Volvo V60 Cross Country. Para todos los caminos

En 1997 Volvo se inventaba un concepto de automóvil familiar. El V70 XC combinaba a la perfección la capacidad y versatilidad de un familiar, una gama de motores potentes y ahorradores, la tracción total y unas aptitudes 'off road' que se manifestaban en unos bajos protagidos y en una mayor altura al suelo. Además, por supuesto, de una estética campera con gran atractivo. Nacia el concepto Cross Country.

Y no debió ser mala idea la que tuvo la marca sueca, porque no tardaron en sumarse a ella diferentes fabricantes. Eso era antes, por supuesto, del 'boom' de los SUV. Pero la receta sigue siendo muy apetitosa, porque a ella se han sumado todo tipo de marcas. Y Volvo no se ha olvidado de ella y, además de apostar por los SUV (XC60 y XC90 son sus representantes en este tipo de coches) ha llevado las siglas Cross Country al escalón inferior de su gama, el V40. Y ahora le toca el turno a la gama intermedia, la familia 60.

V60 y después el S60

Así, ya está a la venta el V60 Cross Country; y en unos pocos meses también llegará el S60 Cross Country, el primer modelo de este tipo que utiliza una carrocería de tipo sedán para un modelo de estas características. 

De momento, ya nos hemos puesto al volante del V60 Cross Country, un modelo disponible en versiones de tracción delantera y total (ya pasaron aquellos tiempos en los que un modelo de este tipo debería ser, obligatoriamente, 4×4. Estéticamente el V60 Cross Country se diferencia del normal por su mayor altura al suelo (65 milímetros más) y las protecciones de bajos tanto delanteros como traseros. También varía el frontal con una rejilla en nido de abeja negro, para diferenciarse.

La estética próxima a los todoterreno se completa con las llantas de 18 y 19 pulgadas con neumáticos de perfil alto, ideales para poder circular por caminos. El protector trasero integra el tubo de escape y en él aparece el emblema Cross Country.

Dos variantes diésel y una de gasolina

Para mover el nuevo todocamino de Volvo se ha optado por tres variantes: dos diésel y un gasolina, todos ellos motores de cuatro cilindros de la nueva familia Drive-E. En diésel el escalón de acceso es el D3, que con 150 caballos homologa un consumo medio de 4,2 l/100 km y unas emisiones de 111 g/km. Alcanza los 205 km/h de velocidad máxima con una aceleración de 0 a 100 en 9,1 segundos. Puede estar gestionado por un cambio manual de 6 marchas o uno automático de doble embrague también de seis velocidades. El D3 sólo está disponible con tracción delantera.

Por encima en diésel se sitúa la variante D4 que ya está disponible en versión de tracción delantera o total. Para la versión delantera se opta por el motor de cuatro cilindros Drive-E con 190 caballos. En este caso puede equipar cambio manual o automático de doble embrague ambos con seis velocidades. 210 km/h, 7,8 segundos para pasar de 0 a 100 y un consumo medio de 4,2 l/100 km (111 g/km de CO2) son sus cartas de presentación para un propulsor con un par máximo de 400 Nm.

Curiosamente, la versión de tracción total opta por otro motor, sobre la base del 2.4 diésel de 5 cilindros. En este caso la potencia es la misma, aunque la gestión del motor se encomienda a un cambio manual de 6 marchas o a un nuevo cambio automático con convertidor de par y ocho relaciones. 205 km/h, 8,9 segundos para acelerar y un consumo de 5,7 l/100 km (equivalente a unas emisiones de 149 g/km) son las cifras que ofrece.

En gasolina, Volvo ofrece la versión T5, únicamente en tracción total y con 245 caballos de potencia máxima. Y sólo se puede combinar con el cambio automático de 8 relaciones de convertidor de par. En esta versión las prestaciones se resumen en 210 km/h de velocidad máxima, 6,6 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h y 6,6 l/100 km de consumo medio. 

Una dinámica cómoda y segura 

Para garantizar que es merecedor del apellido 'Cross Country', el V60 ha sido dotado de elementos como una dirección asistida eléctrica con tres grados de dureza regulables a elección del conductor o el sistema de descenso de pendientes que mantiene la velocidad constante al bajar una cuesta. También incorpor un nuevo sistema de luces largas inteligentes que detectan si un coche circula de frente y cambian a luz de cruce para evitar deslumbrarle. 

Durante el recorrido de pruebas por carreteras de la provincia de Málaga, pudimos probar durante más de 200 kilómetros el que sin duda será el modelo más demandado de la gama, el dotado con el motor D3 que con 150 caballos y tracción delantera se antoja como la opción más razonable. El motor empuja con decisión y la caballería es más que suficiente. Cómodo y seguro, con una perfecta dureza en las suspensiones y una dirección que gracias a esas tres posiciones transmite todo lo que queramos.

También la versión D4 pasó por nuestras manos, en este caso la variante de tracción total dotada con el cambio de convertidor de par y ocho velocidades. No hay una diferencia exagerada en cuanto al empuje respecto al D3, por lo que se nos antoja una cierta frivolidad decantarse por este motor. El cambio es suave, sin que se aprecien excesivamente los saltos entre marchas, aunque no tiene la finura de una transmisión de doble embrague. 

En seguridad, lo último

Y por supuesto, equipa la batería de sistemas de seguridad de últimísima generación de los que Volvo es número 1 mundial. Es decir, elementos como el City Safety activo hasta los 50 km/h que frena automáticamente si el conductor no reacciona a tiempo, luz de iluminación en curvas que ilumina la zona hacia la que se dirige el conductor para que las maniobras sean más seguras, sistema de ayuda de permanencia en el carril, que corrige levemente la dirección cuando el coche se sale de la línea, sistema de información de puntos ciegos, alerta de cruce para maniobras marcha atrás, reconocimiento de señales de tráfico….

Y en su interior, que ofrece cuatro cómodas plazas (la quinta es la central trasera, un poco condicionada por el túnel de transmisión) y unos asientos deportivos que recogen el cuerpo a la perfección. Los asientos traseros pueden abatirse en tres segmentos de 40/20/40, por lo que el espacio de carga de 430 litros puede aumentarse con facilidad.

En el interior estrena el sistema de infoentretenimiento conectado Sensus Connect. Con diferentes servicios a través de internet como música en streaming, guía de restaurantes, la posibilidad de escuchar los mensajes de texto del smartphone o una función que permitirá integrar totalmente el taller del concesionario en el ecosistema digital, pues el vehículo no solo avisará al conductor de que ha llegado el momento de llevarlo al taller: también sugerirá una cita en el concesionario Volvo.

Y además Volvo On Call, que permite a los conductores de un Volvo comunicarse directamente con su vehículo a través de una aplicación para smartphone desde la que puede bloquear, desbloquear, comprobar el nivel de combustible, precalentar, preenfriar, localizar y comprobar el kilometraje del vehículo.

Los precios