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Una vuelta al mundo en 26 años y en un Mercedes 300 GD

Semejante andadura de Gunther Holtorf comenzó en el año 1989, momento en el que decide dejar su trabajo en Lufthansa y comenzar un viaje por todo el mundo, tras también divorciarse de su tercera mujer.

215 países y más de 890.000 kilómetros

Es por ello que adquiere un Mercedes 300 GD, con el que ha recorrido nada menos que 215 países, y con el que ha circulado 890.000 kilómetros, manteniendo el propulsor original.

Dos años después de iniciar su particular viaje, Gunther conoce a Christine, que durante 22 años se convirtió en su compañera de viaje. Comenzó por África, que tardó cinco años en recorrer. Continuaron por Sudamérica, y ya en Argentina, el Mercedes 300 GD alcanzó los 200.000 kilómetros. Cruzaron América Central, Canadá, México y Alaska. Ya el medio millón de kilómetros les sorprendió en Kazajistán, no antes sin visitar países como Siria, Irak, Afganistan y Turquía, para continuar rodando por el Caribe, Cuba, Reino Unido y el resto de Europa.

Todo ello, claro está, sin pisar un sólo hotel ni un restaurante, pues ellos mismos cocinaban su comida y dormían en el interior de su 300 GD.

Ya en 2010, un tumor se llevó la vida de Christine, pero Gunther continuó adelante con su interminable viaje. Así, recorrió China y Corea del Norte, Vietnam, Camboya y Japón, para finalizar en la Puerta de Brandeburgo, en Berlín.

Motor de origen, no así su carrocería

Durante todo este tiempo ha vivido todo tipo de experiencias, e incluso ha habido tiempo para que su Mercedes 300 GD le dejara tirado alguna que otra vez, y eso que Gunther viajaba con un arsenal de piezas de repuesto. El peor momento del viaje tuvo lugar en Madagascar, donde un terreno resbaladizo le hizo acabar con las cuatro ruedas para arriba. En ese momento, su Mercedes 300 GD, apodado cariñosamente como Otto, viajo a Alemania para reemplazar íntegramente su carrocería y seguir adelante.

Finalmente este Mercedes 300 GD descansará a sus 26 años de edad, y recordemos con más de 890.000 kilómetros en su odómetro, en el museo de Mercedes en Stuttgart, Alemania.