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jueves, 28 agosto 2025

Las vacaciones también se acaban para tu coche, así debes ponerlo en modo trabajo

Tras el verano, tu coche necesita una revisión: calor, trayectos largos y terrenos exigentes pasan factura. Estos consejos te ayudarán a ponerlo a punto y evitar problemas en la vuelta a la rutina.

El final de las vacaciones trae consigo ese inevitable regreso a la rutina: despertadores, atascos, reuniones y agendas llenas. Pero no somos los únicos que notamos ese cambio de ritmo; nuestros coches también sufren el paso del verano y necesitan un pequeño respiro antes de volver a enfrentarse al día a día. Durante las semanas estivales, los vehículos han soportado más kilómetros, temperaturas extremas y usos poco habituales, lo que puede dejar huella en su mecánica y rendimiento.

Exposición prolongada al sol, largos viajes cargados hasta los topes, aire acondicionado funcionando al máximo, arena de playa colándose por cada rincón… todo esto afecta directamente a su estado general. Y aunque muchos conductores son previsores y realizan una revisión antes de emprender la aventura de las vacaciones, pocos recuerdan que la “puesta a punto” también es clave a la vuelta. Al igual que nosotros necesitamos adaptarnos de nuevo al ritmo laboral, el coche también requiere cuidados específicos para volver a su rutina sin sobresaltos.

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Frenos: cuando el calor también desgasta

frenos
fuente: propia

Si hay un elemento que no entiende de vacaciones, esos son los frenos. Durante el verano, sufren especialmente porque al calor propio de la fricción se suman las altas temperaturas ambientales. En viajes largos y con el coche cargado, los discos y pastillas trabajan bajo condiciones extremas, lo que puede provocar pérdida de eficacia o incluso pequeñas deformaciones.

Al volver de vacaciones es recomendable revisar el estado de las pastillas, la superficie de los discos y el nivel del líquido de frenos. Este último también pierde propiedades con el tiempo y el calor, reduciendo su punto de ebullición y aumentando el riesgo de “fading” (esa sensación de que el pedal se hunde sin frenar correctamente). No olvidemos que los frenos forman parte del triángulo de seguridad junto a neumáticos y amortiguadores, por lo que su estado debe ser impecable para garantizar una conducción segura en la rutina diaria.

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