La movilidad sostenible se ha convertido en una de las grandes conversaciones de nuestro tiempo. Cada vez más ciudadanos son conscientes de que reducir las emisiones de CO2 y apostar por medios de transporte respetuosos con el medioambiente no es una moda pasajera, sino una necesidad. Sin embargo, entre la teoría y la práctica aún existe un hueco que en España cuesta salvar.
Un reciente estudio del Observatorio Midas de la Movilidad arroja luz sobre cómo vemos los españoles los llamados vehículos sostenibles, y lo cierto es que las conclusiones sorprenden. Aunque la preocupación por el medioambiente crece, el camino hacia un parque automovilístico verdaderamente sostenible parece estar lleno de obstáculos: económicos, prácticos y también culturales.
2La infraestructura de recarga: un reto pendiente

El segundo gran freno para la expansión de los vehículos eléctricos es la falta de puntos de recarga. Según el informe, un 47,2% de los españoles cree que la infraestructura actual es insuficiente, lo que genera inseguridad a la hora de plantearse dar el salto a un coche eléctrico.
La llamada ‘ansiedad de autonomía’ sigue presente en la mente del consumidor. No basta con que los fabricantes aumenten la autonomía de las baterías; los usuarios demandan redes de recarga accesibles, rápidas y bien distribuidas por todo el territorio. Sin esta garantía, muchos conductores prefieren seguir con motorizaciones tradicionales o híbridas.