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Volkswagen XL Sport. Con motor Ducati

La base del exclusivo Volkswagen XL1 es perfecta para la marca para innovar y desarrollar nuevos productos. Esta innovación ha culminado con este Volkswagen XL Sport, una versión de altas prestaciones que toma la base del híbrido enchufable más eficiente del mundo, ya que el Volkswagen XL1 anuncia un consumo medio homologado de 0,9 l/100 km.

Relación peso/potencia de auténtico deportivo

Pues bien, Volkswagen ha creado el XL1 más extremo de todos los tiempos, un deportivo ligero que utiliza en su fabricación materiales como el carbono (CFRP), el magnesio o el aluminio. De esta manera, arroja un peso final de 890 kilos (795 kilos pesa un XL1 sin líquidos ni conductor). Semejante peso se combina con una potencia final de 200 CV, lo que da como resultado una relación peso/potencia de 4,45 kg/CV, un dato digno de un deportivo de altos vuelos.

Aerodinámica específica para sujetarlo a 270 km/h

200 CV son 152 CV más de los que rinde el motor TDI de dos cilindros de un XL1, aunque su potencia combinada es de 69 CV. Si con esa escasa potencia, el Volkswagen XL1 es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 12,7 segundos y alcanzar los 160 km/h de velocidad punta, imagínate de lo que es capaz este XL Sport. Para empezar hay que decir que acelera de 0 a 100 km/h en tan sólo 5,7 segundos, mientras que su velocidad máxima es de nada menos que 270 km/h, de manera que se convierte en el vehículo con la mejor relación potencia/velocidad del mundo. Para pegar sus 890 kilos al asfalto, Volkswagen ha desarrollado una aerodinámica especial para este XL Sport, de manera que aparecen diferentes alerones que en el XL1 ni existen, mientras que en su zaga aparece otro alerón móvil que emerge a una determinada velocidad y que es el mismo que utiliza el Lamborghini Aventador. Con todo ello la aerodinámica sale mermada, con un Cx de 0,258, cuando un Volkswagen XL1 presenta un Cx de 0,189.

Parte de la culpa también recae en unos neumáticos más generosos, ya que en el eje delantero aparecen unas gomas 205/40 R18 por los 115/80 R15 del XL1, mientras que detrás apuesta por unos neumáticos en medida 265/35 R18, cuando un XL1 ha de conformarse con una medida 145/55 R16. Semejantes neumáticos van montados sobre unas exclusivas llantas fabricadas en magnesio. Entre las cuatro se logra ahorrar 23,9 kilos si las comparamos con unas llantas fabricadas en aluminio. Tras ellas, encontramos un potente equipo de frenos con discos carbocerámicos.

Más largo y ancho que un XL1

Debido a todos los cambios en su aerodinámica, el Volkswagen XL Sport presenta unas proporciones mayores frente a un XL1 «convencional», pues mide 4,29 metros de largo, 1,85 metros de ancho y 1,15 metros de alto (un XL1 mide 3,89, 1,66 y 1,15 metros respectivamente). También su distancia entre ejes crece de los 2.224 milímetros a los 2.424 en este XL Sport con el fin de mejorar el comportamiento a altas velocidades. Para ello también cuenta con una suspensión específica.

Motor V2 «Made in Ducati»

Pues estos 200 CV de potencia no salen precisamente de un moderno propulsor TSI del Grupo Volkswagen, sino de un artefacto de dos ruedas como es la exclusiva Ducati 1198 Superleggera, una máquina casi de carreras de la que sólo se van a fabricar 500 unidades, justo el doble de Volkswagen XL1. Se trata de un propuslor que se ha colocado en este Volkswagen XL Sport en posición central, que cuenta con dos cilindros formando una V a 90º. Tiene 1.198 centímetros cúbicos y puede superar sin problema la barrera de las 11.000 rpm (ya las quisieran para sí los afinados i-VTEC de Honda). Genera un par motor de 134 Nm y cuenta con el control Desmodrómico para las válvulas, un sistema típico en Ducati. Volkswagen ha conseguido ingeniarselas para combinar este motor con una caja de cambios automática de doble embrague con 7 velocidades, la cual suma unas levas de aluminio tras el volante para su manejo en modo secuencial.

También en su interior, ideado para dos ocupantes al igual que en el XL1 (tiene también un maletero con 107 litros de capacidad), aparecen piezas fabricadas en fibra de carbono y una instrumentación digital específica, donde encontramos un «lap time» e incluso un medidor de la presión del aceite.