Viajar por carretera siempre ha sido sinónimo de libertad. Pero cuando hablamos de hacerlo con un coche eléctrico, la historia cambia. No es que desaparezca la aventura, pero se transforma. Y lo que antes era espontáneo, de pronto exige cálculo, estrategia y hasta un poco de fe en la red de carga.
Con más de 160.000 vehículos eléctricos circulando ya por nuestras carreteras, y el verano como época reina de los desplazamientos, la pregunta es inevitable: ¿está España preparada para que los viajes en coche eléctrico sean realmente cómodos? Porque lo que debería ser un trayecto sin emisiones y con menor impacto ambiental puede convertirse, si no se planifica bien, en toda una odisea.
1¿En qué regiones es más fácil viajar en eléctrico?

No todo son malas noticias. Algunas regiones han dado pasos firmes para acoger a los viajeros eléctricos. Madrid, Cataluña y Andalucía lideran el despliegue de infraestructuras y concentran buena parte de los puntos de recarga del país. Sus redes de estaciones públicas, algunas con carga rápida y ultrarrápida, permiten hacer trayectos largos sin sufrir por la autonomía.
Operadores como Powy están consolidando una red sólida en lugares clave del turismo nacional. Desde estaciones en clubes deportivos madrileños, pasando por puntos en Barcelona, Tarragona o Vielha, hasta zonas clave andaluzas como Sevilla o Roquetas de Mar. Incluso las Baleares, gran foco turístico, está ampliando su red de carga en hoteles y gasolineras.