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Volkswagen Passat GTE. Otro paso adelante

Volkswagen da un nuevo paso en su estrategia eléctrica. Y tiene sentido lo que está haciendo la marca alemana. No ha empezado la casa por el tejado, sino que ha puesto unos cimientos sobre los que construir toda una gama de modelos que den respuesta a las tendencias de movilidad de los próximos años.

En 2014 dio el primer paso con dos vehículos eléctricos puros: el e-up! Y el e-Golf. Pero en Volkswagen saben que el coche eléctrico puro tiene un recorrido aún limitado por problemas de autonomía. Por ello el siguiente paso ha sido el híbrido enchufable, que responde a la necesidad de autonomía y también a la ecología. El primer paso se ha dado con el Golf GTE, recién lanzado en España. Y el siguiente es este Passat GTE que acabamos de probar en tierras holandesas antes de que llegue al mercado español a principios de 2016. Con estos dos modelos la marca alemana se suma a la futura moda del automóvil, pues según sus estudios de los 200.000 híbridos enchufables que circulan en la actualidad se pasará en sólo 7 años a 3.300.000. Y tener listos en ese tipo de vehículos dos modelos con la imagen y el tirón comercial de Golf y Passat es una garantía.

Lo diferente, bajo el capó

Pero vayamos al análisis del nuevo modelo de la familia VW. El Passat GTE replica exactamente los mismos argumentos que el Golf GTE, aunque retocados y mejorados para la ocasión. Se trata de un modelo que mantiene todos los rasgos estéticos de un Passat normal, con ciertos toques -nueva parrilla, nuevas luces día de LED, logos, inserciones y pinzas de freno en color azul- que muestran que no es un Passat cualquiera.

También el interior tiene rasgos diferenciadores -volante y asientos ribeteados en azul, iluminación interior en ese mismo color o un cuadro de instrumentos donde el cuentarrevoluciones es el reloj de la izquierda y mezcla su información con la de un potenciómetro. Pero ahí acaban las diferencias.

Lo realmente diferente está bajo el capó. Al igual que ocurre con el Golf GTE, este Passat combina un motor 1.4 TSI de inyección directa y 156 caballos de potencia (150 en el Golf) con uno eléctrico que genera 115 caballos para una potencia combinada de 218 caballos (204 en el Golf GTE) y un par máximo de 400 Nm, frente a los 350 Nm del Golf.

El conductor puede elegir el tipo de propulsión

Lo mejor de todo es que el conductor puede elegir en cada momento en función del recorrido, de sus gustos o necesidades, qué tipo de propulsión quiere. El Passat GTE arranca siempre en eléctrico, y salvo que se le 'indique lo contrario', va a circular en eléctrico hasta agotar la batería o hasta que se le exija más potencia. Pero el conductor puede decidir a quién encarga que mueva el coche. Gracias a 5 modos de conducción, el Passat GTE se amolda a lo que le pidamos. El modo eléctrico, como hemos mencionado, permite recorrer hasta un máximo de 50 kilómetros gastando sólo electricidad y con un consumo 0, con un límite, no se pueden sobrepasar los 130 km/h. En Hybrid Auto el Passat se comporta como un híbrido puro y va combinando en función de la exigencia motor eléctrico y de combustión para conseguir el mejor rendimiento. En Battery Charge el motor de combustión multiplica su capacidad de recarga de las baterías aunque a costa de aumentar un poco el consumo. Battery Hold permite circular únicamente en el modo combustión aunque sin recargar más de la cuenta y conservar la autonomía de la batería para cuando el conductor quiera disponer de ella (por ejemplo al llegar a una ciudad para circular sin emisiones). Por último, está el modo GTE, el que permite que el conductor tenga a su disposición los dos motores a la vez; los 218 caballos dispuestos a hacer disfrutar al volante. Para ello es necesario que la batería tenga carga, porque si no, lo único que tendríamos es la potencia que es capaz de generar el motor de gasolina.

Y todo este galimatías de modos de conducción es de lo más sencillo, pues se cambia de uno a otro con solo seleccionarlos en una tecla o en la pantalla táctil del Passat. Tampoco representa ningún problema el manejo del cambio, pues se trata de un DSG de seis velocidades, con levas en el volante con un funcionamiento similar al de cualquier otro cambio DSG.

Exactamente igual de similar el funcionamiento del cambio que el resto de elementos del Passat respecto a otro Passat. Porque sepa el que piense en un Passat GTE como próximo coche, que lo único que extrañara es la visita a la gasolinera si sus recorridos diarios se ajustan a la autonomía eléctrica que es capaz de proporcionar la berlina de Volkswagen.

Comportamiento… como un Passat

El comportamiento es tan sano, tan aplomado y tan deportivo como un Passat de gasolina o diésel de similar potencia. Sus prestaciones también, pues los 7,4 segundos que tarda en acelerar de 0 a 100 km/h o los 225 km/h de velocidad máxima son equiparables a los datos, por ejemplo, del Passat 2.0 TSI de 220 caballos.

Eso sí, con la diferencia de que el consumo de combustible muy inferior, incluso 0 si nuestros recorridos habituales se ajustan a esos 50 kilómetros de autonomía máxima en eléctrico que ofrece este Passat.

Y todo envuelto en el ambiente de refinamiento, amplitud, acabado de calidad y solidez que transmite la berlina alemana.

Esta versión GTE, además, quiere ser el más premium de los Passat y por ello se le va a dotar de un nivel de equipamiento de lo más avanzado tanto en sistemas de confort como de seguridad, ayuda a la conducción o infoentretenimiento. Dispositivos como los faros LED (para las luces cortas y largas), el sistema de detección de fatiga, el sistema de frenado anticolisiones múltiples, el sistema de observación del entorno «Front Assist» con asistente de frenada de emergencia automática en ciudad y el control de crucero adaptativo ACC, el sensor de lluvia, el ParkPilot en el frontal y en la zaga, perfiles cromados en las ventanas laterales y asientos confort (delante) van a ser elementos de serie en el GTE, que se convertirá en el buque insignia de la gama.

En los cada vez más importantes y llamativos sistemas de comunicación y entretenimiento, incorpora además de Mirror Link, Android Auto y Apple Car Play, con lo que puede conectar prácticamente cualquier teléfono existente en el mercado.

Del precio aún no se sabe nada; aunque seguro que no será barato (alrededor de 4.000 euros más que un Passat 2.0 TSI DSG de 220 caballos). Pero si nuestras necesidades de movilidad se ajustan a la autonomía que este Passat nos ofrece con su motor eléctrico, seguro que nos encantará hacer cuentas de cuánto nos ahorramos cada día.