Conducir puede parecer una tarea sencilla y rutinaria, pero ciertos hábitos aparentemente inofensivos pueden acabar causando averías importantes en tu vehículo. Lo peor de todo es que muchas de estas prácticas son comunes y pasan desapercibidas hasta que el daño ya está hecho. En épocas como el verano, cuando los desplazamientos se intensifican, estos errores se agravan, tanto por las altas temperaturas como por el sobreesfuerzo al que se somete al coche.
Revisar el estado del vehículo antes de salir de viaje es importante, pero también lo es modificar pequeñas costumbres al volante que pueden marcar la diferencia entre un trayecto tranquilo o una factura de taller que puede superar los 3.000 euros. Estos son cuatro errores comunes que deberías evitar cuanto antes.
1Encender el aire acondicionado al máximo nada más arrancar

Subirse a un coche que ha estado al sol puede ser una experiencia sofocante. El instinto nos lleva a encender el aire acondicionado al máximo nada más arrancar, pero este error somete al compresor a un esfuerzo excesivo justo en el momento más delicado: el arranque. Esta práctica acorta la vida útil del sistema de climatización y puede provocar fallos costosos de reparar.
Además, activar el sistema a pleno rendimiento de inmediato también incrementa notablemente el consumo de combustible. La solución pasa por abrir las ventanillas durante unos segundos al entrar, dejar que el aire circule, y luego activar el climatizador de forma progresiva, idealmente en un rango de 22 a 24 °C.