comscore

Volkswagen Caddy IV. Innovar es útil

Afirman en Volkswagen que el Caddy lleva 11 años liderando el ranking de satisfacción en su clase, que representa la mitad de las ventas de vehículos comerciales. Y el millón y medio de unidades matriculadas hasta hoy del Caddy III, lanzado en 2003, es una prueba del éxito de su pequeño 'industrial'. Éxito que la casa germana quiere reforzar con esta cuarta generación, fabricada en Polonia y que ahora desembarca en nuestro país con precios a partir de 16.430 euros en el caso de las versiones Furgón, dirigidas al transporte de mercancías. Filosofía comercial que también hallamos en el Caddy Kombi -desde 16.870 euros-, aunque esa variante ya monta cinco asientos, sustituye la puerta trasera de doble hoja por un portón y suma tres elementos -avisador de presión de neumáticos, control de crucero y ajuste lumbar en la butaca del conductor- al equipo de serie del Furgón: cuatro airbag, faros antiniebla con luz de giro, asistente de arranque en cuesta, aire acondicionado y display multifunción con radio Composition Color y bluetooth.

Del Caddy, además, se ofrecen versiones enfocadas al uso privado –un 13 por ciento de las unidades vendidas se emplean como vehículo familiar-, y aquí las facturas parten de 20.120 euros. El acabado Trendline ya está bien dotado -paquete exterior Cromo, paragolpes y retrovisores en color carrocería, paquete Luz y Visibilidad, sistema Front Assist con frenada automática de emergencia en ciudad, airbag de cortina, radio Composition Media, volante de cuero multifunción, ajuste lumbar y de altura en las dos plazas delanteras…-, pero el Comfortline va más allá, pues añade lunas traseras oscuras, llantas de aleación, sensor de parking trasero y climatizador. Y el Caddy puede equipar tecnologías innovadoras, como frenado contra colisiones múltiples, control de velocidad activo ACC, faros inteligentes Light Assist, cámara de visión trasera, detector de fatiga y Park Assist para estacionar automáticamente en línea o en batería.

Con gran capacidad interior

Desde un punto de vista más pragmático, el Caddy también echa el resto. El Furgón, por ejemplo, monta de serie puerta lateral deslizante en el lado derecho y ofrece un volumen de 3,2 metros cúbicos, o de 4,2 en el Caddy Maxi, que tiene 325 mm más de distancia entre ejes y 146 más de voladizo trasero. La zona de carga crece en proporción, pues si la longitud interna del Caddy Furgón es de 178 centímetros, en el Caddy Maxi Furgón es de 225. Y si hablamos de los Caddy 'de pasajeros', la amplitud también despunta, pues las dos carrocerías dan a elegir entre cinco y siete plazas. Llama la atención el 'efecto grada', pues si la segunda fila va más alta que la primera, la tercera recuerda el 'entresuelo' de un teatro. En cualquier caso, confort y buen acceso. Y mucho espacio para equipaje, sobre todo en el enorme Caddy Maxi: 530 litros con siete plazas en uso o 1.650 si desmontamos la tercera fila.

La calidad de rodadura es buena y la insonorización se ha mejorado, aunque en el Caddy Furgón, con cabina separada por mampara, cualquier fuente de ruido -motor, salpicaduras…- se traduce en una molesta reverberación.

En la parte mecánica, la gama española se compone de seis motores, pues no vendrá el 1.2 TSI de gasolina, con 84 CV. Sí lo hará el 1.4 TSI de 125 CV, que empuja bien y puede adaptarse a usuarios de bajo kilometraje anual, pero la compra lógica pasa por las versiones diésel, que estrenan el nuevo 2.0 TDI disponible con tres niveles de potencia: 75, 102 y 150 CV, más otra de 122 para la versión de tracción total. En todos los casos, sólida respuesta a regímenes bajos, aunque la variante de 75 CV -da esa potencia entre 2.400 y 4.500 rpm- parece una opción de ámbito urbano -prestaciones modestas- y la de 102 cuadra más con usos múltiples ciudad/carretera por su equilibrio entre ahorro, agrado y brío.