Pasar la ITV debería ser una rutina más dentro del mantenimiento de nuestro vehículo, pero la realidad es muy distinta. Muchos conductores lo ven como un trámite molesto, estresante e incluso lo evitan hasta el último momento. Y no lo decimos nosotros: el reciente ‘Observatorio Midas de la Movilidad’ lo confirma con datos que, más que preocupar, deberían encender todas las alarmas.
Según este informe, casi la mitad de los españoles ha conducido alguna vez sin la ITV en regla. Y la cifra no deja de crecer: en el último año, ha subido cerca de un 10%. Un incremento significativo que plantea dudas sobre el compromiso de la seguridad vial. Con las vacaciones de verano a la vuelta de la esquina, toca preguntarse: ¿estamos cuidando nuestros vehículos y nuestra seguridad?
5Aplazar la cita puede salirte muy caro
Pasar la ITV no es una opción: es una obligación legal que tiene un motivo claro y justificado. Según la DGT, los vehículos sin ITV tienen un riesgo mucho mayor de verse implicados en un accidente. Ignorar este control técnico no solo supone una multa económica, sino que puede tener consecuencias muy graves en caso de siniestro.
Además, circular sin ITV en vigor puede dejarte desprotegido frente al seguro. Muchas aseguradoras no cubren daños si el vehículo no cumple con todos los requisitos legales, lo que podría dejarte solo ante cualquier imprevisto. Y todo por evitar un trámite que, bien planificado, puede ser rápido, sencillo y económico.
