Viajar con tu perro en el coche puede ser una experiencia maravillosa o una pesadilla. No solo por la comodidad o el estrés del animal, sino también por algo que muchos pasan por alto: las normas de tráfico. Porque sí, llevar mal a tu perro en el coche puede terminar en una multa de la Guardia Civil que te arruine las vacaciones… y el bolsillo.
La Dirección General de Tráfico (DGT) lo tiene muy claro: las mascotas deben viajar de forma segura y no interferir en la conducción. Incumplir esa obligación supone sanciones de hasta 500 € e incluso la pérdida de puntos en el carnet. Por eso, en este artículo, te explicamos cómo debes transportar a tu perro correctamente en tu próximo viaje.
4Evita mareos y accidentes innecesarios
Un error común es dar de comer al perro justo antes del viaje. A menudo provoca vómitos, mareos y una experiencia desagradable para todos. Lo mejor es no alimentarlo en las 2 o 3 horas previas al trayecto. Tampoco olvides llevar agua fresca y parar cada dos horas para que el animal pueda estirar las patas, beber y hacer sus necesidades.
Durante el viaje, mantén el coche a una temperatura agradable, sin corrientes de aire directas. Y, por supuesto, nunca dejes al perro solo dentro del vehículo, ni siquiera unos minutos. El interior puede alcanzar rápidamente temperaturas peligrosas, incluso si no hace demasiado calor fuera.