¿Te suena esa sensación de abrir la puerta del coche en pleno verano y sentir que entras en un horno? Ese golpe de calor inicial que te hace querer encender el aire acondicionado a tope, sin pensarlo dos veces. Es un impulso natural, pero también es una de las que más gasolina te hace gastar.
¿Sabes que es posible combatir ese calor asfixiante y, de paso, ahorrar una buena cantidad de combustible antes de tocar el botón del aire acondicionado? Estos son los secretos para bajar la temperatura de tu coche sin que tu cartera sufra las consecuencias.
La prevención, primer paso
La mejor forma de enfriar tu coche es evitar que se caliente demasiado. Puede parecer obvio, pero con unos pocos hábitos puedes reducir mucho la temperatura interior antes de que el sol haga de las suyas.
Dedica unos minutos a buscar un lugar en la sombra para aparcar, ya sea bajo un árbol, junto a un edificio que proyecte sombra o en un aparcamiento subterráneo. La diferencia es abismal. Un coche aparcado al sol puede alcanzar fácilmente los 50 o 60 °C en su interior, mientras que uno a la sombra se mantiene mucho más fresco. Al bloquear esta energía antes de que entre, reduces la carga térmica inicial del vehículo, lo que significa que el aire acondicionado tendrá mucho menos trabajo que hacer más tarde, ahorrando combustible.
Coloca un parasol en el parabrisas. Además, no olvides la luneta trasera y las ventanillas laterales. Hay cortinillas enrollables o magnéticas que bloquean la entrada directa del sol. Los parasoles actúan como una barrera que desvía la energía solar antes de que pueda penetrar en el habitáculo. Pueden reducir la temperatura interior hasta 10 °C , lo que supone una gran diferencia en el esfuerzo que deberá hacer tu sistema de climatización.
Los plásticos y los tejidos, sobre todo los de colores oscuros, suelen acumular bastante calor. Si puedes, pon una funda o una tela de colores claros sobre el volante y los asientos cuando aparques. Al reducir la temperatura de las superficies que tocas, disminuye esa sensación de urgencia por encender el aire acondicionado al máximo, permitiéndote optar por estrategias de enfriamiento más graduales y eficientes en cuanto a combustible.
Trucos para expulsar el aire caliente en segundos
Aunque tengas en cuenta estas medidas preventivas, el sol de España es implacable. Pero hay trucos rápidos y efectivos para expulsar ese aire caliente en cuestión de segundos, antes de que el aire acondicionado tenga que hacer todo el trabajo.
Cuando llegues a tu coche, lo primero que debes hacer es abrir todas las puertas y ventanillas durante un par de minutos. Este gesto tan simple permite que el aire caliente acumulado salga, reduciendo la temperatura interior y haciendo que el ambiente sea más agradable desde el primer momento. Así, el sistema de aire acondicionado empezará su trabajo desde una diferencia de temperatura mucho menor, consumiendo menos combustible.
Un método que se ha convertido en viral es el “truco japonés”. Baja la ventanilla del lado del conductor y deja todas las demás ventanillas cerradas, sal del coche y abre y cierra la puerta del copiloto de forma rítmica, como si la estuvieras usando de abanico, durante unos 30 segundos. Este movimiento genera un flujo de aire que empuja el calor hacia fuera, creando una succión que expulsa el aire caliente y permite que entre aire más fresco. Algunos estudios sugieren que puede bajar la temperatura hasta 10 °C en segundos.
Pon el aire acondicionado de forma inteligente para seguir ahorrando
Si el calor sigue siendo intenso y necesitas encender el aire acondicionado, hazlo de la manera más eficiente posible para que tu esfuerzo por ahorrar gasolina no acabe en nada. El uso estratégico del aire acondicionado es tan importante como la preparación previa para maximizar el ahorro. Cada decisión que tomes sobre cómo y cuándo usarlo impactará directamente en el consumo de combustible.
Cuando el coche está muy caliente al principio, desactiva la recirculación durante los primeros minutos para expulsar todo el aire de dentro. Al usar aire exterior al principio, permites que el aire acondicionado empuje el aire más caliente hacia afuera o lo reemplace con aire ambiente ligeramente más fresco, realizando una «purga» de la cabina. Una vez que sientas que la temperatura ha bajado un poco y el aire que sale es más fresco, activa la recirculación. De esta forma, el aire acondicionado mantendrá el frío dentro sin gastar energía extra. Esta estrategia maximiza la eficiencia al eliminar el calor extremo y luego mantener el enfriamiento óptimo.
Una vez que el coche esté fresco, ajusta la temperatura del aire acondicionado entre 22°C y 24°C. No necesitas ponerlo a 18°C para sentirte bien; de hecho, bajar la temperatura por debajo de este rango puede aumentar el consumo de combustible hasta un 10%. El compresor del aire acondicionado trabaja más y durante más tiempo para alcanzar temperaturas más bajas, lo que requiere más energía del motor. Mantener una temperatura razonable y cómoda minimiza la carga de trabajo del sistema de aire acondicionado, lo que se traduce directamente en un ahorro de combustible. Recuerda también cerrar todas las puertas y ventanas una vez que el aire acondicionado esté funcionando para que el aire frío no se escape.
Como ves, combatir el calor en tu coche y cuidar tu bolsillo no son objetivos incompatibles. Con unos pocos cambios en tus hábitos, tanto antes de arrancar como al usar el aire acondicionado, puedes conseguirlo.
