX-3 con mecánica 1.5 Diesel: sólo 4,7 l/100 km.
Mazda CX-3. Todocamino compacto premium
La tracción total le sienta de maravilla a este todocamino cuyas características le sitúan por derecho propio en el segmento premium. El CX-3 enamora desde el minuto uno.
La gama CX-3 dotada de tracción total está compuesta por cuatro modelos, con dos motores diésel y gasolina de 105 y 150 caballos, cambio manual o automático en ambos y los dos niveles de equipamiento más completos: el Luxury y el Luxury Premium, ambos con una dotación exquisita.
El CX-3 mide 4,27 metros de longitud y 1,53 de altura, por lo que forma parte del segmento de SUV urbano con ventajas definitivas a la hora de moverse con soltura por las grandes ciudades, aparcar sin problemas y lograr cifras de consumo de las que no hacen daño al bolsillo. El motor de gasolina, con 150 caballos de potencia, es refinado y eficiente, y una opción muy interesante. Pero la alternativa ideal en este escenario es el motor 1.5 diésel de 105 caballos, ya que la marca homologa menos de 5 litros cada 100 kilómetros de media en ciudad, una cifra sorprendente para tratarse de un modelo con tracción total. Y es que en realidad el consumo medio de 4,7 l/100 km tan solo aumenta 7 décimas respecto a la versión de dos ruedas motrices, porque el 4WD pesa sólo 75 kilos más. Y a diferencia de otros modelos en los que la adopción de la tracción a las cuatro ruedas implica una reducción notable de la capacidad del maletero o del depósito de combustible, en el CX-3 esto no ocurre y se mantienen los 350 litros de volumen para equipaje ampliables a 1.260 y la reserva de 48 litros, suficientes para recorrer más de 1.000 kilómetros con un solo depósito.
Dentro de su segmento el CX-3 está posicionado en un lugar privilegiado por tamaño, a caballo entre los SUV urbanos más pequeños y los compactos, y también por unas características técnicas poco habituales. Es el caso del peso, hasta 150 kilos menor que en más de uno de sus rivales directos, gracias a la carrocería SkyActiv-Body de Mazda, donde se ha empleado acero de alta resistencia en zonas estratégicas y geometrías transversales optimizadas para crear una carrocería ligera, de alta rigidez y con propiedades de amortiguación óptimas.
Y la tracción total, que supone un incremento de precio de 1.800 euros, resulta muy recomendable porque termina de redondear el excelente trabajo realizado por Mazda en este modelo. Y lo mejor de todo es que el sistema i-ACTIV AWD trabaja de forma automática y de manera imperceptible, sin que el conductor tenga que preocuparse de seleccionar nada para maximizar el rendimiento. Una ayuda definitiva a la conducción que aporta tranquilidad y un plus de seguridad que se suma a la batería de asistentes de conducción ofrecidos por este SUV, disponible desde 24.480 euros.
Mazda CX-5. Una compra inteligente
Desde que se mostró al público por primera vez, el CX-5 de Mazda ha cosechado un buen puñado de premios y su éxito es inapelable.
El Mazda CX-5 ofrece una de las gamas más completas de tracción total en el segmento todocamino, ya que dispone de cuatro motorizaciones, cambios manuales o automáticos y tres niveles de acabado, aunque la mayoría se combinan con el nivel Luxury, el más equipado. Tres de las motorizaciones combinan siempre la tracción total y el cambio automático. Se trata del 2.0 y el 2.5 de gasolina, con 160 y 192 caballos respectivamente, y el 2.2 D de 175 caballos. Mientras que la variante 2.2 D de 150 caballos con tracción a las cuatro ruedas puede combinarse con un cambio manual o uno automático, ambos de seis relaciones. El todocamino compacto de Mazda dotado de este propulsor ha homologado un consumo medio de 5,2 l/100 km, sólo seis décimas más que su equivalente con tracción delantera. El incremento de precio que supone la tracción total es de 3.000 euros, y el peso aumenta sólo 60 kilos, por lo que en este caso también podemos hablar de un gran trabajo de chasis y aligeramiento general.
Como en el resto de la gama Mazda, el CX-5 está más cerca del segmento premium que del generalista gracias a un nivel de acabado y a una calidad de materiales excepcionales. Y su tamaño, amplitud, maletero y versatilidad aportan un equilibrio general poco habitual en el mercado.
Junto con la eficaz tracción total, que permite llegar siempre mucho más lejos sea cual sea el estado de la carretera, el CX-5 incorpora algunos sistemas interesantes como los nuevos faros adaptativos de LED, el control de ángulo muerto, el asistente de cambio de carril, la alerta de tráfico trasera, el aviso de cambio involuntario de carril, el detector de fatiga o el sistema de asistencia a la frenada en ciudad delantero y trasero. El CX-5 con tracción total está disponible a partir de 28.955 euros.
Mazda6 Wagon. Lo tiene todo
Es elegante, aerodinámico, amplísimo y puede presumir de calidad a raudales. Para colmo, nada le parará los 'pies' gracias a su tracción total.
El Mazda6 Wagon no es un todocamino, salta a la vista, sin embargo la tracción total le aporta una serie de ventajas que sabrán valorar los más deportistas, los amantes de los deportes de invierno o simplemente todos aquellos enamorados de la conducción a los que no les asusta que el tiempo empeore y que se reduzca la adherencia.
En el Mazda6 la tracción total está disponible en la versión Wagon, y supone un incremento de poco más de 3.000 euros sobre la tracción delantera. Las cuatro ruedas motrices se pueden combinar exclusivamente con los dos motores diésel de 150 y 175 caballos: en el primer caso, el cambio es manual de 6 velocidades, mientras que en el segundo, el propulsor diésel más enérgico se asocia al eficaz cambio automático de 6 relaciones. Y entre las características técnicas destaca un consumo medio que no supera en ningún caso los 5,5 l/100 km, y que con el motor de 150 caballos firma un sorprendente dato de 5,0 l/100 km. Ni que decir tiene que con esa potencia el Mazda6 Wagon se mueve con solvencia aunque sus cinco plazas vayan ocupadas y su tremendo maletero de 522 litros se haya llenado con el equipaje de toda la familia.
Como en sus hermanos del segmento SUV, la tracción total inteligente de Mazda trabaja en la sombra sin que el conductor tenga que preocuparse de nada. E incluso el sistema de detección y alerta de deslizamiento de las ruedas delanteras permite que el control de par transfiera una pequeña cantidad de fuerza al eje trasero para ayudar a que, en caso necesario, la transición de par entre ejes sea suave e instantánea. Una función más para un sistema genial.