Cuando la marca italiana del escorpión decidió electrificarse lo hizo con una premisa, no lo hacían solo para ser más eficientes; también para ser más divertidos. El resultado es el Abarth 500e que acabamos de probar en el circuito de pruebas de Balocco, en el norte de Italia, donde el grupo FCA –ahora Stellantis- pone a punto sus productos.
Y hay que decir, para empezar, que si lo que querían ofrecer era diversión al volante, la prueba está superada desde el primer momento. El Abarth 500e es un auténtico juguete sobre la pista italiana, pero también en las carreteras, entre campos de arroz, que rodean al centro de pruebas. Como buen 500 y como buen Abarth es ágil e instantáneo en sus reacciones. Con unas dimensiones que lo hacen fácil de manejar en toda situación.
Y por su carácter eléctrico es como si accionáramos un interruptor; pisar el acelerador produce el mismo efecto que pulsar el botón para encender la luz: de parado a toda velocidad en un instante. Y con un aplomo y un comportamiento de lo más deportivo. El peso de las baterías en la parte inferior del chasis hacen que sea estable al máximo. Y en cuanto hay que girar en las chicanes, o meter el coche en retorcidas curvas, el tacto del volante es perfecto.
El Abarth 500e también suena a Abarth
También el sonido –que se ofrece gracias a un sistema creado específicamente para este coche- nos recuerda que, aunque sea un eléctrico, no deja de ser un Abarth. Por eso las sensaciones al volante hacen salir al piloto que cada uno lleva dentro. Y al salir del circuito, por las carreteras de los alrededores, podemos hacerlo en absoluto silencio, en un ambiente refinado al máximo. Más que circular por ellas, las surcamos.
La filosofía, por tanto, está clara, seguir protagonizando la máxima diversión y deportividad al volante. Para ello, en esta nueva etapa eléctrica la marca creada por Carlo Abarth en 1949 ha apostado por pasar la deportividad y las prestaciones sin concesiones al mundo de las 0 emisiones, porque están convencidos de las posibilidades que la tecnología eléctrica de propulsión es capaz de ofrecer también a aquellos que buscan el dinamismo absoluto.
Eso se convierte en realidad cuando vemos las cifras que definen a este Abarth respecto al 695 –de gasolina y con 180 caballos bajo el capó-. El Abarth 500e ofrece una mayor capacidad de respuesta, pues acelera un 50% más rápido que el 695 de 20 a 40 km/h que el gasolina y en su recorrido, en curvas cerradas en carretera puede acelerar de 40 a 60 km/h en apenas 1,5 segundos, mucho más rápido que su versión de gasolina que tarda un segundo más en conseguirlo, lo que supone 15 metros de distancia si hiciéramos una carrera con ambos.
Y además, la pruebas realizadas con este modelo y el 695 en el circuito de Balocco en las que se buscaban datos de recuperación han demostrado que el eléctrico es un segundo más rápido que el gasolina en la recuperación de 60 a 100 km/h. Una demostración de que para Abarth, la electrificación es un reto para seguir demostrando la deportividad absoluta.
El Abarth 500e ofrece modos de conducción muy deportivos
Con una batería de 42 kWh y 113kW/154 CV de potencia está claro que la afirmación que hacía hace unos meses Olivier Francois, CEO de Fiat y Abarth durante la presentación del coche «Somos Abarth y lo nuestro es la velocidad. No lo hemos hecho por las emisiones, sino por la deportividad», está plenamente justificada. Así, por ejemplo la aceleración de 0 a 100 km/h en solo 7 segundos, lo que lo convierte en el más rápido de su clase… Y con cero emisiones.
Y por supuesto en el comportamiento es un Abarth sin ningún tipo de dudas. Lo comprobamos, por ejemplo, en sus modos de conducción: Turismo, Scorpion Street y Scorpion Track centrados en las prestaciones. En el primero, el Turismo la aceleración es más suave y la potencia se limita a 100 kW con un par de 220 Nm en lugar de 235 Nm. El resultado es la mayor eficiencia.
Pero a partir de ahí todo se desata. El Scorpion Street ofrece prestaciones máximas a la vez que incrementa el frenado regenerativo. En estos dos modos cuenta con la función one pedal que empieza a frenar con solo dejar de acelerar y recarga más la batería con la energía de la frenada. Y el carácter más indudablemente Abarth aparece en el modo Scorpion Track está pensado para quienes desean lo máximo en prestaciones.
También es rápido para la recarga, pues cuenta con un sistema que permite llenar la batería hasta una capacidad de 85 kW con lo que en menos de 5 minutos puedes cargar lo suficiente para recorrer unos 50 kilómetros. Y si utilizas esta velocidad de carga en solo 35 minutos puedes tener el 80% de la batería llena.
Ya está a la venta el Abarth 500e
Además, cuenta con un sistema propio de generación de sonido. Cada vez que se enciende o se apaga el motor, el sistema Key On-Off reproduce un sonido de guitarra en el habitáculo, que produce en los usuarios esas sensaciones que solo se pueden experimentar a bordo de cualquier Abarth. Incluso la alerta acústica del coche emite tintineo específico. Y cada vez que superas los 20 km/h, un «acorde de guitarra» refleja el alma transgresora y anticonvencional propia de los coches del Escorpión.
Para que este eléctrico suene como un Abarth, es el primer y único coche urbano que puede equiparse con Sound Generator, para no perder el «rugido» inconfundible de la marca. El Sound Generator se ofrece como alternativa al sonido estándar y está equipado con el sistema AVAS, que recuerda al sonido de un motor de gasolina, distinto del susurro estandarizado del rasgueo de guitarra.
El nuevo Abarth 500e ya está disponible en las dos versiones de carrocería, -cerrada y Cabrio- y con una gama de llamativos colores para demostrar ese carácter juvenil y deportivo, rompedor, que es clásico de la marca del escorpión. Los precios parten de los 37.000 en la versión cerrada y los 40.000 del Abarth 500e Cabrio… Y ambos con máxima diversión de serie.