Recorrer 25.000 kilómetros en dos meses con este Ford Focus 1.0 Ecoboost de 125 caballos era el reto que nos propusimos para averiguar algunos aspectos de uno de los compactos más interesantes del panorama actual. Por un lado se trataba de saber si este motor de tres cilindros en línea y con tan baja cilindrada iba a estar a la altura de las circunstancias, no ya en ciudad y moviéndose a baja velocidad, sino en carretera y con carga. Por otro, tratamos de averiguar si el consumo iba a suponer un problema al comprador de esta versión, pues en algunos modelos de estas características habíamos detectado un gasto muy sensible a la velocidad y a la presión sobre el acelerador. Por supuesto, el objetivo de este test de larga duración era, finalmente, conocer la respuesta a nivel general de un modelo que, a nuestro jucio, no tiene el éxito que merece por fiabilidad, precio, comportamiento, agrado de uso y tecnología.
Los primeros compases con el Focus van despejando dudas sobre los aspectos que nos preocupaban. El motor Ecoboost, ganador varios años seguidos del prestigioso galardón internacional 'Engine of the Year' en el apartado de motores con menos de un litro de cilindrada, ofrece desde el minuto uno una suavidad, refinamiento y silencio de marcha encomiables. Y los consumos medios registrados en los primeros kilómetros sorprenden porque oscilan entre los 5,8 y los 6,3 l/100 km en una utilización mixta ciudad-carretera-autovía-autopista, con un solo ocupante. Quedaba mucha prueba por delante, pero los primeros datos nos gustaban mucho y ponían de manfiesto el buen trabajo de los ingenieros de Ford.
Consumo real
Y llega el primer viaje de los que de verdad simulan una utilización real por una familia, solo que en este caso el coche va ocupado por cuatro adultos y su equipaje de fin de semana, es decir, el equivalente a dos adultos, dos chavales y el equipaje completo de unas vacaciones. Tras 1.000 kilómetros de viaje, contando la ida y la vuelta, teniendo en cuenta que el coche ha subido varios puertos de montaña, que ha circulado por ciudad y que en autovía ha rodado a una velocidad media de 125 km/h, el Focus Ecoboost mostraba un consumo real de 7,3 l/100 km, una cifra más que razonable que, incluso, se irá reduciendo poco a poco con el paso de los kilómetros.
A nuestro protagonista no le dejamos parar ni un segundo, y los probadores se van turnando para poder cumplir los plazos. Jesús, nuestro compañero especialista en recorrer kilómetros sin descanso, viaja normalmente solo y mide consumos muy bajos a lo largo de la prueba. En concreto, viajando por autovía hacia Cáceres y Trujillo consigue recorrer más de 200 kilómetros llaneando con una media de consumo de 5,8 l/100 km. Pero aunque es un valor real, no va a ser el habitual. La cifra más vista, respetando siempre los límites de velocidad y realizando una conducción normal, es de 6,5 l/100 km en el ordenador, que pasan a ser 6,8 reales si rellenamos el depósito con cuidado y paciencia para comprobar la cantidad exacta que entra. Si nos ceñimos a una utilización en la que predomine el entorno urbano, comenzamos midiendo un consumo de 7,5 litros cada 100 kilómetros y terminamos el kilometraje reduciendo esa cifra a 7,2 l/100 km, es decir, un consumo con el que tendríamos una autonomía en ciudad de 765 kilómetros. El capítulo del consumo termina con datos reales concretos y una cosa clara: el gasto medio de 6,7 l/100 km queda, como es habitual, lejos del dato homologado por la marca, fijado en 4,7 l/100 km; pero hay que aplaudirlo en cualquier caso, porque en la otra cara de la moneda encontramos unas prestaciones que se corresponden, casi más, con las de un motor de dos litros de cilindrada con 140 caballos.
Y ya que tocamos las prestaciones, hablemos también de potencia, ya que el Focus 1.0 Ecoboost nos ha dado otra lección y otra sorpresa. Y es que con 2.393 kilómetros nuestro protagonista ya daba 133 caballos, es decir, 8 caballos más de lo homologado por la marca. La prueba la realizamos, como es habitual, en el banco de potencia de la central de Bosch en Madrid. Ni que decir tiene que con esa potencia, y un par máximo de 17,3 mkg disponible entre 1.400 y 4.500 rpm, el Focus de nuestra prueba de fiabilidad se ha mostrado ágil, solvente e incluso divertido, con prestaciones que hacen que nos olvidemos de que bajo el capó se esconde un motorcito de tres cilindros y 999 centímetros cúbicos de capacidad. Este motor es, además, una delicia por refinamiento, ya que en contadas ocasiones se aprecia el típico sonido 'a tricilíndrico' o una vibración que desentone y altere el funcionamiento redondo del conjunto. A ello hay que sumarle unos desarrollos de cambio con un escalonamiento muy adecuado y un turbo de nueva generación que sopla muy pronto, que juntos permiten que este Focus Ecoboost circule en marchas largas a baja velocidad sin inmutarse, lo que también ayuda a reducir el consumo. Y otra grata sorpresa llega de la mano de las prestaciones, que medimos con nuestro inseparable 'Correvit'. Y es que mejoramos los datos de aceleración oficiales en las tres pruebas realizadas con 2.179, 11.350 y 24.820 kilómetros. En concreto, hemos dejado el paso de 0 a 100 km/h en 10,5 segundos, cinco décimas por debajo de lo homologado por la marca.
