Para los que conocimos el Opel Frontera original, tal vez este nuevo nunca llegue a tener ese encanto, tal vez nunca llegue a ser recordado como uno de aquellos precursores del concepto SUV que a todos encandilaba. Pero el nuevo modelo tiene otras muchas virtudes, posiblemente más valoradas en estos tiempos más allá del estilo. Porque la marca alemana del Grupo Stellantis ha conseguido crear un coche que es pura racionalidad e inteligencia. Sin alardes, pero con mucho sentido.
Tiene mucho sentido el aprovechamiento del espacio, con un interior muy habitable pese a los menos de 4,4 metros de largo. La capacidad de incorporar dos asientos en la tercera fila también es una alternativa inteligente y que no va a encontrar réplica en ningún rival salvo en ese Citroën C3 Aircross gemelo del Frontera. También está bien pensado el maletero, que no es de récord, pero que con 460 litros es perfecto para un uso normal de familia. O la cantidad de huecos en el interior que suman otros 23 litros de capacidad.

Inteligencia en la gama mecánica, sobre todo en estos tiempos donde lo eléctrico debe tener siempre protagonismo. Eléctrico cien por cien o híbrido ligero son las alternativas con las que se va a mover; y las dos tienen sentido. Tampoco pasa desapercibida la sencillez de la propuesta de la gama, donde no hay interminables opciones y alternativas; simplemente dos niveles de acabado a los que se pueden sumar dos packs para proponer un Frontera que tenga todo lo que se necesita.
Una propuesta asequible
Y si hablamos de inteligencia, sobre todo de cara al comprador, hay que hablar de accesibilidad en el precio. El Frontera juega la carta de ser asequible, de ofrecer todo lo necesario a un precio muy razonable. Eso es lo que se deduce de la factura que se presenta al comprador, pues los precios de 19.900 euros como acceso a la versión Hybrid de 100 caballos o de 16.900 para el eléctrico una vez descontadas las ayudas del Moves III, son un dato muy a tener en cuenta. Posiblemente no haya en el mercado una propuesta con estas características a este precio.

Y lo que ofrece por este dinero es para pensárselo. Hablando de la parte mecánica, el Frontera se ofrece con dos alternativas híbridas ligeras. Equipa un motor de gasolina turboalimentado de 1.2 litros y 74 kW (100 CV) y un motor eléctrico de 21 kW (28 CV) como variante de acceso. Por encima se ofrece una opción con 100 kW (136 CV). En ambos casos con un caja de cambios electrificada de doble embrague de seis velocidades con la que se compenetra perfectamente para un uso en el que el peso de la parte eléctrica en cada kilómetro que se recorre es muy alto.
En la parte cien por cien eléctrica, el Frontera ofrece una máquina eléctrica con 113 CV y 125 Nm de par máximo; asociada lleva una batería de 44 kWh con lo que se garantiza una autonomía eléctrica homologada en ciclo combinado de 305 kilómetros. Una cifra que no es muy llamativa, pero más que suficiente para el uso normal, aunque tal vez en viajes se quede excesivamente corta. Pero para compensarlo, pronto la marca va a presentar un Frontera con más capacidad, con hasta 400 kilómetros.

En la práctica, sobre el asfalto, ambas alternativas brillan por un rodar muy suave, agradable y lógico. Una propuesta muy honesta para el tipo de conducción que se espera de un SUV compacto de aire familiar. En la toma de contacto por carretera de Galicia, el híbrido más potente ha demostrado un perfecto equilibrio en la conducción diaria entre el motor de gasolina y el motor eléctrico tanto trabajando en conjunto o por separado, optimizando el consumo de energía y el rendimiento. Dispone de tres modos de conducción: Eco, Normal y Sport con los que se puede adaptar la conducción a las preferencias individuales y a las condiciones de la carretera.
Gran protagonismo eléctrico en el Opel Frontera
Es el mismo sistema, y con el mismo agrado, que conocemos en otros modelos del Grupo Stellantis con esta tecnología. El Frontera, además, muestra maneras en su comportamiento muy aplomado y cómodo. Todo está pensado para el confort, pero siempre con ese toque de rigor alemán clásico de Opel. Dirección precisa, frenos competentes… Esta será posiblemente la alternativa ideal para aquellos conductores más viajeros. Porque los 136 caballos, sin ser un exceso, mueven con solvencia al coche.
El siguiente paso en nuestra prueba viene de la mano del eléctrico. Aquí la suavidad se multiplica al viajar en completo silencio. El Frontera muestra aquí su lado más refinado. Sobre la carretera muestra aún más aplomo gracias al mayor peso de las baterías en la base del coche. Es ágil con una respuesta rápida del motor, muy instantáneo, pero la potencia que ofrece es más indicada para un uso eminentemente urbano. En cualquier caso la versión eléctrica del modelo alemán es una alternativa interesante como segundo coche para la familia.
Imágenes Opel Frontera
Fotos: Opel

















