Pasar la ITV debería ser una rutina más dentro del mantenimiento de nuestro vehículo, pero la realidad es muy distinta. Muchos conductores lo ven como un trámite molesto, estresante e incluso lo evitan hasta el último momento. Y no lo decimos nosotros: el reciente ‘Observatorio Midas de la Movilidad’ lo confirma con datos que, más que preocupar, deberían encender todas las alarmas.
Según este informe, casi la mitad de los españoles ha conducido alguna vez sin la ITV en regla. Y la cifra no deja de crecer: en el último año, ha subido cerca de un 10%. Un incremento significativo que plantea dudas sobre el compromiso de la seguridad vial. Con las vacaciones de verano a la vuelta de la esquina, toca preguntarse: ¿estamos cuidando nuestros vehículos y nuestra seguridad?
1La ITV: un mal trago que posponemos

Aunque el 96,5% de coches pasan la inspección a la primera, casi un 40% de los conductores admite que el trámite les produce nerviosismo. Saben que cualquier fallo puede suponer una reparación costosa o incluso una nueva cita. La incertidumbre juega en contra: la mayoría no tiene claro si su coche cumplirá con todos los requisitos.
Los motivos por los que algunos suspenden la ITV son bastante conocidos. Lideran los neumáticos en mal estado (18%), seguido de las emisiones contaminantes (17%) y problemas en el alumbrado (16%). A ello se suman fallos en los frenos (9%) y defectos en la dirección (8%). Curiosamente, solo la mitad de los conductores llevan su coche a un taller para una revisión pre-ITV. Muchos se la juegan directamente.