Un coche duradero
El Focus 1.0 Ecoboost con acabado Titanium ha dado en este tiempo muy pocos problemas, por no decir ninguno. Con 6.704 kilómetros empezó a sonar un ligero ruido en la puerta del conductor que terminamos eliminando en la redacción a base de aceite multiusos. También nos dimos cuenta de que es fácil que entren y se acumulen hojas secas bajo el capó, hojas que habrá que retirar de forma regular si se suele aparcar en zonas arboladas y si no se quieren tener problemas con el sistema de climatización. Los asientos del Focus son más bien de mullido firme, un detalle que no gusta al principio pero que se agradece con el paso de los kilómetros, ya que el cuerpo soporta mejor los largos viajes sin acusar las horas al volante. Además, el sistema de control automático de las luces de carretera, englobado en el Paquete Active Vision, se ha mostrado algo lento a veces a la hora de desconectar las luces largas cuando circula un coche por delante o se acerca otro en sentido contrario. Por lo demás, el Focus ha ido como la seda en todo momento, con desgastes normales e incluso inferiores a los habituales.
Entre los probadores ha gustado mucho el paquete de seguridad incluído en este modelo y, sobre todo, su precio como opción. Se trata de un pack que incluye monitor de conducción segura, reconocimiento de señales de tráfico, control automático de luces de carretera, frenada de emergencia en ciudad y avisador con asistente de cambio de carril. Todo esto tiene un sobreprecio de 400 euros. Pero también han sorprendido los equipamientos que lleva, o puede llevar, un modelo dotado de un motor tan modesto en teoría. Hablamos del aparcamiento asistido, de los faros bixenon, de la pantalla de 8 pulgadas con SYNC2 o de la llave de contacto configurable, entre otros elementos. Hemos recorrido 25.000 kilómetros en 60 días, pero tras comprobar su excelente funcionamiento, su agrado de uso y su magnífico consumo, y también en previsión de las 'nubes' que se ciernen sobre los diésel en las grandes ciudades, no nos habría importado recorrer con este Focus de gasolina 200.000 kilómetros en un año y medio. Todo se andará.
Prueba en el banco de potencia de Bosch. Tres cilindros y 133 caballos de potencia
Cuando recogimos el Ford Focus 1.0 Ecoboost de 125 caballos, y tras realizar por seguridad un periodo de rodaje de 2.000 kilómetros, lo primero que hicimos fue llevarlo a las instalaciones de Bosch en Madrid y meterlo en su sofisticado banco de potencia, donde nos llevamos una grata sorpresa al comprobar que nuestro protagonista, con solo 2.393 kilómetros, ya rendía algo más de 133,3 caballos, 8 más que la cifra anunciada por el fabricante. Un motor excepcional que ha ganado varios años seguidos el galardón al 'Mejor Motor del Año' con menos de 1 litro de cilindrada. Con 24.900 kilómetros volvimos a realizar la prueba en idénticas condiciones, y el Ecoboost erogó 97,3 kilowatios o, lo que es lo mismo, 132,2 caballos, una cifra casi idéntica a la del primer test y que confirma el gran rendimiento de esta gran obra de la ingeniería.
Sistema Sync2. Habla con el coche y déjate guiar
En los meses que hemos estado utilizando el Ford Focus nos ha dado tiempo a probar con detenimiento el sistema por control de voz SYNC2. Y la verdad es que su uso fue de lo más sencillo. Con un simple toque en el botón del volante el sistema comienza a funcionar. Un leve tono te hace consciente de su actividad y te aconseja, a través de su pantalla y de los altavoces, de los ítems con los que te puede ayudar, así como las directrices que puedes decirle para que te guíe con total comodidad. Y hay que reconocer que funciona a las mil maravillas, captando cualquier instrucción a la primera. El sistema puede usarse para casi todo, desde programar el GPS y recomendarte restaurantes para comer -gracias a la guía Michelín incluida en su software- hasta controlar la climatización o la conectividad de los dispositivos móviles. Además, la introducción tanto de direcciones como de instrucciones para controlar el sistema se realiza de una manera muy simplificada e intuitiva. Por ejemplo, con solo decir la dirección a la que quieres ir, el SYNC2 te dará las indicaciones sin tener que repetir la dirección en varios pasos, incluso utilizando vista en 3D de los principales puntos de interés y cruces. Y cuando se trata de puntos de interés, ni siquiera se necesita una dirección, tan solo habría que decir «Museo Picasso» o «Torre Eiffel», y Sync2 se encargará de todo. Eso mientras continúas conduciendo sin distracciones.
