A ninguno nos gusta recibir en casa una multa de la Dirección General de Tráfico (DGT), ya sea por exceso de velocidad o por cualquier otra maniobra imprudente. Sin embargo, Tráfico conoce a la perfección los trucos que más utilizan los conductores para burlar los radares y, por ende, evitar la sanción. Pero lo que no saben es que el remedio puede ser mucho peor que la enfermedad.
Frenar justo antes de pasar por un radar, utilizar aplicaciones que te avisan de su ubicación, llevar la matrícula sucia a propósito o colocar un pequeño imán. La DGT conoce a la perfección todos los trucos y, de hecho, ya ha empezado a perseguir a este tipo de conductores con una infracción grave que te puede salir muy claro. Si tú o alguien que conoces ha probado este truco, que no te extrañe si pronto recibes una carta de Tráfico en casa. Tendrás que pagar la multa y perderás bastantes puntos del carnet.
Trucos ilegales para burlas radares que la DGT ya persigue

Uno de los trucos más comunes consiste en colocar un pequeño imán con forma de hoja sobre la matrícula. Es un accesorio impide que el radar o la cámara de tráfico capte con claridad los caracteres de la placa. En algunos casos, este sistema puede ser retráctil y activarse incluso a distancia, mediante un mando a distancia que deja caer la lámina si el conductor va a pasar por delante de un radar.
La DGT lo considera una manipulación ilegal del vehículo. Además, al ser una infracción grave de tráfico, también se considera un fraude. Por tanto, la multa puede ser de hasta 6.000 euros e implica la pérdida de 6 puntos del carnet de conducir.
Y la Guardia Civil no solo actúa en carretera, porque en los últimos meses se han incrementado las investigaciones a través de redes sociales. Algunos usuarios han publicado vídeos mostrando cómo funcionan estos ‘trucos’, sin imaginar que estaban facilitando pruebas que pueden usarse en su contra.
Cómo sabe la DGT dónde estás y a qué velocidad vas

La red de vigilancia de la DGT no ha parado de crecer en los últimos años, y seguirá haciéndolo todo este 2025. En las carreteras españolas hay cerca de 800 radares fijos, 1.300 móviles y más de 100 radares de tramo. A esto se le suman otras tecnologías, como los veloláser, los radares en cascadas y los famosos helicópteros Pegasus. Los radares fijos están señalizados por ley, tanto con carteles como en los principales navegadores, y funcionan desde puntos concretos de la vía, normalmente en dirección a un solo carril.
Los de tramo calculan la velocidad media entre dos puntos, dificultando los frenazos ‘estratégicos’ junto antes del cinemómetro. Los móviles, por su parte, pueden encontrarse en coches camuflados e incluso en trípodes colocados en arcenes, y cambian de ubicación constantemente.
Por otro lado, los helicópteros Pegasus son una de las herramientas de la DGT más avanzadas que existen. Están equipados con cámaras de alta resolución y son capaces de detectar infracciones desde cientos de metros de altura. Solo en 2024 realizaron más de 3.000 horas de vuelo, y registraron cerca de 20.000 infracciones.
Es cierto que cada vez es más complicado burlar los radares, así que los conductores que piensen que pueden engañar a la tecnología, se enfrentan a las sanciones más duras del Reglamento General de Circulación (RGC). La DGT, además, recuerda que la mejor forma de evitar la multa no es esconder la matrícula, sino respetar las normas de tráfico y no sobrepasar la velocidad máxima permitida de la vía.