Lo que parecía una medida exclusivamente dirigida a los diésel más contaminantes se ha transformado en una realidad más amplia: las restricciones de circulación en las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) ya afectan también a los coches de gasolina, incluso a modelos relativamente recientes. Este cambio marca un antes y un después en la movilidad urbana en España. Si tienes un coche con etiqueta B —y, en algunos casos, incluso C— prepárate para ver limitadas tus opciones de moverte libremente por el centro de muchas ciudades.
La legislación que obliga a implantar ZBE en municipios de más de 50.000 habitantes entró en vigor en enero de 2023. Desde entonces, el proceso ha sido progresivo, pero firme. El objetivo es reducir las emisiones contaminantes en entornos urbanos, y para lograrlo se está endureciendo el acceso incluso a coches gasolina que antes no se consideraban problemáticos. A continuación, te explicamos cómo se aplica esta nueva normativa, qué vehículos están afectados, en qué ciudades ya se nota, y qué alternativas tienes.
1Qué son las ZBE y por qué ahora afectan también a la gasolina

Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) son áreas delimitadas en ciudades donde se restringe el acceso de los vehículos más contaminantes. Originalmente, se centraban en los diésel antiguos —sin etiqueta o con distintivo B—, pero ahora, con los nuevos protocolos, las restricciones se extienden también a los vehículos gasolina matriculados entre 2001 y 2006 (etiqueta B) y, próximamente, incluso a los de 2006 en adelante (etiqueta C).
La razón de este giro está en los datos de emisiones: aunque los diésel eran los grandes señalados por sus óxidos de nitrógeno (NOx), se ha comprobado que los gasolina antiguos también emiten niveles importantes de CO₂ y partículas finas. Además, la presión de Bruselas obliga a las ciudades a cumplir objetivos más ambiciosos en calidad del aire, lo que ha acelerado la adopción de medidas más duras y extensivas.