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Volkswagen Passat Alltrack. Aventurero

En 1984 Volkswagen ya lanzó al mercado un Passat con tracción total y aspecto campero. Mucho han cambiado las cosas desde entonces y hasta llegar a la segunda generación del Passat Alltrack, un modelo que parte desde desde la plataforma del Variant, pero que se desmarca con una imagen más campera y robusta.

Nuestro protagonista se rodea de una serie de protecciones y una mayor altura respecto al suelo, aspectos vitales cuando se desea abandonar el asfalto con garantías. Ahora el 'margen' está en 17,4 centímetros (2,7 más que el resto de la gama). Y una curiosidad: la tapa inferior que protege el motor de piedras y ramas es ahora de plástico en lugar de acero, circunstancia que se traduce en un ahorro de 11 kilos.

Con tracción total de serie

El 'apellido' Alltrack obliga en este caso a montar un sistema de tracción total de serie en toda la gama, gestionado por un embrague de tipo Haldex de quinta generación. Otro aliado que nos ayudará considerablemente cuando abandonamos el asfalto es el modo de conducción 'Off road'. Al activarlo en la pantalla táctil del salpicadero, entra en acción un asistente de control de descensos, se modifica el funcionamiento del ABS, la entrega de par se realiza de una manera más progresiva y se modifica la gestión del cambio DSG. Además, también actúa sobre la suspensión adaptativa DCC, apostando automáticamente por el modo 'Comfort'.

En la mencionada pantalla táctil el conductor tendrá información adicional, como la altitud, el rumbo o el ángulo de giro de las ruedas. Si cambiamos de modo de conducción, 'Eco', 'Normal', 'Sport' o 'Individual' (además de los mencionados 'Comfort' y 'Off road') la información se ajustará al perfil elegido.

Cuatro motorizaciones disponibles

La gama de propulsores contempla cuatro atractivas opciones. Las ventas se centrarán en la versión diésel 2.0 TDI de 150 caballos, cuyo único lunar reside en que no dispone en opción de la atractiva caja DSG. Ésta sí es de serie en las variantes diésel que parten desde el mismo bloque y que erogan 190 y 240 CV, respectivamente, la última biturbo. En el primero presenta seis relaciones, siendo de siete en la variante más potente.

Los que prefieran gasolina tendrán la opción de disfrutar de un 2.0 TSI de 220 caballos y caja DSG de seis velocidades. Las dos versiones más potentes montan de serie la suspensión adaptativa DCC.

Tuvimos ocasión de probar la versión intermedia diésel, y lo cierto es que nos convenció plenamente. En tramos de autopista alemana sin límite de velocidad supera los 200 km/h sin aparente esfuerzo, mientras que en carretera ofrece una respuesta inmediata a la hora de realizar adelantamientos, a la vez que el conjunto hace gala de una dinámica muy estable y confortable, aunque es cierto que nuestra unidad portaba la mencionada suspensión adaptativa DCC.

Equipamiento muy completo

Otro de los puntos más atractivos de este modelo es el equipamiento de serie que incorpora. De esta manera cuenta con elementos como un climatizador automático trizona, un freno anticolisiones múltiples, la selección de cinco perfiles de conducción, un control de velocidad adaptativo ACC, una frenada de emergencia automática en ciudad…

Por si fuera poco, durante la campaña de lanzamiento se añaden sin coste alguno unas llantas de aleación de 18 pulgadas, faros con tecnología LED, el cuadro de mandos Digital Cockpit, la cámara trasera y un completo sistema de radionavegación. Comentar, por último, que el precio de este modelo es sólo 320 euros superior al de un Passat Variant 4Motion equivalente por mecánica y dotación.