comscore

Volkswagen Touareg 2018. Probamos el 'buque insignia' de la marca

Lo habíamos visto, tocado y conocido intensamente en una larga jornada tecnológica de la que dimos cumplida respuesta hace unas semanas. Y es que los estrenos técnicos y el aporte en asistentes del nuevo Volkswagen Touareg son de tal envergadura que casi obligaba a un estudio previo, aunque no nos engañemos, el contacto dinámico es la prueba de fuego, y por fin lo hemos podido probar a fondo por carreteras austríacas.

Y lo hemos hecho con la motorización con la que debuta, el propulsor diésel 3.0 V6 TDI de 286 caballos, asociado a una transmisión automática Tiptronic de ocho velocidades con convertidor de par y tracción total 4Motion, elementos que presume en su dotación de serie. Recordamos que en junio llegará una segunda versión con este mismo bloque y 231 CV, en la recta final del año debutará la única variante de gasolina de la gama, un 3.0 V6 TSI de 340 CV, y en el arranque de 2019 será el turno de un poderoso 4.0 V8 TDI, con 421 CV. Más adelante también incorporará una versión híbrida enchufable, todavía por definir.

Para evitar repetirnos, en este enlace podéis acceder a todos los avances tecnológicos y nuevas características de la tercera generación del Touareg. Nuestra unidad de pruebas no se priva de nada e incorpora suspensión neumática, de serie con el acabado superior R-Line, además de dirección en las cuatro ruedas y barras estabilizadoras activas, elementos que ya se encuentran en la carta de opciones. Si a esto añadimos una reducción de peso que alcanza hasta los 106 kilos en algunas versiones de la gama, la primera sorpresa es entender la compleja ecuación de que un vehículo de 4,88 metros del longitud y 1.995 kilos se comporte de una manera tan ágil y dinámica en carretera.

La zona de confort en autopista

Los primeros kilómetros los realizamos en un largo tramo de autopista, en el que pudimos viajar con total confort y el mínimo esfuerzo gracias al control de velocidad adaptativo y la función de alerta de cambio de carril, que permite que el vehículo circule por sí mismo de manera semiautónoma unos instantes, hasta que nos obliga a coger con fuerza de nuevo el volante. Se puede ir de paseo o apurar hasta los 238 km/h de velocidad máxima que alcanza, mientras que con el modo Eco iremos reduciendo la sed gracias a la función de navegación por inercia, que permite desconectar el motor en muchas fases de la marcha.

También nos sirvió para disfrutar y familiarizarnos con el novedoso Innovision Cockpit, que incluye el cuadro de mandos Digital Cockpit de 12,3 pulgadas y una segunda pantalla táctil de 15 en el salpicadero, que por tamaño y definición casi nos valdría para el salón de casa. No recordamos nada igual y pese a ser bastante intuitiva en su funcionamiento, sí que conviene familiarizarse antes con ella para que no nos 'supere'. Esta novedad también es de serie con el acabado R-Line, pero hay que abonar 4.230 euros en el resto de acabados.

Y destacar, asimismo, el confort extra que nos ofrecen los asientos ergonómicos certificados por AGR, eléctricos, calefactados, ventilados y con función masaje, así como el fantástico equipo de sonido DYNAUDIO Confidence de 730W, y con el que apetece escuchar en alto hasta las noticias. Estos dos 'guiños' también son opcionales.

Conducción a la carta

Salimos de la zona de confort y afrontamos un largo trazado de carretera de montaña con giros, subidas, bajadas y denso tráfico. Al principio somos cautelosos porque nos da respeto la corpulencia de lo que llevamos entre las manos. Sabemos que habrá versiones más potentes, pero lo cierto es que el empuje de este propulsor es tal que no echamos de menos a nadie. El cambio Tiptronic con levas en el volante es rápido y gestiona perfectamente las ocho relaciones a las que también podemos 'acudir' de manera secuencial en las levas del volante. Adelantar se convierte en un juego de niños, más si que hemos apostado por el modo Sport, que provoca que todo sea más inmediato (motor, cambio, dirección, electrónica…). También se puede optar por los modos Comfort, Normal e Individual, además de los perfiles Off Road para la Nieve, Off Road Auto, Arena, Gravilla y Off Road Expert.

Si por prestaciones sorprende, no lo es menos por su dinámica. La tracción total juega con la motricidad enviando hasta un 70 por ciento del par al eje delantero y hasta un 80 por ciento a las ruedas traseras, la suspensión neumática convierte el conjunto en una especie de alfombra voladora y las barras estabilizadoras activas, alimentadas por una red de 48 voltios, sujetan la carrocería, evitando en gran parte los balanceos y ofreciendo un plus extra de confianza al conductor. La guinda la pone la dirección a las cuatro ruedas, que aporta agilidad si vamos 'ligeros' sin necesidad de tener que trabajar tanto en el volante. Y en maniobras de aparcamiento nos facilita la vida porque se reduce el diámetro de giro hasta los 11,2 metros (uno menos), prácticamente el de un VW Golf.

Con todo este cóctel, más los amortiguadores controlados electrónicamente DCC y la selección de los modos de conducción, se completa el Paquete de Suspensión Neumática Premium que nos permitirá ir como reyes, pero el desembolso es de 7.130 euros (4.955 en nuestro acabado R-Line). Eso sí, el resultado es excelente, porque sin ser deportivo, el nuevo Touareg ha incrementado claramente su talente dinámico respecto al modelo anterior.

La noche como el día

También tuvimos oportunidad de probar en conducción nocturna el nuevo sistema IQ.Light con faros matriciales. Compuesto por 128 led por faro, este asistente es capaz de ofrecernos la máxima iluminación sin deslumbrar al resto de los usuarios, conviertiendo la noche en casi día. Presenta hasta 12 funciones de iluminación diferentes, incluida una off road con un ángulo de 180 grados que nos brinda visión por los laterales del vehículo. Y también pudimos comprobar la eficacia del sistema de visión nocturna, que gracias a una cámara frontal detecta los cambios de temperatura, avisando de la presencia de personas y animales que puedan cruzarse por delante. Primero los reconoce en el cuadro de mandos, luego los avisa con tres destellos luminosos y por último, si no hay respuesta, actúa la frenada autónoma de emergencia.

Nos quedamos con ganas de probar las aptitudes off road del nuevo Touareg, como la versión anterior, ya sin reductora pero con una gran carga tecnológica enfocada a ese tipo de conducción. Desde un mando se puede elevar el conjunto hasta 70 milímetros sobre la posición normal, y presume de los anteriormente citados perfiles de conducción off road, además de proteger los bajos y aumentar la capacidad del depósito de combustible, pero todo esto no está disponible con el acabado R-Line.

En definitiva el nuevo Touareg es la máxima expresión de la marca, un escaparate que nos brinda la posibilidad de conocer todo el potencia que presenta Volkswagen en estos momentos. Las primeras versiones con el motor V6 TDI de 286 CV tienen un precio de 74.845 euros, con el acabado Premium, y de 81.095 con el R-Line. Más adelante llegará el acabado de acceso Pure, que con la motorización de entrada rebajará la factura hasta los 65.000 euros.