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Volvo XC40. Conducimos el primer SUV pequeño de la marca sueca

Para empezar, la oferta del XC40 será relativamente moderada, pues se limitará a cuatro versiones fruto de combinar los dos acabados disponibles inicialmente (Momentum y R-Design) y las dos mecánicas con las que arranca comercialmente el nuevo SUV compacto de la firma sueca, fabricado en Bélgica: en diésel, el motor D4, con sus 190 CV; y en gasolina, el T5, con 247 CV. En ambos casos hablamos de propulsores 2.0 de cuatro cilindros, que se unen a un cambio automático de 8 marchas y a la tracción total AWD, y que determinan una horquilla de precios elevada, a partir de 42.220 euros; aunque a mediados de 2018 llegarán refuerzos en forma de versiones mucho más accesibles, como el motor diésel D3 de 150 CV, ligado a tracción delantera y cambio manual, y que podría llevar la factura básica a unos 32.000 euros.

Además habrá un T3 de gasolina, con un 1.5 tricilíndrico, también turboalimentado, que rendirá esos mismos 150 CV, y la lógica apunta a la presencia más delante de un T4 de gasolina que ocupe el gran salto existente entre T3 y T5. Del mismo modo, para 2019 se esperan los XC40 electrificados, sobre los que Volvo prefiere seguir trabajando sin dar muchas pistas pero que muy probablemente serán dos: una versión cien por cien eléctrica y otra de tipo híbrido enchufable que rondaría los 225 CV, resultado de combinar una variante sobrepotenciada del 1.5 de gasolina con un motor eléctrico de unos 75 CV. Pero son datos no confirmados por la marca aún.

Un interior premium

En cuanto a los XC40 que ya podemos encargar, nuestro primer test por carreteras catalanas se ha centrado en la versión más potente, con sus 247 caballos de gasolina que se traducen en muy buenas prestaciones y en un rendimiento general que podemos calificar abiertamente de deportivo porque se une, además, a un comportamiento dinámico sorprendente. Y las buenas percepciones empiezan desde que entramos al coche y nos acomodamos en unos asientos bien resueltos y con mucha sujeción. Adoptar la mejor postura al volante es sencillo, y en segundos ya parece que éste es nuestro coche de toda la vida: buen volante y en su sitio, instrumentación visible, correcta visibilidad en todas direcciones?

Y la calidad general resulta excelente, pues hay materiales robustos y mullidos por todas partes, y abundan los detalles refinados, como corresponde a un producto Premium que no resulta especialmente barato. Además, Volvo ha cuidado mucho el capítulo funcional, pues hay muchos huecos y muy grandes para colocar objetos dentro del habitáculo, destacando el enorme tamaño de las bolsas de las puertas o el cofre central delantero, solucionado de forma práctica e imaginativa. Y los 4,43 metros de longitud exterior se traducen en una habitabilidad más que correcta, pues le hemos medido 131 centímetros de anchura interior en la segunda fila (dotada de salidas de aireación centrales regulables) y, con un conductor de 1,75 al volante, 71,5 centímetros de cota para piernas en las plazas traseras, que es tanto como en el XC6, cuya ventaja frente al XC40 en términos de amplitud se basa en su mayor anchura: unos cinco centímetros extra en la fila posterior.

Pero, además, las plazas traseras del XC40 nos han gustado porque todas son cómodas, pues una banqueta bastante plana y un túnel central poco voluminoso permiten viajar bien a un hipotético quinto ocupante, hay bastante hueco bajo las banquetas delanteras para meter los pies y no supone problema alguno, en la práctica, que la banqueta posterior no llegue hasta las puertas para crear sendos espacios donde los diseñadores han situado otras repisas para colocar cosas.

Con un gran maletero

Y si nos vamos más atrás aún y analizamos el maletero, vemos que los 460 litros anunciados son reales, pues de serie el XC40 monta kit reparapinchazos (la rueda de repuesto de emergencia es opcional) y eso permite sumar un gran hueco inferior al espacio de carga superior, de formas muy regulares y que podemos ampliar fácilmente abatiendo total o parcialmente el respaldo 60:40. El suelo que separa el doble fondo de la zona superior es también un ejemplo de diseño, pues podemos colocarlo de varias formas para compartimentar la carga, colgar bolsas? Es decir, que en materia de funcionalidad interior el XC40 nos ha convencido, aunque una banqueta trasera corredera ya habría sido la guinda.

En cuanto a la parte dinámica, nada más empezar a rodar, incluso por el aparcamiento donde recogemos el coche, ya apreciamos que el XC40 es un coche refinado y cómodo, pues el motor T5 se oye poco a ritmo tranquilo y todos los mandos gozan de un magnífico tacto, empezado por botones o palancas y terminando por la dirección, que no transmite vibración alguna. Al funcionamiento de la pantalla táctil vertical sí conviene aclimatarse con más calma, porque aunque varias funciones básicas son de acceso rápido, para otras posibilidades del menú hay que rebuscar más. No es el caso de los modos de conducción (Dynamic, Confort, Eco, Offroad e Individual), que se seleccionan fácil y rápidamente.

Comportamiento deportivo

Ya en autopista, el XC40 nos sigue gustando por su silencio y su aplomo, pues pisa muy bien y notamos que la suspensión es bastante firme. Es el momento de empezar a probar sus avanzados asistentes de seguridad, capítulo donde Volvo sigue figurando en el grupo de cabeza a nivel mundial, y de comprobar el brío con que acelera esta versión cada vez que salimos de un peaje; aunque la verdadera prueba de fuego llega al salir de las vías rápidas y acometer un revirado tramo de montaña. El coche pesa bastante (unos 1.800 kilos en orden de marcha, que es bastante para un SUV de esta talla), pero las primeras curvas nos demuestran que eso no plantea problema alguno, pues el XC40 sigue pisando con aplomo la carretera, no hay grandes inercias y se ha reducido el balanceo al máximo. Hay frenos, hay una dirección rápida y precisa, hay motor, hay un cambio automático dotado de levas que funciona bien, hay una motricidad que da tranquilidad en los virajes más comprometidos? hay diversión, en resumidas cuentas.

Y eso que, sin darnos cuenta, hemos cubierto todo el tramo en modo Comfort. Reparamos en ello y seleccionamos el modo Dynamic, que apareja una respuesta al acelerador mucho más viva y unos ajustes algo más deportivos, incluso, de dirección y suspensión. Y en este caso ya podemos hablar de sensaciones deportivas. Aunque, a falta de una prueba más sosegada, no creemos que el XC40 vaya a ser líder del ahorro de combustible, tanto por el citado peso como por una aerodinámica sólo correcta. Y ya tendremos tiempo, también, de probar el D4, más lógico para quienes piensen que la economía de uso es importante.

Decir, por último, que el XC40 ofrece una larga lista de opciones que permitirán configurar nuestro coche de acuerdo a nuestros gustos, lo que incluye una carrocería bicolor que convierte a este nuevo SUV compacto en el modelo más personalizable en la historia de la firma sueca. Además, el XC40 también es innovador por ofrecer sistemas de uso sin compra, pues pagando 699 euros al mes podremos disponer de uno, cantidad que incluye absolutamente todo (seguros, neumáticos, revisiones, servicios recogida y entrega?) y que está calculada para un periodo de 24 meses y 15.000 kilómetros de uso anual.