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Conducimos el Kia XCeed: más carácter

El Kia XCeed llegó al mercado casi de puntillas, como la versión crossover de la gama Ceed, uno de los grandes éxitos de la firma coreana en Europa. Y en solo cuatro años ha arrebatado ese lugar de privilegio al Ceed y se ha convertido en el tercer pilar de ventas de la marca en España, solo por detrás del ‘intocable’ Sportage y del Stonic. Una evolución similar a la sucedida en Europa, donde ya se han vendido 120.000 unidades de este modelo.

Ahora, a mitad de su vida comercial, la marca coreana ha decidido actualizar este crossover siguiendo las mismas directrices con las que se renovó la gama del Kia Ceed hace un año. Hay cambios de diseño, mejoras en la conectividad y una apuesta decidida por la electrificación como cambios más evidentes en el nuevo XCeed. Eso, además de una novedad importante, la versión GT-Line, de marcado aire dinámico y deportivo que la marca ofrece en casi toda su gama y que llega por primera vez al XCeed con su propulsor de 204 caballos que garantiza un rendimiento de más carácter.

Kia XCeed

No hay cambios estéticos radicales en el Kia XCeed

Aunque los cambios estéticos no son radicales, sí aportan más personalidad al crossover coreano. Lo más evidente está en el frontal el que vemos nuevas ópticas, una parrilla también renovada así como el paragolpes. Además cambia la ubicación de los faros antiniebla, ahora en la parte superior y el paragolpes integra nuevas entradas de aire. Si nos fijamos en la vista lateral lo más llamativo son los nuevos diseños de llantas, de 16 o 18 pulgadas. Y en la parte trasera lo más destacado es el difusor rematado en negro brillante y las salidas de escape, ahora prácticamente ocultas.

El exterior del GT-Line tiene su identidad propia con una parrilla diferente, más agresiva, unas entradas de aire más deportivas, las inserciones en cromo o los retrovisores en negro. En el lateral las llantas son nuevas y el marco de la ventanilla y las barras de techo van en negro. Y atrás cuenta con un nuevo diseño de las ópticas, que son secuenciales.

Los cambios exteriores se reflejan en un interior de más calidad, con pantalla de hasta 12,3 pulgadas con nuevos temas de personalización. En el GT-Line, además hay un volante nuevo además de la palanca de cambios en piel y de los asientos deportivos.