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martes, 9 septiembre 2025

No abras las ventanas: el método más rápido y seguro para refrescar tu coche al sol en pleno verano

El popular 'truco japonés' y otras técnicas sencillas permiten refrescar tu coche en cuestión de segundos. Aquí te contamos por qué funcionan y cómo aplicarlas.

El verano no da tregua. Después de haber estado al sol, los coches son un auténtico horno rodante, que no mejora ni bajando las ventanas. El salpicadero, el volante y los asientos alcanzan temperaturas que superan fácilmente los 60 °C. Subirse en esas condiciones no solo es incómodo; también supone un riesgo para la seguridad del conductor: fatiga, mareos, pérdida de reflejos…

La primera reacción suele ser poner el aire acondicionado a tope; un gesto no tan eficaz y que, además, fuerza la climatización, aumentando el consumo de combustible o de batería en los eléctricos. Pero hay métodos más rápidos, seguros y eficientes para bajar la temperatura del habitáculo. Y lo mejor: sin arrancar el motor ni tener las ventanas abiertas mucho tiempo.

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¿Por qué funciona y cuándo usarlo?

Imagen coche verano, calor. Porsche.
Fuente propia

La eficacia de los métodos tiene una explicación científica. Cuando no hay circulación, el aire caliente es menos denso y tiende a acumularse en el habitáculo. Al mover una puerta con una ventana abierta, o al generar corrientes cruzadas en marcha, lo que hacemos es acelerar el intercambio de aire. No enfría mágicamente, pero sí renueva el clima interior, reduciendo la sensación de asfixia.

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Aunque estos trucos no sustituyen al aire acondicionado, sí preparan el terreno para que funcione de forma más eficiente. Resultan muy útiles cuando el coche ha estado aparcado durante horas, cuando no quieres gastar combustible en exceso o incluso en vehículos más antiguos cuyo sistema de climatización no es tan potente. Son aliados rápidos, económicos y seguros.

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