La emoción de sentir el viento en el rostro mientras conduces una moto puede ser incomparable, pero esa sensación de libertad conlleva un riesgo considerablemente más alto que conducir otros vehículos. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), un motorista tiene 17 veces más probabilidades de fallecer en un accidente que un conductor de turismo. Si reflexionamos sobre esta cifra, el panorama no parece lento: la jubilación puede convertirse en un horizonte incierto si no tomamos para priorizar la seguridad.
2La trampa de los cascos falsificados
La proliferación de cascos falsos en el mercado online es alarmante. Pruebas realizadas por expertos, como las de Motocard, han evidenciado la fragilidad de estos cascos, incapaces de resistir ni siquiera una patada sin desintegrarse. Si no soportan una prueba tan básica, ¿qué puede esperarse en caso de un accidente real?
Además de los riesgos físicos, comprar estos productos representa una inversión económica ineficaz. Lo que inicialmente parece un ahorro termina convirtiéndose en un gasto inútil, y peor aún, puede costar la vida. Afortunadamente, los cascos homologados de marcas reconocidas no solo cumplen con los estándares europeos, sino que están diseñados específicamente para proteger la cabeza del motorista en las situaciones más extremas.