Por si esto fuera poco, de manera automática cuando enlazas tu dispositivo móvil, SYNC2 también ofrece el Sistema de Asistencia en casos de Emergencia de Ford, que conecta a los ocupantes del vehículo con los operadores de los servicios locales de emergencia en caso de accidente.
Tecnología de precisión. El focus recibe un sobresaliente
Aunque hacía pocos días que acababa de superar sin pegas la revisión de los 20.000 kilómetros en un taller de la marca, al llegar a los 25.000, y ciñéndonos al guión establecido, el Focus entró en nuestro taller y no salió de él hasta que analizamos los desgastes sufridos en las piezas más propensas a envejecer con el paso de los kilómetros. Nuestro colaborador Jose María Moreno, el mecánico de cabecera de Motor 16, se puso manos a la obra procediendo a desmontar ruedas, amortiguadores, discos de freno, pastillas… y a realizar comprobaciones rutinarias sobre los desgastes y la facilidad de mantenimiento del coche. Una vez realizado este proceso comprobamos que en las piezas analizadas apenas se observaba desgaste, y que los 25.000 kilómetros recorridos han sido poco más que un aperitivo para un compacto que está construído para durar. Por ejemplo, a los amortiguadores traseros les quedaba una eficacia del 92 por ciento, y a los delanteros, que trabajan más debido al mayor peso que soportan por el motor, mantenían una eficacia del 88 por ciento, por lo que les quedaba vida útil suficiente para recorrer más de 100.000 kilómetros sin cambiarse, y con eficacia razonable.
Ha ocurrido algo parecido con discos de freno y pastillas. Los discos delanteros ventilados no se han desgastado ni un milímetro en este tiempo, mientras que sus pastillas han pasado de 18 a 15 milímetros. Dos milímetros es el espesor perdido por los discos traseros macizos sometidos a una temperatura más elevada, mientras que las pastillas traseras han reducido su grosor 1 milímetro. La eficacia de la frenada ha mejorado progresivamente, y para detenerse desde 120 km/h ha pasado de 54 metros con 2.179 km a 51 en la misma prueba con 24.820 kilómetros. Los neumáticos, unos Michelin Primacy HP 215/50 R17, sufrieron un desgaste normal, pues las ruedas delanteras pasaron de un dibujo original de 6,3 milímetros a tener 3,1, lejos del mínimo legal exigido -1,6 mm-, y con los indicadores de desgaste sin tocar.
El 'algodón' no engaña. El Focus se ha sometido a tres «Correvit»
No nos fiamos de los datos oficiales que las marcas aportan con la homologación de sus vehículos. Está claro que cumplen su misión, que es la de permitir comparar, pues todas las prestaciones y consumos homologados por un fabricante para un vehículo concreto están realizados en laboratorio y bajo las mismas condiciones. Pero en tráfico real y con el uso diario las cosas son casi siempre muy diferentes. Por ello, Motor 16 es de las pocas revistas en España que recurre al denominado 'Correvit', que mediante una antena GPS y un software específico es capaz de medir con precisión aceleraciones, recuperciones y distancias de frenado, entre otras cosas. Además, con nuestro eficaz sonómetro podemos comprobar y comparar la rumorosidad de cada modelo y respaldar nuestra percepción con datos. En el caso del Focus de gasolina y su motor de tres cilindros, nos ha sorprendido gratamente con unas prestaciones imponentes: con una cifra de 10,5 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h, ha mejorado en 5 décimas el tiempo homologado por la marca para este modelo.
Crash Test de Euroncap. Cinco estrellas
En esta prueba, realizada en 2012 nada más lanzarse el nuevo modelo, el habitáculo del Focus se mantuvo estable en el choque frontal, aportando buena protección a los pasajeros delanteros. Ford demostró que en caso de accidente se lograría un nivel similar de protección en las rodillas de los ocupantes aunque tuviesen diferentes tallas y fueran sentados en diversas posturas. La protección de la pelvis fue adecuada en el test de impacto lateral. En total, el Focus logró cinco estrellas , con muy buenas valoraciones también para la seguridad de los niños a bordo y de los peatones.